Kara Ema:
El miércoles fue un día largo y muy interesante, especialmente el final. Pero empecemos por el principio.
A las 10:00 salí de casa.
Hay un parque a dos cuadras de casa llamado Sarphatipark, así que decidí arrancar la jornada visitándolo.
Era más pequeño que el parque que visité en Amberes, y aún así tenía un aseo. Países Bajos 1 – Bélgica 0 (Japón 10).
Una cosa curiosa de este parque es que tenía una zona donde estaba permitido ir con tu perro, y una zona donde no.
Después empecé a caminar en dirección sur, hasta la estación de tren Amsterdam Zuid.
Sigo completamente fascinado con la infraestructura urbana de esta ciudad. Sobre todo con:
- Las ciclovías en casi todas las calles.
- Las aceras continuas.
- Las flechas indicando quién tiene prioridad.
- Los semáforos inteligentes.
- La red de tranvías que complementa a los metros y los trenes.
Estas flechas son una idea genial. La base de la flecha indica quién tiene prioridad de paso, mientras que la punta indica quién debe ceder el paso. En este caso, los coches viniendo desde la izquierda deben ceder el paso a los peatones y ciclistas cruzando la calle.
De camino a la estación pasé por la tienda de la conejita Nijntje, conocida fuera de Países Bajos como Miffy.
Este personaje —originario de Países Bajos— es bastante popular en Japón, no solo con niños sino también con adultos, lo cual es interesante considerando que en Países Bajos está dirigido exclusivamente a niños pequeños (de jardín; ni siquiera de primaria). En Japón es popular porque es kawaii, y los japoneses alucinan con todo lo que sea kawaii.
Conozco una japonesa de 40 años que es absolutamente fanática de Miffy —al punto en que su casa está decorada con peluches y toda clase de otros accesorios de la conejita—, así que le compré un par de cosas para regalarle cuando vuelva a Japón.
Justo antes de llegar a la estación pasé por un gran parque, en el cual había una especie de fuentiscina (híbrido entre fuente y piscina), donde había niños jugando.
Frente a la estación vi estacionada una bicicleta Dolly, de las que usan los neerlandeses para transportar a sus niños.
A las 11:00 llegué a la estación y me tomé un tren hasta La Haya (Den Haag en neerlandés y The Hague en inglés).
Tras una hora de trayecto llegué a la estación Den Haag Centraal. Apenas salí por los molinetes vi una tienda de Smullers, así que pasé por allí para comprarme un frikandel.
La forma en que operaba este local era peculiar: los productos estaban todos detrás de un vidrio con una puerta y al lado una máquina para pasar la tarjeta. Una vez que pasabas la tarjeta te dejaba abrir la puerta para coger el producto.
El frikandel o frikadel es un plato típico de Bélgica, Países Bajos y el norte de Francia (concretamente, el Flandes francés y Artois). Es por regla general una salchicha de forma alargada, de color oscuro y suele servirse caliente. Al contrario que otras salchichas (generalmente comidas cocidas o asadas) el frikandel suele comerse frita.
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Apenas terminé de comer el frikandel empecé a recorrer la ciudad a pie.
El Binnenhof es un complejo de edificios situado en el centro de la ciudad de La Haya (Países Bajos), junto al estanque Hofvijver, que alberga la sede de los Estados Generales de los Países Bajos, el Ministerio de Asuntos Generales y la oficina del Primer ministro de los Países Bajos.
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En un momento estaba andando por una calle llamada Schoolstraat cuando de repente veo una smart shop llamado Euphoria. No conocía el concepto de smart shop así que no tenía idea de qué se trataba, aunque tenía mis sospechas. Busqué en internet y encontré esto:
Una smart shop o smartshop (lit. ‘tienda inteligente’) es un establecimiento minorista dedicado a la venta de sustancias psicoactivas, generalmente psicodélicos, así como parafernalia relacionada. El nombre deriva de smart drugs (nombre inglés para los nootrópicos), una clase de medicamentos y suplementos dietarios que mejoran la actividad cognitiva, los cuales a menudo se venden en las smart shops. Algunas smart shops son a su vez grow shops o head shops.
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Como siempre digo: en la vida —la única que tenemos— hay que probarlo todo. No todos los días se me presenta la oportunidad de comprar psicotrópicos legalmente, así que no podía dejarla pasar. Entré y me compré unas magic truffles.
Las trufas mágicas son los esclerocios de las setas de psilocibina, que técnicamente no son lo mismo que las «setas». Son masas de micelio que contienen el cuerpo fructífero que contiene las sustancias químicas alucinógenas psilocibina y psilocina.
En octubre de 2007, las autoridades neerlandesas anunciaron la prohibición de las setas alucinógenas o «setas mágicas». La prohibición de las setas no prohibía las especies alucinógenas en forma de esclerotium, debido a que las autoridades consideraban que eran más débiles que las setas. Las trufas de psilocibina, que antes apenas se vendían, se convirtieron en la única opción legal de producción. Hoy en día, las smart shops de los Países Bajos ofrecen trufas mágicas como alternativa legal a las setas prohibidas.
