Kara Ema:
El domingo me levanté ocho menos cuarto, me di una ducha rápida y bajé a desayunar.
Había cosas como ensalada, sopa, arroz, salchicha, kimchi, pastel de pescado, pan, mantequilla, café, chocolatada, leche, cereales, y demás.
En fin, el desayuno no es interesante así que adelantemos un poco. De hecho salteémonos toda la mañana y pasemos directo a la tarde, que fue cuando realmente empecé a hacer cosas.
A las 14:20 salí del hotel y me dirigí hacia la zona de la estación (en otras palabras crucé la calle).
Frente a la estación del lado oeste —mi hotel está enfrente también pero en el lado sur— había una avenida llamada Jungang-daero, sobre la cual está el Lotteria en el que había pedido mi cena de la noche anterior.
Crucé la avenida y me fui a pasear por las calles lindantes. Una se llamaba Texas Street, y tenía algunas decoraciones típicos de ese estado americano. No me interesó mucho así que la pasé rápido y descubrí que donde terminaba esta calle arrancaba Shanghai Street, que vendría a ser básicamente un barrio chino.
Fíjate cómo en la última foto se puede ver un coche y una moto pasando. Al parecer las calles 100% peatonales no existen en Corea. Todas se comparten con los conductores, con lo cual hay que estar superatento paseando por este tipo de calles dado que en cualquier momento te puede pasar una moto por al lado a 20 km/h.
No sé hasta qué punto será cierto esto y no tengo planeado ir a averiguarlo, pero he leído en Internet que esta zona (Texas Street y Shanghai Street) es frecuentada por prostitutas y sus clientes durante la noche. La prostitución —al igual que la pornografía— es ilegal en Corea, pero por lo general está bastante tolerada.
De ahí empecé a montar cuesta arriba sobre una ladera, empezando por la calle Choryang Ibagu-gil, la cual me llevó a los famosos 168 Escalones (168계단).
Es difícil de ver en la última foto, pero arriba y del lado derecho de estas escaleras hay un riel por el cual solía pasar un monorriel que te llevaba gratuitamente de un extremo al otro.
Tuve mala suerte dado que parece que hace poco decidieron cerrar el monorriel por cuestiones de seguridad, y actualmente están en proceso de reemplazarlo por un funicular moderno.
Así que hice ejercicio y subí los 168 escalones manualmente.
A medida que subía me iba encontrando cosas como murales, miradores e incluso algunas tiendas que tenían salida a la escalera.
Estas escaleras eran básicamente todo lo que tenía planificado para la jornada, así que una vez que llegué arriba me quedé unos minutos pensando qué hacer a continuación.
Ya que estaba a un nivel alto de la ciudad, decidí ir a pasear por un parque que también estaba en este nivel, llamado 부산민주공원 (Parque de la Democracia de Busan).
Cerca de las 16:00 me fui del parque. Tomé un bonito sendero peatonal que pasaba a través de un área boscosa, y descendía todo a lo largo de la montaña.
No sabía a dónde me llevaría este sendero más que el hecho de que iba hacia abajo.
En un momento el sendero se transformó en unas escaleras.
Estas escaleras me terminaron conduciendo a otras escaleras, las cuales estaban en un pintoresco sitio llamado 대청동색채마을 (Pueblo de colores de Daecheong-dong).
Las escaleras terminaban en calles como esta pero luego seguía habiendo más escaleras que te conectaban con otras calles en niveles inferiores de la montaña. Así sucesivamente hasta llegar a la base. Así que continué bajando por ellas.
En un momento pasé frente a una escuela primaria privada y prestigiosa llamada Namsung. Curiosamente tenía sus puertas abiertas a pesar de ser domingo.
Un poco más adelante sobre este mismo camino también estaba la 남성여자고등학교 (Escuela Secundaria Femenina de Namsung).
Y un poco más delante aún estaba el lugar hacia donde quería ir: 40계단 (Escalera de los 40 escalones).
La Escalera de los 40 escalones es una escalera histórica del distrito de Jung, en Busan (Corea del Sur), situada en un extremo de la Calle Temática de la Cultura y el Turismo de los 40 escalones, una atracción turística destinada a recordar la historia de la zona y, en particular, su importancia para los refugiados durante y después de la Guerra de Corea. La propia escalera era conocida como un lugar habitual para que los refugiados buscaran reunirse con sus familias y amigos, dada la falta de comunicaciones funcionales durante la Guerra.
Wikipedia
Había unas cuantas esculturas por esta zona, así que me puse a coleccionarlas.
A diez minutos caminando desde aquí hacia el sur había un Lotte Department Store, así que ya que estaba tan cerca decidí pasar a visitarlo.
A las 17:00 en punto llegué al centro comercial.
