Kara Ema:
El sábado 24 —Nochebuena— me desperté con una persona hablando por un altavoz, diciendo: «en unos minutos va a ser la hora de hacer el check-out, por favor desalojar las cápsulas.»
Resulta que mi hotel tiene la siguiente mecánica. Por más que te estés quedando varios días (o una semana como yo ahora), todos los días estás obligado a hacer un check-out antes de las 10:00 y un nuevo check-in después de las 14:00.
Durante el check-in, todos los días me entregan una nueva bolsa con las siguientes cosas:
- Pijama de dos piezas (pantalón largo y camiseta)
- Tres toallas (para el cuerpo, para las manos y para el piso)
- Un cepillo de dientes de plástico y un pequeño tubo de pasta dental
- Sandalias descartables
Lo sé, yo también pienso que es una locura y un desperdicio enorme, pero es como se manejan aquí. Tranquilamente podría usar el mismo cepillo de dientes y pasta dental que me dieron el primer día toda la seman, pero no, al parecer me van a dar uno nuevo todos los días. Después por ejemplo la toalla de manos no la uso para nada; así como me la dan la tiro limpia y doblada en el lugar donde hay que dejarlas para que las laven. La toalla de cuerpo también me parece una locura que la laven tras un solo uso. Y creo que las sábanas también las cambian todos los días.
Tengo el desayuno incluido en este hotel, así que a las 10:15 bajé a desayunar.
Me quedé un par de horas en la cafetería del hotel hasta que al mediodía finalmente salí a la calle. Cuando lo hice me llevé una enorme sorpresa de Nochebuena:
No lo podía creer. Nunca me imaginé que este año pasaría la primera Nochebuena Blanca de mi vida. Estuvo genial caminar por la nieve, tocarla, hacer bolitas, ver a los chicos jugando con ella, ver los muñecos de nieve que la gente dejaba hechos a un costado de la calle, etc.
¿Viste que te había contado que cuando llegué a Nagoya me salteé temporalmente todo el complejo comercial enorme que hay en la zona de la estación? Se me ocurrió que podría empezar a recorrer al menos una parte, y de paso buscar un lugar para almorzar por allí.
Por lo que estoy viendo en el plano que está en Towers.jp, el complejo comercial de la estación de Nagoya se divide en dos torres gemelas —llamadas simplemente Towers—, y una tercera torre llamada JR Gate Tower. También hay una parte subterránea llamada GateWalk, que debe de ser algo similar al paseo subterráneo que hay en Tenjin, Fukuoka.
De todo eso lo único que recorrí este día fue la JR Gate Tower. Sabía que si intentaba hacer todo en un día me iba a acabar volviendo loco, sobre todo con la cantidad impresionante de gente que había, dado que era feriado y que afuera hacía frío y había nieve por todos lados.
Cuando llegué al patio de comidas (ubicado en los pisos 12 y 13 de JR Gate Tower), me di cuenta de que me idea de comer aquí no iba a poder realizarse. Al menos no si no quería tener que hacer una fila de como veinte personas, cualquier fuese el restorán al que entrase.
Así que a las 13:00 —tras haber recorrido todos los pisos de la torre—, terminé bajando de vuelta al primer piso para salir y buscar otro sitio para ir a comer.
Por cierto, dato curioso: mientras estaba bajando en el ascensor había una mujer al lado de la puerta. Yo estaba a unos pasos detrás y al costado de ella. Cuando la puerta se abrió en el primer piso, la mujer me señaló la salida y me dijo「どうぞ」(dōzo; adelante), lo cual me llamó la atención. Dejar pasar a alguien es algo que en el Occidente lo haría típicamente un hombre a una mujer, y no una mujer a un hombre. Peron en Japón no existe la cultura de «ladies first», y me da la sensación de que las mujeres japonesas se sienten de alguna manera inferiores al hombre, y que tienen que servirle y entretenerle. Es sin lugar a dudas una sociedad mayormente dominada por los hombres, y lo interesante es que las mujeres no parecen tener problema con esto; todo lo contrario.
Me acordé que había leído en Japan Today que Burger King había lanzado una nueva hamburguesa por tiempo limitado que tenía ganas de probar, así que decidí ir a almorzar allá, a pesar de que el Burger King más cercano quedaba a dos kilómetros desde donde estaba y tenía un McDonald’s enfrente.
