Excursión a Shizuoka – Día 2: Itō, Kawazu, Shimoda, Izu, Numazu

Kara Ema:

Nuestro siguiente destino era Itō, una ciudad en la costa este de la península de Izu. El viernes a las 23 y pico llegamos al hotel que habíamos reservado para pasar la noche.

Habitación del hotel
Vestíbulo del hotel, escalera y pasillo a las habitaciones.

A las 9:30 del sábado partimos hacia la primera atracción turística que teníamos programada para ver en Itō: el monte Ōmuro.

El monte Ōmuro (大室山, Ōmuroyama) es un volcán de cono de ceniza de 580 m de altura en el campo volcánico Izu-Tobu de Itō, Shizuoka, Japón. […] La montaña está designada como monumento natural nacional y forma parte del Parque Nacional Fuji-Hakone-Izu.

Wikipedia
Monte Ōmuro
Subiendo al monte por medio de una aerosilla
En la cima
Donde en una época solía haber lava, hoy hay un campo de arquería.
Estatuas de Jizō​
Personas subiendo con un perrito

La siguiente atracción en la lista era la costa de Jogasaki, en particular el puente colgante.

Jogasaki Suspension Bridge
Costa de Jogasaki (I)
Costa de Jogasaki (II)
Costa de Jogasaki (III)
Costa de Jogasaki (IV)
Costa de Jogasaki (V)

De ahí seguimos viajando en dirección sur por la costa de Izu hasta llegar a Kawazu, una zona donde había un largo sendero que pasaba por una serie de siete cascadas llamada Kawazu Nanadaru. Nos aparcamos cerca de uno de los extremos del sendero, pero antes de comenzar a recorrerlo pasamos por un restorán para almorzar, dado que ya era pasado el mediodía.

Comienzo del sendero hacia las cascadas
Continuación del camino todo a lo largo del río
Shokei-daru, una de las siete cascadas.
「踊り子と私」, estatua de bronce frente a Shokei-daru.
Cascada Hebi-daru
Cascada Kama-daru
Cascada Deai-daru

Nuestra siguiente parada en el programa consistía en la playa y el santuario de Shirahama, en Shimoda. Llegamos a las 16:30 y nos pusimos a buscar un estacionamiento para aparcar el coche. Para nuestra sorpresa, prácticamente todos los aparcamientos que encontrábamos cerca de la playa tenían un cartel que decía que cerraban a las 16:30. Preguntamos en uno por qué cierran tan temprano, y nos dijeron que es porque a esa hora empiezan a cerrar todos los negocios y los socorristas dejan de vigilar la playa. Por suerte terminamos encontrando uno que nos dejó quedarnos igual pagando de antemano.

Entrada al santuario de Shirahama
Santuario de Shirahama
Torī rojo de la roca Daimyōjin​
Playa de Shirahama (I)
Playa de Shirahama (II)

Nos quedamos un rato en esta playa. Nos tiramos en la arena, nos metimos en el mar y nos zambullimos en las olas, las cuales eran relativamente grandes.

Seguimos viajando en dirección sur hasta llegar a la cueva marina de Ryūgū. Para cuando llegamos aquí eran las 20:00 y ya estaba había oscurecido, así que lamentablemente no pude sacar ninguna foto de la cueva dado que en plena oscuridad no salían bien, ni siquiera con el flash.

La cueva no era completamente cerrada. De un lado tenías las escaleras para entrar y salir, y del lado opuesto tenías el mar y el cielo abiertos. Me provocó una plácida sensación de serenidad estar en esa cueva, dado que me hacía sentir en conexión íntima con la naturaleza que me rodeaba: el mar, el cielo, las estrellas, y los cangrejos.

Continuamos una vez más rumbo al sur hasta llegar cerca del punto más austral de la península: el cabo Irōzaki. Decidimos no ir hasta el cabo dado que ya se estaba haciendo tarde y todavía teníamos un largo recorrido hasta llegar al hotel que habíamos reservado para pasar la noche. El hotel quedaba en Susono, una ciudad al norte de la península de Izu, con lo cual teníamos que atravesar toda la península de vuelta para llegar a él (unos 90 kilómetros).

Mientras Simon conducía, yo me puse a buscar un restorán donde parar para cenar. A las 22:30, cuando estábamos más o menos a mitad de camino, paramos en un restorán llamado Raizu, cerca de la ciudad de Izu. En esta región de Japón parece ser que las comidas con wasabi son una especialidad local, así que nos pedimos unas pastas con wasabi y una pizza, ambas cosas para compartir entre los dos.

Pizza y fideos con wasabi
Una caja llena de golosinas japonesas que había en el restorán para que los clientes agarren gratuitamente

A las 24:00 hicimos otra parada más antes de llegar al hotel: Manyō-no-yu, un onsen abierto las 24 horas en la ciudad de Numazu. Nos quedamos ahí disfrutando de las aguas termales y del sauna durante una hora aproximadamente.

De ahí nos fuimos para el hotel.

Ame,
Kato