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Guía para un viaje con trufas
Traducción del cartel
1. Estómago vacío – no comer por tres horas.
2. No combinar con otros tipos de sustancias.
3. Elegir la dosis correcta (7,5 g leve; 10 g normal; 15 g fuerte).
4. Hacerlo en un sitio seguro y con buena gente.
5. Mantener una mente abierta y sana.
Siéntete libre de preguntar para más información
La chica que me atendió me pareció súper maja. Le expliqué que era mi primera vez y le pregunté qué me recomendaba. Me mostró un cartel con todos los diferentes tipos de trufas que vendía y me dijo que para alguien que recién arranca me sugería alguno de los tres primeros:
- Space Shuttles para una experiencia de euforia.
- Dolphins Delight para una experiencia más visual.
- Golden Teacher para una experiencia interna.
Lo que yo quería más que nada era experimentar alucinaciones, así que opté por Dolphins Delight para la experiencia visual. Tenía la opción de 10 o 15 g. Como era mi primera vez elegí diez gramos.
Pagué los 13 euros y me guardé las trufas en la mochila para probar más tarde. Luego seguí con mi recorrido por el centro de La Haya.
Esa iglesia que se ve en el fondo de la última imagen no paraba de emitir melodías con sus campanas. Ya me parece un poco molesto y pretencioso las iglesias que suenan una vez cada hora, pero una que está sonando todo el tiempo sin parar ya bordea lo absurdo—sobre todo en un país como Países Bajos donde el 60% de la población es no religiosa.
El Palacio de la Paz (en neerlandés: Vredespaleis) es un edificio situado en La Haya, Países Bajos. A menudo se llama la sede del derecho internacional, ya que en él se encuentran la Corte Internacional de Justicia, la Corte Permanente de Arbitraje, la Academia de Derecho Internacional y la Biblioteca del Palacio de la Paz.
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El Palacio de la Paz era lo último que tenía en la lista de sitios que quería ver en La Haya. Pensé que iba a tardar más en recorrer todo pero al final terminé haciendo bastante rápido, dado que para cuando llegué aquí recién era la una y media de la tarde.
Decidí ir a almorzar a un Five Guys que quedaba cerca de la estación, cosa de terminar de almorzar y ya volverme para Ámsterdam.
Tras almorzar y trabajar un rato, a las 16:30 estaba en la estación Den Haag Centraal tomándome el tren.
A las 17:15 llegué a Amsterdam Zuid y empecé a caminar hacia el norte, en dirección de Vondelpark, un parque de unos dos kilómetros de ancho.
Antes de llegar al parque pasé por una quesería, donde me compré un pedazo de queso Gouda. Es que había leído que en Ámsterdam tienen buenos quesos y quería comprobarlo (comprobado). Además necesitaba algo para acompañar las trufas, dado que me había dicho la chica que me las vendió que no saben muy bien, con lo cual me recomendaba comerlas con algo salado.
También pasé por un lugar llamado Het Amsterdams Lyceum.
El Amsterdams Lyceum es un centro educativo de educación secundaria de Ámsterdam. Ofrece los estudios de Gymnasium y Atheneum (los ciclos neerlandeses de educación secundaria de ciencias, de 12 a 18 años; el Gymnasium, con latín y griego obligatorios). El liceo, además, concede diplomas que acreditan el conocimiento reforzado del español, inglés o italiano, que los alumnos siguen a través de los programas llamados, respectivamente, «Trayecto Español», «Corso Italiano» y «Fast Lane English». Es el centro de secundaria más antiguo de los Países Bajos: fue creado en 1917.
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A las 17:40 llegué al parque.
Sí, Vondelpark también tenía una fuentiscina, o kinderbadje como realmente se las llama («piscina para niños»). Parece que es algo común en los parques neerlandeses.
Y me topé con una bonita estatua también, similar a las que solía encontrarme en Japón:
Naaktfiguur («Figura desnuda»), también llamada «Chica» o «Desnudo de pie», es el título de una escultura del Vondelpark de Ámsterdam.
La escultura data de alrededor de 1957 y es obra de Frits Sieger. Se exhibió durante la exposición «Escultura holandesa ’57» en el Museo Boijmans. Posteriormente, el ayuntamiento de Ámsterdam la compró en 1958 y la colocó en el Vondelpark […].
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A las 18:30 me fui del parque.
El siguiente lugar por donde pasé fue un supermercado llamado Albert Heijn. Allí me compré una brioche (me había olvidado de que existían las brioches, dado que en Japón no se consiguen) y un hagelslag (fideos de chocolate), que venía teniendo ganas de probar desde que me enteré que los neerlandeses desayunan esto todas las mañanas.
