Kara Ema:
El jueves salí de casa a las 11:00 y me dirigí a recorrer el centro de Ámsterdam.
El Begijnhof es uno de los hofjes más antiguos de Ámsterdam (Países Bajos). En él se concentra un conjunto de edificios históricos, en su mayoría viviendas particulares. Como su nombre indica, originalmente era un beguinaje. Hoy alberga dos iglesias, la católica Houten Huys y la Reformada Inglesa.
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Los beguinajes (begijnhof en neerlandés, béguinage en francés) eran los lugares donde vivían las beguinas, religiosas laicas que vivían en comunidad. Solían estar constituidos por una o dos filas de casitas unidas por corredores, enfermería e iglesia, por lo general, todo construido alrededor de un patio o jardín. Eran auténticos poblados dentro de una ciudad. Se encuentran sobre todo en Flandes y los Países Bajos.
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El Palacio Real de Ámsterdam (en neerlandés: Koninklijk Paleis) es uno de los cuatro palacios en los Países Bajos, que está a disposición del monarca de los Países Bajos por ley del Parlamento. El palacio, con un estilo arquitectónico clasicista, fue construido como ayuntamiento de la ciudad durante la Edad de Oro neerlandesa en el siglo XVII. El edificio se convirtió en el palacio real del rey Luis I Bonaparte y más tarde de la Casa Real neerlandesa. Está situado en el lado oeste de la Plaza Dam, en el centro de Ámsterdam, frente al monumento de la guerra y al lado de la Nieuwe Kerk.
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Por esta zona había un centro comercial de seis pisos llamado De Bijenkorf. Lo que tenía en cada piso:
- Piso 0: perfumes, joyas y relojes.
- Piso 1: ropa y zapatos para hombre.
- Piso 2: ropa para mujeres.
- Piso 3: accesorios y zapatos para mujeres.
- Piso 4: ropa para niños, juguetes, libros.
- Piso 5: tiendas de comida y aseos (gratuitos, increíblemente).
A las 13:00 llegué a The Pancake Bakery, una tienda especializada en hacer panqueques. Parece que es ultrafamosa porque había una larga fila para entrar cuando fui. Tras alrededor de media hora de espera, finalmente entré y me pedí un panqueque de bacon y queso.
Los pannenkoeken (panqueques) neerlandeses difieren de los clásicos en que las cosas que le agregas, en vez de estar encima del panqueque están como incrustadas dentro de él. Por eso es que si te fijas en la foto del panqueque que me comí, casi que no puedes ver el queso y el bacon. Es porque están dentro del panqueque en vez de por encima.
A las 14:00 pasé por la casa y la estatua de Ana Frank.
Annelies Marie Frank, conocida en español como Ana Frank (Fráncfort del Meno, 12 de junio de 1929-Bergen-Belsen, febrero o marzo de 1945), fue una niña alemana con ascendencia judía, mundialmente conocida gracias al Diario de Ana Frank, la edición de su diario íntimo en donde dejó constancia de los casi dos años y medio que pasó ocultándose de los nazis en Ámsterdam, con su familia y cuatro personas más, durante la Segunda Guerra Mundial.
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A la casa no pude entrar porque no tenía reserva en ese momento.
Afligido por no haber podido entrar a la casa de Ana, me volví caminando hasta la mía. En el camino pasé por la panadería Holtkamp, donde me compré un tompouce y un pastel de caramelo y moca. He descubierto que a los neerlandeses les gusta mezclar estos dos gustos, lo cual es genial porque a mí también me encanta.
Un tompouce o tompoes (pronúnciese tompús) es un pastel típico de los Países Bajos similar al milhojas. Consiste en dos láminas rectangulares de hojaldre rellenas de abundante crema. Se suele recubrir de una crema rosada o naranja, según la ocasión.
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A las 14:45 llegué a casa.
En un momento se me dio por volver a entrar al sitio web de la casa de Ana Frank —ya había entrado anteriormente y no había entradas disponibles—, y para mi grata sorpresa vi que había un lugar para ir ese mismo día a las 19:00, así que sin pensarlo mucho reservé rápido antes de que desapareciera.
Ya había visto una película y una obra de teatro de Ana Frank, además de haber leído su diario, así que no podía ser que estuviese en Ámsterdam sin ir a su casa. Estaba decidido a visitarla.
A las 18:15 volví a salir y me encaminé nuevamente hacia la casa de Ana.
La Casa de Ana Frank (en neerlandés: Annefrankhuis) en el Prinsengracht en Ámsterdam, Países Bajos, es un museo dedicado a la diarista de guerra judía Ana Frank, que se ocultó de la persecución nazi con su familia y cuatro personas más en el ático y el desván del edificio, tapada la entrada por una falsa estantería. Así como la preservación del escondite —conocido en neerlandés como Achterhuis— y una exhibición sobre la vida y tiempos de Ana Frank. El museo funciona como espacio para resaltar todas las formas de persecución y discriminación.
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El Diario de Ana Frank estaba disponible para ser comprado en la tienda del museo, en un montón de idiomas diferentes.
Una cosa interesante que he descubierto gracias a este museo es que han hecho una serie de videos en los cuales imaginan cómo habría sido si Ana en vez de tener un diario hubiera tenido una videocámara y hubiese contado su relato a través de ella.
Tras una hora y media recorriendo el museo, a las 21:00 estaba en casa de vuelta.
Apenas llegué merencené los dos pasteles que había comprado antes.
Ame,
Kato
Que bien que pudiste ir a la casa de Ana!