Kara Ema:
El lunes salí del hotel a las 12:20 y diez minutos más tarde estaba en la estación de Vito Cruz para tomarme el LRT.
El Sistema de Tránsito de Tren Ligero de Manila o conocido como LRT es el sistema de tren ligero de la ciudad de Manila. A pesar de ser tren ligero, hoy en día su funcionamiento se acerca más a los sistemas metropolitanos, con una alta densidad de pasajeros, derechos de vía exclusivos y un posterior uso total de vagones de metro y no de tren ligero.
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El LRT de Manila —o al menos esta línea que me tomé— está ubicado en un nivel elevado, pasando por arriba de una avenida.
Dos cosas curiosas sobre este LRT:
- En todas las estaciones parece haber una zona demarcada como «Female Area», para que las mujeres puedan subirse a los vagones de uso exclusivo para ellas.
- Al entrar a la estación debes pasar por un detector de metales y por un guardia de seguridad.
Viajé solo por tres estaciones, y el boleto me costó 20 pesos (~US$0,3). Me bajé en la estación llamada United Nations.
Cerca de esta estación se encuentra el Parque Rizal, que era lo que había ido a ver.
El Parque Rizal (en inglés: Rizal Park, en Idioma filipino: Liwasang Rizal) está situado en el corazón de la ciudad de Manila, Filipinas. También conocido como Luneta, se encuentra al extremo norte del Bulevar Roxas, cercano a la Bahía de Manila.
La historia del Parque Rizal comienza a inicios del siglo XIX durante la colonia española. Luneta ha sido el lugar en donde ocurrieron muchos de los momentos más trascendentes en la historia de Filipinas, entre ellos la muerte de José Rizal el 30 de diciembre de 1896, quien fue declarado como héroe de la Revolución Filipina. (Luego oficialmente se llamó Parque Rizal en su honor). Algunos otros eventos acontecidos en el lugar fueron la Declaración de la Independencia de Filipinas el 4 de junio de 1946 y las reuniones políticas que desembocaron en la revolución de 1986.
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El parque se divide en tres partes; el lunes solo pude visitar una de ellas dado que de las otras dos, una estaba cerrada ese día por obras, y la otra no llegué a verla. Así que tengo pensado volver a pasar por aquí para recorrer las partes que me faltan.
Cerca de las 13:00 llegué al parque.
En estos puestos me pedí un footlong para almorzar.
El Monumento a José Rizal es un monumento conmemorativo en el Parque Rizal en Manila, Filipinas, construido para recordar al nacionalista filipino José Rizal. El mausoleo consta de una escultura de pie de bronce del mártir, con un obelisco como su telón de fondo, situado en un pedestal sobre el que están enterrados sus restos. Una placa en el frente del pedestal dice: «A la memoria de José Rizal, patriota y mártir, ejecutado en el campo de Bagumbayan Campo el 30 de diciembre de 1896, este monumento se lo dedica el pueblo de las Islas Filipinas».
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En una parte del parque había un jardín chino.
Mientras estaba recorriendo este jardín se largó a llover muy fuerte. Me había fijado el pronóstico antes de salir del hotel y no decía nada sobre esta lluvia, así que estaba sin paraguas. Decidí refugiarme en una galería techada del jardín y quedarme allí hasta que dejase de llover.
Estuve ahí alrededor de una hora, entre las 13:30 y las 14:30. En ese tiempo decidí enviarle un mensaje a Mark, el concejal que había conocido en Cebú. Mark se ofreció pasarme a buscar por el parque para llevarme a conocer Intramuros, el casco histórico de Manila.
Intramuros es la zona histórica amurallada de 0,67 km² situada dentro de la ciudad de Manila, capital de Filipinas. Está administrada por la Administración de Intramuros con la ayuda del gobierno de la ciudad de Manila.
La actual Intramuros comprende un distrito histórico centenario, totalmente rodeado de fortificaciones, que en la época del Imperio Español se consideraba toda la ciudad de Manila. Otros pueblos y arrabales situados más allá de las murallas que hoy son distritos de Manila se denominaban extramuros, que en latín significa «fuera de las murallas», y eran pueblos independientes que sólo se incorporaron a la ciudad de Manila a principios del siglo XX. […]
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A las 15:00 Mark me pasó a buscar con su SUV gris y me llevó a Intramuros.
