Kara Ema:
El viernes salí del hotel a las 12:00 pasadas.
Me tomé un metro hasta mi primera parada programada del día: Goto Mall, un centro comercial subterráneo en la zona de la Terminal de Autobuses Expreso de Seúl.
El mall estaba conectado con la estación de metro, así que fui hacia allá directo sin pasar por la calle. El mismo consistía en un corredor de 880 metros de largo, flanqueado por más de 600 tiendas—la mayoría vendiendo ropa y accesorios de moda.
Dada la naturaleza de los negocios y el hecho de que era mediodía de un día de semana, la gran mayoría de las personas que estaban recorriendo el lugar eran mujeres.
Cuando llegué hasta el fondo encontré la clase de tiendas que estaba buscando yo: las de comida. Me pedí un «Sweet Potato Whole Mozza Hotdog» con salsa cheddar en Myungrang Hotdog. ₩3300 (~US$2,5) es demasiado poco para oro comestible.
Como se llamaba «hotdog» yo estaba esperando que hubiese una salchicha en el interior. Pero no: era todo puro queso. Quién necesita salchichas cuando existe el queso, ¿no?
En el otro extremo del largo corredor de locales de ropa había más tiendas de comida. Podría haberme quedado a almorzar ahí, pero ya tenía planeado dónde quería almorzar este día.
A las 13:30 salí a la calle. Me topé con un complejo residencial que no tenía previsto recorrer pero decidí hacerlo de todas formas. El mismo estaba compuesto por unos cuantos edificios, en medio de los cuales había zonas de juegos y dos escuelas (media y primaria).
Dos cosas interesantes en esta imagen:
- La garita con un guardia de seguridad en la puerta del colegio. Esto es algo que jamás he visto en las escuelas japonesas, pero parece que es la norma en las coreanas.
- La niña saliendo del colegio sola, probablemente yendo a su casa en alguna de la docena de torres residenciales que había alrededor de la escuela.
Mientras veía a la niña pasar me acordé de la película Hope (2013), basada en el caso real de Cho Doo-Soon, quien en 2008 violó a una niña de 8 años que estaba saliendo de la escuela sola. Me pregunto si será por esto que hay garitas de seguridad en las escuelas de Corea (y menos niños en la calle comparado con Japón). Espero que esta niña haya llegado bien a su casa.
El 11 de diciembre de 2008, Kim Na-young, niña de ocho años y estudiante de primaria, se dirigía a la escuela cuando fue secuestrada por Cho Doo-soon, de 56 años, que en ese momento estaba borracho. La arrastró hasta el baño de una iglesia, diciendo que tenía que ir a misa. Cho la golpeó en la cara varias veces, le mordió la mejilla, la estranguló y le sujetó la cabeza bajo el agua hasta que se desmayó antes de agredirla. La dejó en el suelo con el grifo de agua fría abierto y abandonó el lugar. Na-young fue encontrada por sus vecinos y trasladada a un hospital. Tenía heridas en los órganos internos, pero sobrevivió al incidente. Cho dejó pruebas en el lugar de los hechos y aún tenía sangre de ella encima cuando fue detenido. Infligió a la víctima lesiones permanentes y no óseas de cortes traumáticos en el abdomen, el bajo vientre y la pelvis que requirieron al menos 8 meses de tratamiento.
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Normalmente las películas que miro me las olvido rápido, pero en ocasiones veo algunas como Hope y como Take Care of Maya que me dejan tan traumado, frustrado y enfurecido que no me las puedo olvidar nunca más.
A las 14:15 me metí en la Terminal de Autobuses Expreso, no para tomarme un autobús sino para pasear por la terminal dado que estaba llena de negocios.
En el subsuelo había un Daiso, así que entré a comprarme algunos snacks para la noche.
Había otra parte del subsuelo donde había muchas más tiendas y estaba la entrada al metro.
También había un corredor que conectaba con un centro comercial que estaba al lado, llamado Shinsegae. Tanto este centro comercial como la terminal de autobuses tenían varios pisos, pero decidí que no tenía tiempo para recorrerlos y solo me limité a ver el subsuelo de ambos.
En el subsuelo de Shinsegae me topé con los dibujos de los «ganadores del concurso de dibujo infantil sobre medio ambiente del Nuevo Mundo». Parece que Japón no es el único país en hacer esta clase de concursos.
A las 15:00 finalmente llegué al sitio donde quería almorzar: No Brand Burger, un local de hamburguesas de la marca No Brand («sin marca») que propone hamburguesas ricas, simples y baratas.
Me había pedido también unas bolitas de queso, pero como no me las dieron junto con el resto de las cosas me había olvidado completamente de que las había pedido. Por suerte un gentilhombre coreano que estaba sentado enfrente de mí me avisó —con un nivel de inglés impecable— que me estaban llamando para entregarme las bolitas. Yo le agradecí y él me saludó con un «have a nice day» antes de partir.
A las 15:30 me fui a tomar el metro de vuelta, y media hora más tarde llegué a siguiente parada: Starfield Coex Mall.
El COEX Mall es un centro comercial subterráneo situado en Seúl, Corea del Sur, siendo el centro comercial más grande de la capital y el centro comercial subterráneo más grande de todo el continente asiático, con un superficie total de 85.000 metros cuadrados. El COEX se encuentra localizado justo a la salida de la estación Samseong Station de la de Línea 2 del Metro de Seúl.
Siendo uno de los lugares principales y más populares para encontrarse y salir, el COEX se encuentra normalmente atestado de gente para visitar y ver las innumerables tiendas, almacenes comerciales, los dos patios repletos de restaurantes de comida rápida típica coreana, un multicine de 16 salas -Megabox-, un enorme acuario y el museo del Kimchi.
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Uno de los únicos locales a los que entré fue Artbox, que vendía artículos de papelería y cosas kawaii.
En un momento pasé por una tienda de conveniencia, me compré un caramel latte y me fui a sentar para tomarlo tranquilo. Mientras lo tomaba pasó un niño por enfrente de mí y me dijo 안녕 (annyeong; hola). Le devolví el saludo repitiendo la misma palabra.
Los Sonny Angel son figuritas de querubines creadas por el fabricante de juguetes japonés Toru Soeya, director general de la empresa japonesa Dreams. Los Sonny Angel suelen venir en cajas ciegas, lo que significa que cuando las abres no sabes exactamente qué versión de Sonny vas a recibir. Sonny viene con diferentes sombreros, y a veces trajes, en varias series de colecciones. El eslogan de los Sonny Angels es «Puede traerte la felicidad».
La gente colecciona Sonny Angels intentando encontrar los que les gustan o completando sus colecciones. Los exhiben, los llevan consigo, les sacan fotos, los intercambian, los revenden y mucho más. Dependiendo de la rareza o popularidad de un Sonny Angel concreto, pueden revenderse por mucho más de lo que cuestan al por menor, que suele ser entre 10 y 14 dólares. Los eventos de intercambio se han convertido en una forma de reunión social y se celebran en muchas ciudades importantes.
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A propósito me dejé la parte más impresionante de todo el centro comercial para el final: Starfield Library, una biblioteca con estanterías de 13 metros de alto y con más de 50 mil libros que cualquiera podía agarrar y sentarse a leer.
A las 18:00 salí del centro comercial y me fui a ver la estatua de Gangnam Style que estaba por ahí cerca, dado que me encontraba en el distrito de Gangnam.
De ahí me fui a tomar el metro y a las 19:00 volví al hotel.
Ame,
Kato
Cómo te gustan los shopping, es tremendo.
Me diste un hambreee