Mi primer día con mi familia de acogida

Kara Ema:

Hoy quiero contarte sobre mi nueva vida en Francia, y en particular sobre mi familia de acogida y este magnifique primer día de actividades que hemos compartido juntos. (Sí: voy a empezar a espolvorear mis cartas en español con palabras en francés, y hasta puede que te escriba alguna carta completamente en francés en un futuro cercano. Me será buena práctica.)

Pero antes, unas cosas que me gustaría comentarte sobre la cultura de aquí. ¿Recuerdas las diferencias culturales que te conté que he notado en España? Bueno, parece que la mayoría de ellas valen aquí también, incluyendo obviamente las de los euros, la del reciclaje, la de la prioridad del peatón y la de los impuestos bien usados. Aparte de eso, algo interesante que noté este día y medio apenas que llevo aquí, es que los franceses parecen ser bastante más laxos y descuidados con el uso de la mascarilla. En España por ejemplo no recuerdo haber visto nunca una persona andando por la calla sin la mascarilla puesta. En Francia ya he visto a un par. En el complejo residencial/vacacional (apartotel) donde estoy viviendo —donde hay un montón de apartamentos en las que están viviendo distintas familias— parece que nadie siente la necesidad de usar la mascarilla ahí dentro, incluyendo mi propia familia. Es cierto igual que como aún no es temporada de vacaciones, entonces el flujo de gente dentro del complejo es bastante bajo. De hecho, tanto el complejo como la ciudad en sí son súper tranquilos y llenos de naturaleza: animales, lagunas, estanques, árboles, cerros y paisajes pintorescos por dondequiera que mires y pases.

Ahora sí, sobre la familia y lo que estuvimos haciendo hoy. De momento en la casa somos Charlotte (la maman), Sarah (la fille), y yo (le au pair). Ambas son super sympas et amusantes (simpáticas y divertidas); me han caído muy pero muy bien.

Hoy desayuné con Sarah unos crêpes y unos cereales (ambos con chocolate adentro), luego la acompañé en una clase virtual de español que tenía para complementar sus estudios à l’école, después de eso fuimos a darles pan a los patos, tortugas y peces que hay en la laguna de aquí dentro del complejo, jugamos varios juegos de mesa (Ligretto, Mikado, y uno de esos de memoria de hacer coincidir las parejas), almorzamos sushi y comimos unos bombones de chocolate de postre. Así se pasó nuestra mañana.

Laguna del apartotel

Por la tarde fuimos a caminar un poco por la ciudad. Mientras caminábamos con Sarah nos pusimos a jugar a esa clase de juegos que se pueden jugar solo hablando. Empezamos con uno que propuso Sarah, que consistía en pensar una palabra cualquiera (ella tenía que decirla en español y yo en francés), luego el otro tenía que decir otra palabra que empezara con la letra con la que terminó la anterior, y así siguiendo hasta que no se nos ocurrieran más. Lo hacíamos por categorías también (animales, colores, comidas, etc.) para complicarlo un poco y hacerlo más divertido. Después jugamos a otro que propuse yo: uno decía una palabra, el otro la repetía y le agregaba otra, y así se seguía formando la oración hasta que uno de los dos se olvidara de cómo iba y no pudiera decirla bien. Lo hicimos un par de veces en francés y otro en español.

Más tarde nos reunimos con Charlotte, que había estado trabajando, para ir al cumpleaños de la hija de una amiga suya. Ahí nos quedamos hasta las 20:15 más o menos (por cierto: en Francia hay toque de queda a partir de las 21:00). El cumpleaños se celebró en un parque público que era inmenso y hermoso. Comimos un montón de cosas que nos ofrecieron, incluyendo pizza, chocolates y torta. Las niñas se la pasaron toda la tarde jugando entre ellas, a juegos típicos de aquí como la gamelle y le cache-cache (las escondidas). A la noche cuando llegamos a casa, Sarah me estuvo enseñando a hacer —o intentar hacer— skate, y luego nos pusimos a ver la final de Eurovisión, un concurso televisivo musical donde participan intérpretes representantes de distintos países de la Unión Europea. Y ese fue todo nuestro sábado; mi primer día completo en Francia.

Como verás, la estoy pasando fenomenal. Y ahora me voy a dormir que mañana me levanto temprano para seguir disfrutando la belle vie française. Bonne nuit et à la prochaine !

Ame,
Kato