Algunas cosas con la que me topé en el camino:
Un punto de encuentro óptimo frente a los Grandes Almacenes Meitetsu de Nagoya, la enorme muñeca apodada «Nana-chan» es muy querida como la cara de la zona que rodea la estación de Nagoya. Con sus asombrosos 6 metros y 10 centímetros de altura, los trajes de Nana-chan cambian con las estaciones. Sus diversos atuendos van desde trajes de baño o ligeros kimonos de verano conocidos como yukata hasta un traje de Papá Noel durante la época navideña. Una vez incluso se la pudo ver echando nubes de humo blanco por la nariz. Cuando visite Nagoya, eche un vistazo a las últimas tendencias de Nana-chan.
AichiNow
No me gusta el vestido que llevaba puesto cuando la visité. Habría preferido verla con un traje de Navidad considerando que mañana es Navidad, pero no, a alguien se le ocurrió la brillante idea de disfrazarla de… ¿pastel?
A las 14:00 llegué a Burger King en el distrito de Osu, del cual te voy a hablar en un rato.
Me pedí la Butcher Double Meat BBQ Cheese Burger, una potente hamburguesa con un medallón de carne y otro de pollo rebosado, además de queso y salsa barbacoa. Un poco cara pero deliciosa. Valieron la pena los dos kilómetros que tuve que marchar para llegar a ella.
Ya que estaba en Osu, decidí pasar el resto de la jornada recorriendo este distrito, que parecía bastante lleno de cosas interesantes.
El distrito comercial de Osu es una enorme y popular zona comercial con más de 1200 tiendas y restaurantes. Hay todo tipo de tiendas, incluidas tiendas de electrodomésticos, tiendas de ropa de segunda mano, restaurantes y cafeterías. El centro comercial está siempre abarrotado de gente y lleno de energía. Se celebran muchos eventos a lo largo del año, como el Festival de Verano de Osu en agosto, el Festival Osu Daido-chonin en octubre y el Osu Setsubun Takarabune Gyoretsu (desfile de barcos del tesoro) en febrero. […]
Nagoya-info.jp
Adivina cuál fue la primera tienda que visité. Espera, antes de decirte tienes que saber que esto no estaba en mis planes para este día sino que fue algo que surgió espontáneamente. Pasé frente a esta tienda de casualidad mientras estaba yendo a Burger Kind y me dije «apenas termino de comer tengo que venir acá».
Obviamente estoy hablando de una tienda otaku, en particular de Lashinbang, donde fui a las 15:00 y me quedé por un buen rato. Esta tienda se especializa en la venta (o debería decir reventa) de productos otaku de segunda mano. Cosas como figuras, pines, llaveros, cartas coleccionables, mangas, revistas, peluches, etc. Si bien tengo entendido que todo o casi todo lo que está en esta tienda es de ocasión, la verdad es que los japoneses cuidan tan bien de sus cosas que no parecería que fuesen artículos usados. Además te los venden todos empaquetados en sus cajas originales (o en el caso de mangas y revistas, envueltos en plástico), que parece que estuvieses comprando un producto nuevo.
En la sección de seinen manga me encontré con unos cuantos títulos que me llamaron notablemente la atención.
El seinen (青年) son cómics japoneses enfocados a hombres adultos. En japonés, la palabra seinen significa literalmente «juventud», pero el término «seinen manga» también es usado para describir las audiencias de revistas como Shūkan Young Jump o Young Magazine, las cuales específicamente apuntan hacia intereses masculinos, y son dirigidos a adolescentes mayores y adultos jóvenes. Al igual que el manga shōnen, éste cubre un amplio número de temáticas, aunque ciertos temas sexuales son algo más prevalentes en el seinen.
Wikipedia
Y esto recién empezaba. Todavía ni siquiera había entrado a la sección de adultos, que era lo que venía justo después.
Cuando me estaba por el de la tienda me encontré con esto:
No lo podía creer cuando lo vi, y al precio que lo estaban vendiendo. Yo tenía uno igual a estos, que me habían dado gratis para agradecerme por haber ido a ver Wataten al cine. Cuando llegué a casa lo miré, me dije «¿Y ahora qué hago con este cartón?», y lo terminé tirando a la basura. De haber sabido que podría haberlo vendido en Lashinbang… Lo venden a ¥2750 (20 dólares). Están totalmente locos los japoneses que son capaces de gastarse ese dinero por un pedazo de cartón con una impresión a color pegada encima. Me imagino que los únicos que lo harían son los coleccionistas que quieren tener absolutamente todo de su personaje o animé favorito.
A las 16:30 salí de Lashinbang y me fui a pasear por las calles comerciales cubiertas de Osu.
Caminando por Osu no tardé mucho en volver a toparme con otra tienda más de artículos de segunda mano de otaku. Una vez más la tentación fue más fuerte que yo: tenía que entrar a echar un vistazo.