La primera parada que hicimos fue en la catedral de Manila, donde justo cuando pasamos estaban celebrando una «misa de bachillerato», que según me contó Mark es algo que celebran todos los estudiantes (ya sea de jardín, primaria, secundaria o universidad) cuando se gradúan. En este caso se trataba de estudiantes de universidad.
Un servicio de bachillerato (o misa de bachillerato) es una celebración que honra a la promoción que se gradúa en una universidad, escuela secundaria o escuela media. El acto suele ser un servicio interdenominacional (ecuménico) de base cristiana, aunque también puede celebrarse con la liturgia de una tradición concreta, especialmente si la institución académica está afiliada a una determinada confesión cristiana como la Iglesia Católica, la Iglesia Luterana, entre otras.
El servicio se celebra un par de semanas antes de la ceremonia de graduación, quizás el domingo anterior, el día anterior o inmediatamente antes de la graduación. Los oradores suelen ser líderes de la comunidad, miembros del profesorado, estudiantes o líderes religiosos locales, y pueden ser elegidos por la promoción. Los discursos suelen ir acompañados de actuaciones musicales, representaciones teatrales y cultos. Un discurso de bachillerato moderno suele durar menos de media hora. Antiguamente podían durar hasta cuatro horas.
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De ahí nos fuimos a ver otra atracción más dentro de Intramuros: el Fuerte de Santiago.
El Fuerte de Santiago (en tagalo: Moog ng Santiago) es una ciudadela que fue construida por el navegante y gobernador español, Miguel López de Legazpi para la recién establecida ciudad de Manila, en Filipinas. La fortaleza de defensa es parte de las estructuras de la ciudad amurallada de Manila conocidas como Intramuros («dentro de los muros»).
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En un momento fuimos a una cafetería dentro del fuerte, donde nos pedimos un caramel macchiato frío para cada uno. Mark insistió con invitarme el mío, pese a que ya me había invitado la entrada al fuerte y me estaba paseando por la ciudad completamente gratis.
A las 17:00 nos volvimos a subir al coche. Mark me ofreció llevarme a conocer una parte del distrito de Tondó.
Tondó es un distrito de Manila, capital de Filipinas. Se encuentra en la parte noroeste de la ciudad y es principalmente un barrio residencial e industrial. Actualmente es una de las áreas más densamente pobladas en el mundo.
Posee un pintoresco paisaje, donde se puede apreciar la naturaleza. Se destaca por ser uno de los distritos más pobres y subdesarrollados del país. Muchos de los barrios marginales de la ciudad se encuentran en esta área.
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Caminar por barrios marginales como este es fascinante para mí, dado que están tan llenos de vida y que son tan distintos a lo que estuve acostumbrado siempre a frecuentar. En la calle ves toda clase de cosas pasando al mismo tiempo: perro y gatos merodeando, niños jugando y correteando, motos, triciclos y sidecars transportando gente o mercaderías, tiendas vendiendo ropa o comida a precios que no encontrarías en ningún otro sitio, gente sonriéndote y saludándote al pasar.
En uno de los puestos callejeros Mark se ofreció a comprar tanto para mí como para él, una bandeja con tteokbokki y fishcakes coreanos.
Cuando volvimos al coche Mark me dio permiso a empezar a comer mi bandeja de comida coreana en el coche mientras el conducía y nos llevaba al siguiente destino.
Mark, siendo concejal, está claro que es una persona con dinero, poder y muchos contactos y amigos. Está casado y tiene dos hijos, pero apenas ve a su familia. Se pasa más tiempo con sus colegas y su novia de 21 años (o como la llama él, su «sidechick»).
Aproveché el poder y los contactos de Mark para pedirle que me llevara a alguna escuela, dado que le conté que quería conocer una escuela filipina por dentro e incluso si existía la posibilidad, hacer una experiencia de voluntario en alguna de ellas.
Así que ese mismo día a las 18:00 fuimos a la escuela primaria Bagumbayan, ubicada justo detrás del Ayuntamiento de Navotas, donde trabaja Mark como concejal.
Mark me llevó a conocer al director del colegio. Fuimos a su despacho, nos presentamos y estuvimos hablando un rato. Luego nos hicimos unas fotos los tres frente a las banderas de las Filipinas y de la escuela.
A las 18:30 Mark me llevó a su cafetería.
¿Te conté que tiene una cafetería? ¿Y una ambulancia? ¿Y un camión de bomberos? Son la clase de cosas que uno se puede llegar a comprar con el salario de concejal.