El mall estaba dividido entre tres edificios interconectados: el principal, uno de entretenimiento y en medio uno llamado Aqua Mall, que fue por donde empecé. Todos tenían 13 plantas y un sótano. Casi todos los pisos te permitían pasarte de un edificio a otro.
Como llegué a las 17:00 a Aqua Mall, justo en el momento que llegué comenzó el show de agua que había una vez a cada hora:
Lo primero que recorrí fue el B1F, dado que sabía que encontraría comida allí y tenía hambre.
En una «brunch bakery» llamada Locavore Table, me compré un 할라피뇨햄치즈 (Pastel con jalapeño ligeramente picante, jamón y queso cheddar) y el clásico 애기궁둥이 (Baby bum bum; Culito de bebé).
Debo decir que ese Culito de bebé es una de las cosas más ricas que he probado en mi vida en una pastelería. He notado que los coreanos son de combinar bastante la crema, la leche, la vainilla e incluso el queso en una misma cosa, lo cual termina quedando megadelicioso.
Después de comer empecé a subir piso por piso para ver todo Aqua Mall completo, antes de pasar a los otros dos edificios.
En el 5F me topé con un local de Artbox bastante grande.
Pero esta vez —a diferencia de las veces que he entrado a Artbox en Seúl— fue distinta. Me puse a ver con mucho más detenimiento las cosas que vendían, saqué fotos de las más interesantes, e incluso terminé comprando algunas.
Por lejos lo que más me llamó la atención fue la enorme variedad de bolígrafos que vendían, incluyendo unos con forma de avión militar, helicóptero, escopeta, entre muchas otras.
Esto fue lo que me llevé al hotel conmigo de esta tienda:
Andaba necesitando un cepillo y pasta de dientes, así que cuando lo vi me dije: «¿Por qué no este travel kit completo superkawaii? Incluye justo lo que necesito y más, y encima está rebarato con este descuento que le hicieron. Y es el último que queda. Igual podrían haberlo puesto a Eevee en lugar de Jigglypuff para el champú… No importa, esto se viene conmigo».
Había un cartel que decía que lo habían rebajado de ₩19900 a ₩12900. La verdad que menos de diez dólares para un estuche con todos los artículos de aseo esenciales —y con personajes de Pokémon, que también es esencial— me pareció barato. Encima después cuando lo abrí descubrí que venía con un pin de regalo.
Lástima que me va a durar poco dado que es problable que no pase en mi equipaje de mano y me lo retengan en el aeropuerto. Pero bueno, al menos me habrá servido para decorar el baño de mi hotel los días que me quedan aquí en Busan. Y para lavarme los dientes.
Por cierto, los tubos coloridos contenían lo siguiente: champú el rosa de Jigglypuff, acondicionador el verde de Bulbasaur, «cleansing foam» el azul de Squirtle, gel de baño el amarillo de Pikachu y pasta de dientes el rojo de Charmander.
Cleansing foam no usé jamás en mi vida así que no tengo idea para qué sirve ni cuándo se usa. Un momento, déjame preguntarle a ChatGPT:
La espuma limpiadora es un producto de cuidado de la piel utilizado para limpiar el rostro. Se usa típicamente como parte de la rutina diaria de cuidado de la piel para eliminar la suciedad, el maquillaje, el exceso de grasa y las impurezas de la piel. Se aplica sobre el rostro húmedo con movimientos circulares, se enjuaga con agua tibia y se seca suavemente con una toalla limpia. Se utiliza por la mañana y por la noche como parte de la rutina diaria de cuidado de la piel para mantener la piel limpia y saludable.
ChatGPT
Conque rutina diaria de cuidado de la piel, ¿eh? Demasiados pasos para algo que deba hacerse todos los días —¡encima dos veces! ¡¿acaso no tengo suficiente con tener que lavarme los dientes?!—, pero supongo que ahora que la tengo tendré que incorporarla a mi rutina. O también se la podría regalar a alguien que se preocupe por esta clase de cosas más que yo.
La otra cosa que me compré fueron los HBAF, que son unos snacks coreanos bastante populares. Consisten básicamente en almendras espolvoreadas con un polvo que les da distintos sabores, dependiendo de la bolsa de HBAF que hayas comprado. Yo me compré tres ese día: injeolmi, tteokbokki y hot & spicy chicken. La de injeolmi me pareció deliciosa, la de tteokbokki todavía no la abrí y la de hot & spicy chicken es demasiado picante para mi gusto.
Estuve casi una hora paseándome por Artbox; entre las 18:00 y las 19:00. Cuando finalmente salí continué mi recorrido hacia las plantas que me quedaban.
En el 10F había un sitio llamado Lotte Culture Hall que estaba exhibiendo dibujos de niños. Solo le hice foto a estos dos:
El lugar en la última foto lo conozco dado que lo visité hoy, el otro no estoy seguro, pero me gustó la idea de Yeri de dibujarse con su familia reflejados a través de un espejo convexo.
