Kara Ema:
El miércoles salí a las 11:15 del hotel y me tomé un tren hasta Potsdamer Platz. Había dos lugares que me había faltado ver en esta zona: el Mall of Berlin y el Sony Center.
El edificio oeste me lo recorrí todo. Cuando terminé con el último piso me pasé al edificio este por un corredor que había sobre el patio exterior. Poco después de empezar a recorrer el segundo edificio me encuentro con esto:
Ahí fue cuando abandoné los planes de terminar de recorrir el edificio del este y en su lugar fue a hacer algo mucho más divertido: tirarme por el tobogán.
Después de eso me fui a ver la manifestación que estaban teniendo lugar afuera.
El Consejo Federal (en alemán: Bundesrat) es el órgano de representación de los dieciséis estados federados de Alemania, con sede en la antigua Cámara de los Señores de Prusia (Preußisches Herrenhaus) en Berlín. Su segunda sede se encuentra en la antigua capital de la Alemania Occidental, Bonn.
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Esto es lo que pude encontrar sobre la protesta:
Principalmente los cuellos de botella en el suministro de medicamentos infantiles, pero también la escasez de personal y la burocracia rampante en las modalidades de facturación, están provocando que los farmacéuticos de toda Alemania vayan a la huelga el miércoles.
Tantower
Qué curioso. Tras vivir un año en Japón jamás me crucé con gente haciendo protestas. Me vengo de viaje a Europa y en menos de un mes ya me encuentro con la primera. Y recuerdo que cuando estuve en Francia y en Inglaterra también me topé con algunas allí.
El hecho de que haya tan pocas protestas en Japón puede significar algo muy bueno o muy malo. Puede querer decir que la sociedad allí es tan conformista y tan de pensar «しょうがない» («no hay nada que se pueda hacer»), que dejan que las cosas sigan como están a pesar de no estar de acuerdo con ellas. Pero también puede significar que consideran que todo funciona tan bien que no necesitan pelear por ningún cambio. Personalmente pienso que es un poco de ambas cosas.
De ahí me fui a Sony Center, un complejo de edificios comerciales con una estética futurista.
No pude hacer muchas fotos interesantes porque al parecer estaba en proceso de renovación. ¿Por qué me da la impresión de que la mitad de los sitios interesantes en Europa están en renovación cuando voy a visitarlos?
Desde el área de Potsdamer Platz empecé a caminar hacia el sudoeste, dado que tenía un par de cosas marcadas en mi mapa para ver por allí.
Lo primero interesante con lo que me topé —que no estaba en mi mapa— fue un parque en cuyas rejas tenía unos adornos hechos por niños.
Pensaba que la decoración de lugares públicos con arte de niños era algo exclusivo de Japón, pero me alegra estar equivocado.
Al lado de este parque estaba la Grundschule École Voltaire, una escuela primaria que con ese nombre me hace pensar que estaría hecha para expatriados franceses que quieren que sus hijos aprendan y usen el francés cotidianamente.
Mi siguiente parada fue en el centro comercial Kaufhaus des Westens, o KaDeWe como se lo suele abreviar.
El Kaufhaus des Westens («Grandes Almacenes del Oeste» en alemán; conocido a menudo con el acrónimo KaDeWe) es un centro comercial ubicado en la calle Tauentzienstraße, en Schöneberg, Berlín, Alemania.
Es el más famoso de Alemania y, con más de 60.000 m² de superficie útil, el más grande de la Europa Continental. Rivalizó con Harrod’s (1849) de Londres, las Galerías Lafayette (1893) y Breuninger (1881) de Stuttgart.
Posee el departamento de delicatessen más grande de Europa.1 Creado en 1905, en la actualidad es propiedad de la cadena Karstadt, integrada en el grupo empresarial Arcandor AG.
El KaDeWe fue inaugurado en 1907 por Adolf Jandorf, en el momento de su inauguración contaba con 24.000 m² y 5 pisos.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue destruido casi por completo al estrellarse un avión estadounidense contra el edificio.
En 1950 fue reconstruido parcialmente y reinaugurado. Luego se convirtió en un símbolo del «milagro económico alemán».
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Al parecer es el segundo centro comercial más grande de toda Europa después de Harrods en Londres. Sinceramente no me dio la impresión de que fuese tan grande cuando lo recorrí, aunque ahora me pregunto si no será porque lo hice demasiado rápido y quizás me salteé alguna parte.
De todas formas estoy seguro de que he estado en centro comerciales mucho más grandes en Japón. Por ejemplo, Takashimaya en Shinjuku, Tokio tiene el doble de pisos que KaDeWe y el triple de superficie.
He notado que Berlín tiene muchos centros comerciales —a diferencia de por ejemplo Madrid que tenía pocos— y casi todos están dispuestos de la misma forma, incluyendo KaDeWe:
- Cosméticos y artículos de lujo en la planta baja.
- Ropa y accesorios para hombres en el primer piso.
- Ropa para mujeres en el segundo.
- Accesorios para mujeres en el tercero.
- Ropa para niños, juegos, juguetes y libros en el cuarto.
- Artículos para el hogar en el quinto.
- Restorán o patio de comidas en el sexto.
A veces también hay un subsuelo con un supermercado y una farmacia en el subsuelo, pero no era el caso de KaDeWe.
El primer, segundo y tercer pisos los pasé rápido. No había nada interesante para ver allí. En el cuarto lo primero que hice fue mirar un poco los libros que estaban vendiendo. Luego me fui a la juguetería.
