The Fir-Tree en el Shakespeare’s Globe y Frozen en el Drury Lane

Kara Ema:

Ayer fui a ver dos espectáculos espectaculares.

El primero fue a las 15:00 en el Shakespeare’s Globe. Consistía en una representación de The Fir Tree (El abeto), uno de los cuentos de Andersen.

El abeto, también conocido como El pino y como El árbol de Navidad, es un cuento de hadas del escritor y poeta danés Hans Christian Andersen (1805-1875), famoso por sus cuentos para niños. Fue publicado por primera vez el 21 de diciembre de 1844.

Un abeto sueña con hacerse mayor y no deja de pensar en lo que podría hacer si tuviera más edad. Y así van transcurriendo los años hasta que, al fin, ha crecido lo suficiente. Los hombres se lo llevan a la ciudad y el abeto no cabe en sí de alegría; cree que le aguardan grandes cosas allí. Y efectivamente, cuando llega el día de Navidad es engalanado con todo tipo de adornos, y piensa que es el comienzo de una serie de hechos extraordinarios que le acontecerán. Pero pasadas las fiestas es encerrado en un rincón oscuro y, posteriormente, cortado en troncos para leña. Y así se dio cuenta de que el tiempo había pasado, y añoró el no haber disfrutado más del presente en vez de estar constantemente pensando en el futuro.

Wikipedia
Shakespeare’s Globe por dentro, antes de que empiece la función
Escena en que ponen al Abeto a la venta para ser utilizado como árbol de Navidad
Escena en que aparece la Parca en busca del rey, que al final es salvado por el canto del ruiseñor
Escena final
Shakespeare’s Globe tras acabar la función

De ahí me fui a West End, el distrito londinense donde están todos los teatros, dado que a las 19:00 tenía otra función más en uno de ellos. West End vendría a ser a Londres/RU lo que Broadway es a Nueva York/EUA.

Strand, una calle importante del West End
Lyceum Theatre, uno de los tantos teatros del West End, donde se realiza el musical del Rey León.

Como todavía faltaban unas dos horas para el comienzo de la función, me fui a pasear un poco por la zona para hacer tiempo.

Jardín de la iglesia St Paul’s Covent Garden
Iglesia St Paul’s Covent Garden
Gatos de la iglesia St Paul’s Covent Garden

Es impresionante la poderosa atmósfera animada y festiva que se respira en Covent Garden. Esta es la segunda vez que paso por aquí, y en ambas fui testigo del mismo panorama: decoraciones pomposas, negocios, restaurantes y artistas callejeros por doquier. Y una multitud abrumadora.

Artista callejero #1
Artista callejero #2
Artista callejero #3
Exposición de vestuarios de Frozen en Covent Garden
Decoración promocional de Frozen en Covent Garden (vista de frente)
Decoración promocional de Frozen en Covent Garden (vista de lado)
Tunel de luces navideñas en Covent Garden
Theatre Royal Drury Lane

Este es el teatro donde iba a ver la obra a las 19:00. ¿Qué obra iba a ver? Pues el musical de Frozen, claramente. ¿Recuerdas que cuando fui a ver el musical del Rey León te dije que me había gustado tanto que iba a querer ir a ver otro musical de Disney pronto? Bueno, esa misma noche cuando llegué al hotel saqué las entradas para ir a ver el de Frozen.

Pienso que es apropiado que haya ido a ver Frozen justo el mismo día del solsticio de invierno—no lo planeé así; fue mera casualidad de la cual me percaté luego.

Por cierto, el Drury Lane es el teatro más fastuoso que conocí jamás. Repleto de esculturas, cuadros y demás objetos artísticos y ornamentales por todos lados:

El elenco despidiéndose al final del espectáculo

Una vez más Disney ha conseguido maravillarme con la magia de sus musicales. Porque realmente ha sido un espectáculo mágico. Una de las partes más asombrosas fue cuando, durante el momento culminante de la canción «Let It Go», todo el escenario se convirtió en hielo de repente (o algo que daba la impresión de ser hielo), y el vestido ordinario y oscuro que llevaba puesto Elsa se transformó, como por arte de magia, en un vestido blanco, brillante y majestuoso, digno de la Reina de las Nieves.

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Escena de la canción «Let It Go» del musical de Frozen en Broadway

Ame,
Kato