Hagelslag, son pequeños gránulos de chocolate, oblongos y de sabor dulce, que se espolvorean sobre rebanadas de pan o biscotes previamente untados con mantequilla. Su nombre hace referencia al granizo: hagel – granizo y neerslag – precipitación.
Los holandeses los comen tradicionalmente para desayunar o almorzar. El hagelslag es un alimento típico holandés que no se encuentra en otros países […].
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Como te había contado antes, lo bueno que tienen los supermercados europeos que los japoneses no tienen es un montón de variedad en ciertas cosas como galletas y bebidas:
Otra cosa curiosa que vi en este supermercado es que tenían una máquina para escanear productos que podías llevar contigo mientras hacías las compras, cosa de que para cuando llegaras a la caja ya tuvieses todo escaneado y solo tuvieses que pagar.
De ahí pasé por la zona donde están la mayoría de los museos importantes de la ciudad, incluyendo el Rijksmuseum.
El Rijksmuseum (en español: Museo del Reino) o Museo Nacional de Ámsterdam se encuentra ubicado en Ámsterdam, Países Bajos. Está dedicado al arte, la artesanía y la historia. Posee la más famosa colección de pinturas del Siglo de Oro neerlandés así como una rica colección de arte asiático y egipcio.
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Luego empecé a caminar hacia casa.
A las 19:20, preparé el queso y las trufas que había comprado, y me fui al parque Sarphatipark a comerlos, aprovechando los últimos rayos de sol de la jornada (en esta época del año por este lado del mundo el sol se esconde a las 21:50).
La idea era quedarme en el parque al menos hasta que empezara a sentir algún efecto, que según la que me vendió las trufas sería al cabo de media hora. Así que me puse a leer un manga mientras esperaba.
Tras leer un solo capítulo del manga, tras transcurrir la media hora y el sol comenzar a desaparacer detrás de los edificios, los efectos aún no se presentaban. Decidí volver a casa de todas formas dado que estaba empezando a hacer frío.
En casa me puse a ver una serie japonesa en Netflix (Ai no Sato). Me vi tres capítulos y todavía me sentía normal. Cuando terminó el último capítulo, cerré la laptop y me quedé un rato en la cama acostado.
Ahí fue cuando realmente empecé a notar cosas locas. Vi cómo los stickers de Pokémon que tengo pegados en la tapa de mi laptop se desplazaban y giraban ligeramente. La laptop misma cambiaba de tamaños, se alejaba, se acercaba y se distorsionaba. La persiana de la habitación vibraba.
Aparte de las alucinaciones, también hubo otros efectos. Cada tanto me reía, y entraba y salía de un estado de trance, en el cual todas mis sensaciones se agudizaban. Mis emociones, miedos, preocupaciones… Todo se intensificó y se manifestó en mi cabeza.
En ese momento me sentía medio cansado por haber estado caminando todo el día (más de veinte kilómetros). Esa fatiga se manifestó mucho más fuerte con la droga. Nota para mí mismo: la próxima vez emplearla cuando me sienta enérgico y no extenuado.
Tuve una pequeña crisis existencial, en la que me pregunté cosas como «qué estoy haciendo aquí solo en Ámsterdam», «qué tan feliz puedo llegar a ser en un mundo infeliz e injusto», «es tarde para empezar a hacer lo que quiero hacer», «qué quiero hacer», «dónde quiero vivir», etc.
Finalmente el cansancio me ganó y me acabé durmiendo.
Hacía rato que tenía ganas de probar psicotrópicos, pero no hay muchos países donde sean legales lamentablemente. Países Bajos es la prueba de que legalizar las drogas no tiene efectos negativos en la sociedad, así como Japón prueba lo mismo con el lolicon.
La única razón por la cual las drogas son ilegales en la mayoría de los países es por cuestiones culturales—porque la moral colectiva dicta que drogarse «está mal» y hace mal. Pero incluso si eso fuera cierto, ¿no debería ser una decisión de cada uno si quieren drogarse o no? El tabaco y el alcohol también hacen mal, y sin embargo estas drogas son legales en casi todos lados. ¿Por qué el tabaco sí y el cannabis no?
La droga es ilegal en muchas jurisdicciones por la misma razón que el lolicon, el incesto, el poliamor, la pederastia, la prostitución, etc. es ilegal. No porque haya nada intrínsicamente malo o dañino en estas cosas, sino porque es visto por las sociedades modernas como algo inético e inmoral.
Pero si recordamos que la moral es un constructo social y aplicamos el principio del daño, podemos ver que todas estas cosas no hacen daño a terceros necesariamente, con lo cual no tienen por qué ser ilegales. Lo único que no debería estar permitido es hacer daño a terceros.
Si tan solo el resto de los países fuesen tan tolerantes y liberales como Países Bajos… Si tan solo el mundo no fuese tan hipócrita proclamando cosas como «Love is love 🏳️🌈, pero solo si ambos tienen más de 18 años (o menos de 18) y no hay relación de sangre.»
Ame,
Kato