En Europa las opciones de muñecas son básicamente mujeres adultas (las Barbie) o bebés (e.g. las Götz de la imagen anterior). Ninguna llegar a ser tan kawaii como Licca-chan, la muñeca más popular en Japón. En Japón lo que más vende es todo lo que sea kawaii, por eso es que las Barbie y las muñecas con forma de bebés no son tan populares como en Europa.
En el sexto piso vi unos mochi con interior de maní, cosa que jamás había visto en Japón. Si bien los mochi son originarios de Japón, parece ser que en Europa son bastante populares también. Como son mochi exóticos que no se consiguen en Japón, me pareció que sería una buena idea comprar una caja para llevarle a mi familia japonesa como omiyage (souvenir de viaje).
Cerca de las 14:00 salí de este centro comercial pero no tardé mucho en entrar a otro que estaba también por la zona: Europa-Center.
En el subsuelo de este centro comercial había una tienda llamada PW Store que vendía algo que me tomó completamente por sorpresa: armas de fuego.
Pensaba que las tiendas de armas solo existían en el GTA los Estados Unidos, pero parece que también están en Europa. Igual imagino que no se las venden a cualquiera sino que debes tener un permiso de que has hecho algún curso y tienes las competencias necesarias para manejar algo tan letal.
En el primer piso había una librería.
A cien metros de este centro comercial estaba la Iglesia memorial del káiser Guillermo, así que esa fue mi siguiente parada en mi recorrido.
La iglesia evangélica luterana Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche (literalmenta “iglesia en recuerdo del emperador Guillermo”), coloquialmente conocida como Gedächtniskirche (iglesia del recuerdo), se halla en la plaza Breitscheidplatz, junto a la avenida de Kurfürstendamm en Charlottenburg-Berlín (cerca del lado suroccidental del Tiergarten).
Tras ser destruida en la Segunda Guerra Mundial, se ha conservado en estado de ruina como memorial. Se compone de varios cuerpos y se declaró monumento protegido.
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En realidad son dos iglesias en una: la antigua —parcialmente destruida durante la segunda guerra— y la nueva que han construido al lado.
A las 15:00 llegué a un restorán, le pedí a la camarera el menú y me senté en una de las mesas de afuera. A las 15:15, cansado de esperar a que vinieran a tomarme el pedido, me terminé yendo a almorzar a un Burger King.
Este es uno de los grandes problemas de los restoranes europeos/occidentales, que los japoneses han logrado solucionar instalando llamadores en todas las mesas. Es una de las tantas cosas que hacen que la experiencia en un restorán japonés sea considerablemente superior (otras son el hecho de que el camarero nunca se lleva el menú de la mesa, que no están todo el tiempo observándote pendiente de lo que haces o si necesitas algo, que no vienen a preguntarte si está todo bien, que no esperan que les dejes propina, etc.). ¡Cómo los extraño!
Los lugares como BK y McDonald’s son de los únicos que conozco en Europa donde puedo pagar antes e instalarme con mi ordenador portátil sin tener que estar soportando a los camareros observándome desde lo lejos, acercándose cada tanto a preguntarme si está todo bien, presionándome a que me vaya o pida algo más. Cómo me gustaría que existiese algo parecido a los family restaurants japoneses en Europa.
A las 17:30 me fui a mi siguiente parada: Schloss Charlottenburg (el palacio de Charlottenburg).
Schloss Charlottenburg (Palacio de Charlottenburg) es un palacio barroco de Berlín, situado en Charlottenburg, un distrito del distrito de Charlottenburg-Wilmersdorf.
El palacio se construyó a finales del siglo XVII y se amplió considerablemente en el XVIII. Presenta una suntuosa decoración interior de estilo barroco y rococó. Detrás del palacio se añadió un gran jardín formal rodeado de bosque, que incluye un mirador, un mausoleo, un teatro y un pabellón. Durante la Segunda Guerra Mundial, el palacio sufrió graves daños, pero fue reconstruido. El palacio con sus jardines es una importante atracción turística.
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No entré porque a esa hora ya estaba cerrado y tampoco estaba en mis planes.
No sé si te habrás dado cuenta, pero este segundo viaje que estoy haciendo por Europa es bastante distinto a mi primer viaje en que en el primero entraba a un montón de lugares (museos, palacios, galerías de arte, observatorios, iglesias) y hacía actividades como senderismo y paracaidismo, mientras que esta vez básicamente lo único que estoy haciendo es recorrer a pie todo lo que pueda y verlo todo por afuera.
Esto tiene que ver en parte con el hecho de que esta vez estoy intentando recorrer más de veinte ciudades en dos meses, con lo cual no tengo mucho tiempo para ver cada una a fondo. Pero también tiene que ver simplemente con que ya no tengo mucho interés en ver iglesias por dentro o mismo museos y palacios, ya que una vez que viste unos cuantos ya todos te parecen muy parecidos unos con otros.
A las 18:00 me tomé un tren hasta la estación de Grunewald, donde estaba el memorial Gleis 17.
El 27 de enero de 1998, la Deutsche Bahn creó un monumento conmemorativo titulado «Gleis 17» (Andén 17). La instalación registra las fechas de los transportes, el número de personas que transportaban y sus destinos.
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Desde este monumento me fui caminando a través de un barrio residencial con casas y coches muy bonitos (léase: caros).
Luego pasé por un lago donde había leído que suelen practicar FKK, pero como ese día estaba nublado y un poco fresco, cuando pasé no había nadie nadando en el lago, ni nudo ni desnudo.
En el camino nuevamente a la estación, Alemania me sorprendió una vez más con más arte de niños decorando espacios públicos:
A las 20:00 pasadas llegué al hotel.
Ame,
Kato
Aguante el ligeretto!