Paseo por Madrid 3: café de gatos, tapas y cine

Kara Ema:

Hoy —domingo— salí de casa a las 10:15 y me tomé el metro hasta el centro.

A las 11:00 tenía reserva en La Gatoteca, un café de gatos madrileño.

La Gatoteca
Decoraciones japonesas en La Gatoteca
Neko durmiendo
Neko observando

En total estuve media hora. Fue una experiencia muy similar a la de los cafés de gatos en Japón, solo que aquí había más gente y más bullicio. El sitio es tan popular que hace falta reservar para poder entrar. Supongo que tiene sentido considerando que parece ser el único neko café de todo Madrid, mientras que en Tokio hay tropecientos.

Lo bueno de este café —que en los de Tokio no suele ser el caso— es que todos los gatos eran adoptables.

¿Recuerdas Los 100 Montaditos? No podía irme de España sin volver a pasar por este restorán, donde venden montaditos de un montón de gustos a apenas un euro cada uno. Así que después de visitar a los gatitos me fui a comer unos montaditos.

Me pedí cinco:

  • Tortilla de patatas y alioli
  • Burger, cebolla crujiente y salsa Cajún
  • Pollo, bacon ahumado y salsa brava
  • Salchicha de queso y salsa BBQ
  • Chorizo a la parrilla
Los cinco montaditos que me pedí en Los 100 Montaditos

A las 13:00 me fui de tapeo a un bar de tapas llamada La Paradita, que había leído que tenían tapas baratas a un euro cada una. Al final resultó que estaban a 1,5€ (parece que habían aumentado de precio recientemente).

En total me pedí tres tapas:

  • Croquetas de jamón
  • Patatas bravas
  • Albóndigas de la abuela

Me decepcionó un poco la cantidad —una sola albóndiga y una sola croqueta—, pero fuera de eso me pareció delicioso, y un excelente complemento para los montaditos que acababa de comer antes.

A las 15:00 pasé frente al Palacio Real de Madrid y los Jardines de Sabatini.

Jardines de Sabatini

De ahí me fui en dirección de la Plaza de España, la cual atravesé hasta llegar a Cines Renoir, donde había reservado para ver una película a las 16:00.

Cines Renoir

Lo interesante de este cine es que era súper simple: lo único que había dentro era la taquilla para comprar las entradas (que yo no necesité utilizar porque la había sacado por internet), las salas y los aseos—nada más. No vendían alimentos ni permitían que entraras a la sala con alimentos.

La peli que fui a ver se llamaba 20.000 especies de abejas.

20.000 especies de abejas

Cocó, de ocho años, no encaja en las expectativas del resto y no entiende por qué. Todos a su alrededor insisten en llamarle Aitor pero no se reconoce en ese nombre ni en la mirada de los demás. Su madre Ane, (Patricia López Arnaiz), sumida en una crisis profesional y sentimental, aprovechará las vacaciones para viajar con sus tres hijos a la casa materna, donde reside su madre Lita (Itziar Lazkano) y su tía Lourdes (Ane Gabarain), estrechamente ligada a la cría de abejas y la producción de miel. Este verano que cambiará sus vidas obligará a estas mujeres de tres generaciones muy distintas a enfrentarse a sus dudas y temores.

FilmAffinity
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Tráiler de la peli

Me parece genial que estén empezando a salir películas que aborden estos temas, de niños que no se sienten cómodos con su sexualidad, que se sienten atrapados en un cuerpo del género equivocado. Es un paso en la dirección correcta; la de niños más sexualmente libres e independientes.

La película me pareció muy buena, aunque quizás un poco larga con su duración de dos horas. Mi escena favorita fue sobre el final, cuando toda la familia está buscando a la niña en un bosque, y todos la llaman por el nombre Aitor (nombre de niño que le pusieron cuando nació), hasta que en un momento el hermano y la madre cambian y empiezan a llamarla por el nombre que ella les había dicho que quería tener: Lucía.

También me gustó que en los créditos finales le pusieran al personaje Lucía en vez de Aitor o Cocó.

Al parecer esta historia ficticia está inspirada en una historia real, de un adolescente vasco llamado Ekai, que se suicidó en 2018. QEPD.

Ekai tenía 16 años. Hacía tiempo que este joven transexual luchaba por afianzar su transición de mujer a hombre. Ana y Exalar, sus padres, lo encontraron muerto en su casa de Ondarroa, un pueblecito de Vizcaya. Quedaban truncadas sus ilusiones de artista, su proyecto de vida posible gracias a esos objetivos a punto que nunca llegaron. Su suicidio es, por encima de casi todo, «una derrota de la sociedad».

[…]

«Debemos trabajar para despatologizar la transexualidad. No puede ser que para recibir el tratamiento haya que estar justificando ante un psiquiatra que estás tarado». La transición médica que esperaba Ekai, atendido en el Hospital de Cruces de Barakaldo, implicaba una terapia hormonal con el objetivo de «crear características masculinas como una voz más grave, el crecimiento del vello facial y de los músculos, la redistribución de la grasa corporal desde la cadera y los senos hacia otras partes, interrumpir el periodo menstrual…» -así lo describe el portal Planned Parenthood-.

El Español

A las 18:00 pasadas, cuando terminé de ver la pelí me fui para casa en metro.

Ame,
Kato