Menos mal que no me puedo comprar nada cada vez que entro a estas tiendas (por el hecho de que no tengo más lugar donde meter estas cosas), y que me puedo contentar solo con mirar las estanterías y las vidrieras; caso contrario mi billetera estaría mucho más delgada.
Y eso fue todo lo interesante que encontré en esta tienda.
Mentira. Hay una cosa más.
¿Estás preparada para conocer el lado oscuro de Japón? ¿El que Japón no quiere que los extranjeros conozcan para no ser juzgado y acusado?
Igual pienso que ninguna cultura tiene derecho a juzgar a otra, porque lo haría desde el punto de vista de sus propios valores ético-culturales. No hay cultura que sea más apropiada que otra, así como no hay religión o ideología política que esté más acertada que otra. A no ser obviamente que en cierto país estén literalmente asesinando mujeres solo porque se niegan a cubrirse el cabello (*ejem*Irán*ejem*). Si hay algo que realmente está «mal» es eso, no lo que vas a ver ahora.
Ya te había hablado de las gravure idols—básicamente modelos que posan sensualmente para revistas y DVDs. ¿Pero sabías que, al igual que existen junior idols en el ámbito de la música, también las hay en el ámbito del gravure?
La única diferencia entre una gravure idol junior y una senior —aparte de la edad—, es que las juniors no hacen material completamente desnudas, ya que eso podría ser considerado pornografía infantil, lo cual es ilegal en Japón.
Si esto te sorprende, espera porque aún no te he mostrado los DVDs. Estos estaban en la sección de adultos de la tienda, mezclados con los DVDs más convencionales.
Este es el resultado de lo que puede suceder en una sociedad en la cual se les deja a las chicas hacer lo que quieren hacer (modelar, bailar, cantar, actuar, etc.) y a los hombres también (consumir contenido de dichas chicas modelando, bailando, cantando, actuando, etc.). Una sociedad sin prejuicios estúpidos y excesivamente paranoicos. No hay perdedores en esta industria. Las chicas se divierten trabajando de lo que les gusta, los hombres se divierten viéndolas, y los productores se llenan sus bolsillos con millones de yenes. Esto vale tanto para las gravure idols como las music idols, tanto junior como senior.
Apenas salí de la segunda tienda otaku que visité en el día, caminé dos pasos y me encontré frente a unas idols que estaban cantando en un escenario improvisado en la plaza Fureai.
Yo siempre digo: «En Japón los eventos no se buscan; ellos te encuentran a ti.» Mentira, se me acaba de ocurrir recién esta frase—pero igual es muy cierta. La mayoría de los eventos a los que he asistido en Japón me los he encontrado de casualidad mientras iba caminando por la calle.
La chica del medio con el pelo rosa tenía una voz impresionante. Te armé un montaje de algunos de los temas que cantaron para que los pudieses apreciar tú también:
A las 18:00 cuando terminó el evento de idols, me fui a seguir recorriendo el distrito de Osu.
Una cosa que noté por esta zona es que no solo había unas cuantas tiendas de animé/manga, sino que también había varios maid cafés, lo cual me hace pensar que este barrio debe de ser como el Akihabara de Nagoya o algo así.
Ya había ido a un maid café hace poco, así que no pensaba ir de vuelta. Pero terminé yendo a algo parecido llamado concept café.
Me encanta probar esta clase de servicios bizarros que no existen nada más que en Japón, dado que luego tengo la experiencia para contarte, y me queda también a mí para saber si me gusta y si vale la pena repetirlo más adelante.
Antes de contarte mi experiencia en el concafé, déjame explicarte un poco la diferencia entre un concept café y un maid café. Los maid cafés suelen ser más caros, más formales, y con protocolos preparados como la forma en que te reciben las maids, esos gestos kawaii que hacen para hacer que la comida sea más sabrosa, etc. Mientras tanto los concafés son algo más económicos y más distendidos. Las chicas no están vestidas de maids ni tienen que tratarse como si fueses su maestro/amo. Te pueden tutear (hablarte de manera informal), cosa que en un maid café nunca pasaría. También me da la sensación de que las chicas de los concafés suelen ser incluso más jóvenes que las de los maid cafés, o por lo menos estoy seguro de que ese era el caso en el concafé donde estuve el sábado.
Una de las cosas que tienen en común los concafés con los maid cafés es que por un precio te puedes sacar una foto con la chica que quieras. Luego la chica te va a hacer corazoncitos y te va a escribir cosas tiernas sobre la foto antes de entregártela. Esto es muy común en los conciertos de music idols también, donde los fans pagan para hacerse chekis (así les dicen a las fotos instantáneas) con sus idols favoritas.