Mark tendrá dinero y poder, pero a pesar de eso es una persona de un corazón enorme. La prueba está en todo lo que ha estado haciendo por mí —que apenas me conoce— sin esperar nada a cambio, y en el hecho de que se montó todo un escuadrón de rescatistas voluntarios.
La cafetería funciona actualmente como el cuartel general donde se reúnen todos los días algunos de los treinta miembros del escuadrón, y la ambulancia y coche de bomberos están siempre aparcados afuera para poder ponerlos en servicio tan pronto como reciban una alerta de emergencia.
Si bien todos en el escuadrón son hombres voluntarios (incluyendo un par de 16 años, y uno que arrancó cuando tenía 12), la verdad es que sacan algo de beneficio participando del escuadrón, dado que Mark siempre los invita a comer y les da un lugar (la cafetería) donde pueden pasar el día en camaradería con todos los colegas miembros del equipo.
En un momento mientras estábamos en el cuartel/cafetería, llegó una alerta de que había un incendio en Tondó, así que Mark me ofreció subirme en el asiento de adelante del camión de bomberos.
A las 18:30 salimos.
Jamás en mi vida pensé que iba estar en un camión de bomberos yendo a apagar un incendio. Pensar que el único plan que tenía para esta jornada cuando me levanté a la mañana era ir a pasear por el parque Rizal…
Lo más aterrador de este viaje fue sobre el final, dado que tuvimos que hacer unos cuantos metros a contracorriente del tráfico. Todos los coches que venían en nuestra dirección tuvieron que correrse hacia los costados para abrirnos el paso.
Cuando llegamos nos bajamos del camión, nos pusimos un casco y Mark me llevó a caminar hasta el edificio que se estaba incendiando. Durante esa caminata pasamos a través de decenas de bomberos (la mayoría voluntarios) y también una considerable cantidad de camiones de bomberos, todos detenidos uno detrás del otro.
Fuimos hasta donde estaba el fuego para verlo, y enseguida volvimos para nuestro camión de bomberos.
Volvimos al cuartel en la ambulancia de Mark, mientras los miembros del escuadrón que habían venido en la ambulancia se volvían en el camión de bomberos.
Uno de los rescatistas se cortó la mano, así que otro de ellos que sabía de primeros auxilios lo ayudó con los materiales que había en la ambulancia.
A las 19:30 estábamos de vuelta en la cafetería.
Cuando llegamos nos pusimos a tomar un brandy local llamado Alfonso y nos pasamos un rato charlando de distintas cosas.
Le pregunté a Mark qué es exactamente lo que hace en su trabajo como concejal, y me respondió que forma parte del cuerpo legislativo, con lo cual básicamente se encarga de hacer leyes y ordenanzas, pero solo las locales a su ciudad.
Los muchachos del escuadrón me enseñaron algunas palabras y frases en tagalo, como «kain pepe» (comer coño) y «putang ina» (hijo de puta).
Me dijeron que cuando vuelva a las Filipinas —yo ya les dije que planeaba volver—, tenía que visitar El Nido, en la provincia de Palawan, dado que es un paraíso tropical y uno de los lugares más bonitos del país.
A las 20:30 fuimos a un cumpleaños de uno de los colegas de Mark. Había de todo para comer, así que aproveché para probar la mayoría.
A las 21:30 salimos del cumpleaños y volvimos al cuartel, pero antes pasamos por una calle donde había gente jugando al básquet y niños jugando con tapas metálicas de botellas.
A las 22:00 llegamos al cuartel de vuelta y seguimos tomando brandy. Mientras bebíamos nuestros vasos de Alfonso exclamábamos «kanpai» y «shot puno» (interjecciones utilizadas por los filipinos cuando beben alcohol).
En un momento me ofrecieron ir afuera a la calle a hacer tambay con los muchachos (ahí fue cuando aprendí el concepto de tambay o standby).
Mark me contó que uno de los voluntarios era un «chickboy» que salía con muchas chicas, incluyendo chicas de 16 años.
A eso de la medianoche me despedí de la banda y el conductor de Mark me llevó en coche hasta mi hotel.
A las 24:30 llegué al hotel.
Ame,
Kato
Quién iba a imaginar que el Chato de la secundaria, iba a vivir tal experiencia. Tomar Brandy y viajar en un autobomba de bomberos. Muy bueno.
Sos nuestro Tom Sawyer, criado a base de no gustarle el mate y el fútbol.
Que buena experiencia!! La verdad te cambio el dia para bien este Mark!