En el 11 y 12F estaba Charlotte Garden, un jardín en la terraza compartida por los tres edificios.
Esas escaleras que ves en la última imagen te llevaban al 13F, el último piso, donde había un observatorio.
A las 19:30 me fui a ver el edificio principal, el cual por suerte no tenía mucho más que tiendas de ropa y accesorios, así que lo pude pasar rápido.
De ahí me fui a ver el último edificio, el de entretenimiento, que tenía cosas como un cine (Lotte Cinema), una tienda de electrónica (Lotte Hi-Mart), un supermercado (Lotte Mart), y una librería (Youngpoong).
A las 19:45 entré a recorrer la librería. ¿Recuerdas lo que te había contado sobre las librerías coreanas? Que tienen mucho más que libros (son en realidad un híbrido entre una librería, una papelería, una juguetería y una tienda de diseño). Así que esta vez me concentré más en todo lo que tenían aparte de los libros.
Como ya te he contado, los coreanos son fanáticos del diseño y de la estética. Todo tiene que tener un estilo, lucir bien y resaltar por su diseño llamativo.
En la sección infantil me encontré uno de esos pósteres para aprender las letras:
Pasé brevemente por una sección con libros en inglés, donde me la encontré a Anne Frank:
¿Sabías que hay dos versiones de este diario—una completa y una censurada? En la versión editada, estos son algunos de los párrafos que sacaron:
A veces, cuando me tumbo en la cama por la noche, siento unas ganas terribles de tocarme los pechos y escuchar los latidos tranquilos y constantes de mi corazón.
Una vez, cuando estaba pasando la noche en casa de Jacque, ya no pude contener mi curiosidad por su cuerpo, que ella siempre me había ocultado y que yo nunca había visto. Le pregunté si, como prueba de nuestra amistad, podíamos tocarnos los pechos. Jacque se negó.
También sentí unas ganas terribles de besarla, y lo hice. Cada vez que veo un desnudo femenino, como la Venus de mi libro de historia del arte, entro en éxtasis. A veces los encuentro
Ana Frank
tan exquisitos que tengo que luchar para contener las lágrimas. ¡Ojalá tuviera novia!
El siguiente es otro de los párrafos censurados, el cual me parece una acotación superlúcida y acertada, sobre todo viniendo de una joven adolescente:
Los padres, y la gente en general, son muy peculiares cuando se trata de sexo. En lugar de contárselo todo a sus hijos e hijas a los doce años, los mandan fuera de la habitación en cuanto surge el tema y les dejan que lo averigüen todo por su cuenta. Más tarde, cuando los padres se dan cuenta de que sus hijos, de alguna manera, han llegado a la información, asumen que saben más (o menos) de lo que realmente saben. Entonces, ¿por qué no intentan enmendarlo explicándoles qué es qué? […] Si las madres no se lo cuentan todo a sus hijos, ellos se enteran a trozos, y eso no puede estar bien.
Ana Frank
Pensar que en Estados Unidos están echando a profesores de los colegios por enseñarles este libro a niños de la misma edad que Ana Frank tenía cuando escribió estas cosas (y que están pasando por las mismas sensaciones normales de pubertad de las que Ana hablaba). Absolutamente ridículo lo puritano y autoritario que es ese país. Y después se hacen llamar la «Land of the Free» cuando son exactamente lo contrario…
En fin, volvamos a mi larga jornada del domingo.
Por si alguna vez quisiste saber cómo lucen las revistas coreanas (o las portadas al menos), les tomé una foto:
A las 20:15 me fui la librería y subí rápido a ver los pisos que me faltaban, en los cuales no había mucho más que Lotte Hi-Mart y Lotte Cinema.
Es interesante cómo en los centros comerciales de Lotte casi todo es de Lotte, incluyendo el cine, el supermercado, la tienda de electrónica (Hi-Mart) y la de comida rápida (Lotteria). Esto no recuerdo que se diera en los centros comerciales japoneses. O a lo mejor se daba pero yo no me daba cuenta porque el cine se llamaba distinto que el centro comercial, lo cual no quiere decir que no pertenezcan al mismo conglomerado.
A las 20:30 finalmente me fui de Lotte Mall, y me dirigí hacia la calle más próxima al mar del Japón (hablando del mar del Japón, ¿sabías que Busan está a apenas 200 kilómetros de distancia de Fukuoka? Es decir que me podría tomar un ferry y estar en Japón en un par de horas).
Me fui bordeando el mar hasta llegar al hotel, a las 21:15.
Ame,
Kato
Siguen a full las luces LED también por Busan!
Me encantaron las callecitas estrechas, las luces nocturnas, las escaleras empinadas. Hermoso.