A diferencia de los maid cafés, en este concafé no había un precio para entrar, pero a cada hora que me quedara tenía que consumir algo sí o sí. Yo me quedé una hora y lo único que me pedí fue este pastel de crema:
Aparte de los chekis, otras cosas que noté que hacían los otros clientes eran:
- Un cliente le compró un pastel a una de las chicas, aparte de uno para él mismo, así podían comer juntos como si se tratase de una cita.
- Un cliente compró fotos de una de las chicas. La chica le mostró un álbum de fotos de ella y le pidió que eligiese la que le gustara más para quedársela.
En un momento le pregunté la edad a Mio-chan, la chica que me estaba atendiendo, porque sabía que me iba a decir cualquier cosa menos su edad verdadera. Me dijo que no tenía edad. Tras lo cual le dije que me parecía sospechoso el hecho de que no me quisiese revelar su edad.
Esto pienso yo que debe de ser una política de la empresa para no comprometer a los clientes ni a las empleadas, y proteger a las menores que se encuentren trabajando allí. Por la forma en que se expresaban estoy casi seguro de que todas las chicas que estaban ahí atendiendo eran menores, al menos de 20 si no de 18.
Luego estuve hablando bastante con otra chica más, a quien le pregunté qué pensaba hacer para Navidad y me dijo que visitar una iglesia, lo cual me agarró desprevenido dado que no esperaba una respuesta así de una japonesa. Me dijo que era cristiana pero que no era 100% japonesa dado que su madre era de las Filipinas. Me contó que le gustaban mucho las iglesias y que le encantaría viajar a otros países para ver las majestuosas iglesias que hay, dado que en Japón son todas pequeñas y ordinarias.
En un momento la chica dijo que tenía frío, a lo cual yo respondí que sí, hacía frío, pero que estaba bueno que hubiese nieve. Ella me dijo, «¿has estado jugando con la nieve?». Cuando le dije que sí se rió. Me justifiqué argumentando que era divertido, y que de donde venía no había nieve y hacía más de diez años que no la veía o la tocaba.
Luego también me hizo un comentario sobre mi altura y la altura de los extranjeros en general. Varias veces me ha pasado que los japoneses me hagan cumplidos por mi altura. Cuando le dije a esta chica exactamente cuánto medía me dijo que me envidiaba. Pero yo le dije que en Japón no está tan bueno ser tan alto porque sobresales mucho y te la pasas golpeándote la cabeza con los marcos de las puertas. Conseguí hacerla reír con ese comentario, que era lo quería (igual también es cierto).
A las 19:20 me fui del concept café y regresé a la esquina donde estaba el Lashinbang. Volví ahí por dos razones: una es que quería probar una especie de milanesa de pollo que vendía un local de por ahí, y veía que todo el mundo estaba comiendo al costado de la calle más temprano. Y la otra es que frente al Lashinbang había un Daiso, donde entré a comprarme algunas provisiones de comida para tener en el hotel cuando me agarrara hambre.
Dato curioso: el alimento más típico que comen los japoneses en Navidad es el pollo, a diferencia de en Estados Unidos y algunos países de Europa donde prefieren comer pavo.
A las 20:00 emprendí la marcha de vuelta a la zona de la estación de Nagoya, que es donde estaba mi hotel. En el camino me crucé con:
Esta última foto me encanta. Tiene casi todos los elementos típicos que te encuentras caminando por una ciudad japonesa: los carteles con los nombres de los comercios escritos en vertical, los cables a la vista arriba de la calle, el taxi con el estilo clásico, el izakaya con la gente comiendo en la barra, el puente atravesando la calle enfrente, la linterna japonesa a la derecha, el cartel con un chica de animé vestida de colegiala a la izquierda.
Ese cartel de colegiala me llamó la atención así que me acerqué a esa tienda de la esquina para ver qué era.
Resulta que era una de esas tiendas bizarras de servicios sexuales como solo Japón puede ofrecerte. Según el cartel que estaba en las escaleras, el servicio más barato era de 30 minutos y costaba ¥5500 (~US$40). Luego había servicios más caros y más largos que incluían cosplay. Esos costaban a partir de ¥10.500 (~US$80). También había las siguientes opciones adicionales:
- 生パンティお持ち帰り (Llévate las bragas de la chica a tu casa) – ¥2000 (~US$15)
- しっくすないん (69 [la posición sexual]) – ¥1000 (~US$7)
- ピンクローター (pink rotor; si no me equivoco esto es un vibrador) – ¥1000 (~US$7)
A las 21:00 llegué al hotel.
Ame,
Kato