Visita a las excavaciones arqueológicas de Pompeya

Kara Ema:

No podía irme de Nápoles sin antes haber visitado las famosas ruinas de la antigua ciudad de Pompeya, la cual quedó sepultada bajo seis metros de ceniza volcánica y piedra pómez en la erupción del monte Vesubio en el año 79. Me habría gustado escalar el monte hoy también para ver el cráter volcánico, pero luego de cinco horas de caminata por Pompeya decidí mejor volver al hotel para descansar y prepararme para mi viaggio di domattina.

Tras una hora de viaje en tren desde Napoli Centrale, a eso de las 10:00 estaba en Porta Marina, la entrada a los Scavi di Pompei.

Voy a ir intercalando entre las fotos extractos del artículo «La vida cotidiana en Pompeya», dado que me pareció súper interesante.

Los niños de Pompeya tenían un enemigo principal: las enfermedades, y más en un tiempo en el que no existían vacunas ni casi medicinas. La mitad de los niños no superaban la edad de 10 años y caían básicamente por enfermedades infecciosas. Lógicamente, la vida de los niños dependía del status de su familia y los más desfavorecidos tenían que trabajar desde muy pequeños para el sustento familiar. En aquellos tiempos no existía el concepto actual de infancia, y el trabajo y los matrimonios tempranos eran la norma, lo cual también causaba elevada mortandad a las primerizas parturientas, que podían contar con apenas 14 o 15 años.

Los niños de familias acomodadas contaban con tutores privados mientras que las clases bajas a duras penas recibían una formación básica en lectura y matemáticas. El ocio era muy sencillo y se basaba en imitar las actividades de los mayores: la caza, la lucha, los juegos con ruedas etc. Se han encontrado muy pocos ejemplos de juguetes. La principal actividad de las niñas, sobre todo en clases pudientes era la costura.

La vida cotidiana en Pompeya – Visitar Pompeya
Basilica
Foro
Via del Foro
Casa dell’Orso Ferito
Teatro Grande
Quadriportico dei Teatri
Anfiteatro

Pompeya está plagada de inscripciones en la pared, desde mensajes políticos hasta frases de amor, pasando por declaraciones banales encontradas en los aseos públicos del tipo «Cayo Pompeyo pasó por aquí». La profusión de mensajes en las paredes demuestra unas ansias de comunicación de la población local que hoy todavía sorprende a los arqueólogos y que los visitantes actuales pueden comprobar.

La vida cotidiana en Pompeya – Visitar Pompeya
Palestra Grande
Necropoli

Uno de los mosaicos más famosos de Pompeya es el de «Cave Canem», un «Cuidado con el perro» de más de dos mil años. Se encuentra a la entrada de la Casa del Poeta Trágico y es una demostración entrañable y gráfica de que no hemos cambiado tanto a lo largo de los milenios.

El perro negro se presenta en postura amenazante con sus patas delanteras hacia abajo como si tuviera posición de ataque. Enseña sus dientes para intimidar, avisando a los que entren en la casa que lo hacen a su propio riesgo.

La vida cotidiana en Pompeya – Visitar Pompeya
Monte Vesuvio visto desde Pompeya
Casa del Menandro (I)
Casa del Menandro (II)
Casa del Menandro (III)

Son célebres los frescos de contenido erótico de Pompeya, lo que confirma el hecho de que era una sociedad erotizada que buscaba una salida a los devaneos de la vida diaria en los placeres sexuales, que decoraban las estancias de casas de citas y baños, a modo de Kamasutra romano.

Era una sociedad muy falocénrica. Hay cientos de ejemplos de objetos y señales en la calle con forma de pene erecto. Se ha pensado que estas señales indicaban la presencia cercana de un burdel, aunque en muchos casos no era así y se interpreta como el culto a la virilidad y a la masculinidad, que se manifestaba en lugares públicos y en objetos de la vida cotidiana.

La vida cotidiana en Pompeya – Visitar Pompeya
Símbolo fálico (I)
Símbolo fálico (II)
Símbolo fálico (III) — indica la dirección a seguir para llegar al lupanar (bordel)
Lupanare (I)
Lupanare (II)

El Lupanar de Pompeya es el burdel más famoso de la ciudad romana de Pompeya. Es de particular interés por las pinturas eróticas en sus paredes. Lupanar era la palabra latina para «burdel».

