Kara Ema:
El martes me pasé el día en Amberes, una ciudad de la región de Flandes, en Bélgica. El nombre de la ciudad es Antwerp en inglés, Antwerpen en neerlandés y Anvers en francés.
A las 8:30 bajé a tomar el desayuno continental que estaba incluido en el hotel.
A las 10:15 hice el checkout y quince minutos más tarde ya estaba subido en el tren viajando para Antwerp. Tenía unos cuarenta minutos de viaje.
Cuando llegué a la estación de Amberes, lo primero que hice fue buscar las taquillas para dejar mi maleta allí.
A las 11:30 salí de la estación y empecé a caminar hacia el centro de la ciudad.
Al parecer Amberes es parecida a Gante en hacer uso extenso de una red de tranvías para trasladarse por el centro. También usan mucho las bicicletas.
Todo tiene que ser desmesuradamente opulento en las mayores ciudades de Europa: los centros comerciales, las estaciones ferroviarias, etc. Y todo tiene que tener aseos pagos. Entré a este centro comercial esperando encontrar unos aseos gratuitos, pero no: puertas con molinetes y máquina para pagar un euro con tarjeta. No, gracias. Puedo aguantarme.
Un rato después llegué a Frites Atelier, una tienda donde vendían patatas fritas, un clásico belga. Me compré una ración y aproveché para usar el baño de la tienda.
A las 13:00 pasadas seguí recorriendo el centro histórico de esta ciudad.
Para entrar a la catedral había que pagar 12€. No, gracias. Hay miles de iglesias y catedrales en Europa y son todas muy parecidas entre sí. No tengo ningún interés en entrar a ver ninguna, y mucho menos en pagar para hacerlo. Tampoco tengo interés en financiar una organización que abusa de niños, tanto física como psicológicamente lavándoles la cabeza para hacerlos parte de la secta. Así que me limitaré a admirar la arquitectura de las iglesias por afuera.
Cerca de esta plaza fue donde vi por primera vez una obra del artista callejero Invader:
Invader es un artista callejero francés anónimo. Es conocido por sus mosaicos de azulejos de cerámica inspirados en el arte pixelado de los videojuegos de 8 bits de los años setenta y ochenta, muchos de los cuales representan a los extraterrestres titulares de los juegos de arcade Space Invaders, Pac-Man y Super Mario Bros (en los que se inspira su seudónimo). Desde diciembre de 2020, sus creaciones pueden verse en lugares muy visibles de 79 ciudades de 20 países. Para acompañar sus instalaciones por toda la ciudad, o «Invasiones», Invader publica libros y mapas como guías de las ubicaciones de sus mosaicos.
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Het Steen es una fortaleza medieval situada en el casco antiguo de Amberes (Bélgica), uno de los mayores puertos de Europa. La estructura que se conserva se construyó entre 1200 y 1225 como puerta de entrada a un castillo más grande de los duques de Brabante, que fue demolido en el siglo XIX. Como primera fortificación de piedra (muralla de la ciudad) de Amberes, Het Steen es el edificio más antiguo de Amberes y formaba parte de su núcleo urbano más antiguo. Las palabras «Het Steen», traducidas del neerlandés, significan «la roca», aunque ese no es el significado etimológico equivalente.
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Het Steen era el punto más alejado de la estación que quería visitar, así que una vez que llegué allí empecé a tomar el camino de regreso, volviendo a pasar por el casco histórico y acercándome nuevamente a la estación de Amberes.
Lo único que me quedaba por ver antes de volver a la estación era un parque cercano a ella llamado Stadspark.
Era un parque relativamente grande, con un estanque, juegos infantiles y pista de patinaje. Así y todo no tenía ni un solo baño. Me pregunto cómo hará la gente que vi que estaba en ese parque tomando sol, leyendo en un banco, o jugando en los juegos. Básicamente están todos obligados a quedarse no más de dos o tres horas porque el arquitecto que diseñó el parque tuvo la brillante idea de no instalar ningún aseo.
A las 15:30 ya estaba de vuelta en la estación Antwerpen-Centraal. Deambulando por el interior de la estación descubrí una tienda otaku que vendía cosas japonesas.
A las 16:45 me tomé el tren con destino a mi siguiente ciudad —¡y país!—: Ámsterdam.
A las 19:00 llegué a la estación Amsterdam Centraal. De ahí me tomé el metro hasta el barrio de De Pijp, donde estaré quedando durante una semana.
De Pijp es un barrio de Ámsterdam, Países Bajos. Está situado justo al sur del centro de Ámsterdam y forma parte del distrito de Ámsterdam-Zuid, en una zona de la ciudad conocida como el Viejo Sur (Oud Zuid). Cuenta con la estación de metro De Pijp. La mayoría de las calles de De Pijp llevan nombres de pintores holandeses, como Jan Steen, Frans Hals, Ruysdael y Vincent van Gogh. Diamantbuurt, Nieuwe Pijp y Oude Pijp son los tres distritos que componen la zona.
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Cuando me bajé del metro en De Pijp, antes de entrar al sitio donde me estaré quedando —de ahora en adelante me referiré a él como «casa»—, me fui a dar una vuelta para conocer la zona.
El paisaje urbano de Ámsterdam me recuerda mucho al de Londres. No solo por el tiempo sino también por la arquitectura de las casas.
Esto es algo que me encanta de Países Bajos y me gustaría ver en otros países también: las aceras continuas. Básicamente significa que el coche es el que atraviesa la intersección en lugar del peatón. Es decir, en vez de que el peatón tenga que bajar a la calzada, el coche tiene que subir a la acera. Esto se hace dado que el peatón siempre tiene más prioridad y debe estar más resguardado debido a que es el más vulnerable de los dos.
Cerca de casa hay una tienda de FEBO que creo que voy a visitar seguido esta semana, dado que vende un montón de comida rápida rica y relativamente barata. Esta vez me pedí para probar seis bitterballen y un kaassoufflé.
Bitterballen se trata de una especie de snack tradicional de la cocina holandesa y belga elaborada a base de carne picada de vaca, caldo de carne, harina y mantequilla, todo ello aliñado con perejil, sal y pimienta molida. Algunas recetas incluyen también curry en polvo o nuez moscada.
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Un kaassoufflé es un bocadillo neerlandés de queso derretido dentro de una envoltura fina a base de masa empanizada y luego se fríe.
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A las 20:30 llegué a casa y cené lo que había comprado en FEBO.
Ame,
Kato
Acá también hay un Febo! Pero vende zapatos 😅