La palabra romana para burdel era lupanar, que significa «guarida de lobas», ya que a la prostituta se la llamaba vulgarmente lupa («loba»), debido a que la creencia popular romana la suponía una hembra promiscua.

El Lupanar era el mayor de los burdeles encontrados en Pompeya, con 10 habitaciones. Al igual que otros burdeles, las habitaciones del Lupanar estaban amuebladas de forma sencilla. Un colchón sobre una plataforma de ladrillo servía como cama.

Se han transcrito 134 grafitis hallados en el Lupanar Grande de Pompeya. La presencia de estos grafitis sirvió como uno de los criterios para identificar el edificio como un burdel.

Ejemplos de grafitis escritos en las paredes del burdel incluyen:
• Hic ego puellas multas futui («Aquí follé a muchas chicas»).
• Felix bene futuis («Chico afortunado, follas bien»), el halago de una prostituta a su cliente.

Algunos de los grafitis cuentan historias, ya que varios autores responden al grafiti anterior en una especie de diálogo.

Los hombres acomodados generalmente no visitaban burdeles debido a la disponibilidad de amantes o esclavas en casa.

Wikipedia
Moldes de yeso de trece de las víctimas
Incluyendo algunos niños

[…] recientemente se ha publicado una investigación que afirma que [las víctimas de Pompeya] perecieron al instante, abrasados por la nube volcánica, con temperaturas de entre 300 y 600º.

El testimonio de los pompeyanos que no huyeron y murieron en la ciudad es estremecedor. ¿Pero cómo se han podido recuperar sus restos, si quedaron totalmente sepultados por varios metros de piedra volcánica y cenizas? Giuseppe Fiorelli, arqueólogo al que consideramos el padre de la arqueología científica en Pompeya, se dio cuenta de que, en ciertos momentos de la excavación, topaban con huecos entre la ceniza que se correspondían por las huellas dejadas por los cadáveres atrapados por la ceniza.

La materia orgánica había desaparecido, quedando el esqueleto y el volumen equiparable a su cuerpo ocupado por un vacío entre las capas de ceniza. En 1860, se le ocurrió un método para rescatar los vacíos de los pompeyanos inyectando yeso líquido que iba ocupando el hueco para después solidificarse. De esta forma, se obtenía un calco bastante detallado, que encerraba el esqueleto original, de aquellos desafortunados que no tuvieron la ocasión de escapar.

Contemplar las formas y posturas de los pompeyanos muertos en la erupción es un espectáculo conmovedor. La mayoría de ellos murieron boca arriba cubriendo sus rostros con los brazos o intentando tapar la boca con sus propios vestidos. Otros perecieron boca abajo, otros aferrándose a sus joyas y ahorros. En ocasiones se ven parejas o grupos familiares, en los que los padres intentan proteger a sus hijos.

Los cadáveres fosilizados de Pompeya – Visitar Pompeya

Almorcé en la cafetería que había adentro del complejo arqueológico, donde me pedí un panino de prosciutto crudo y formaggio, y una sfogliatella napoletana, una factura rellena de ricotta. Lo gracioso es que solo la sfogliatella me costó 3 €, es decir lo mismo que me salió todo lo que me vino en la Magic Box de TooGoodToGo el otro día (que por cierto todavía me queda para el desayuno de mañana). Pero bueno, como es una especialidad de Nápoles tenía que pedírmela al menos una vez para probarla.

Sfogliatella napoletana

Cabe aclarar que el complejo es enorme y había un montón de cosas para ver, así que no tengo dudas de que no llegué a ver todo (me perdí el fantástico mosaico de «cuidado con el perro», por ejemplo). Pero bueno, creo que lo más importante al menos lo pude llegar a ver (las víctimas fosilizadas, el foro, el anfiteatro, el teatro), así que estoy satisfecho. Algo curioso es que he visto varias personas que iban paseando por las calles de la antigua Pompeya con sus propios perros. Me pareció súper carino.

È così, mia carissima Ema, che finisce il mio soggiorno in Italia. Spero che ti sia piaciuto leggerlo tanto quanto a me è piaciuto raccontartelo. Ci rincontriamo in altre terre!

Ame,
Kato