Manila – Día 8: jornada en Navotas con Mark

Kara Ema:

El sábado salí de casa cerca de las 14:00. Había estado lloviendo durante la mañana.

Normalmente las lluvias aquí son repentinas, fuertes y cortas. No suelen durar más de una hora, pero durante esa hora cae cualquier cantidad de agua—la suficiente para producir grandes charcos en las calles:

Gran charco de agua en calle P. Ocampo, por la que paso siempre para ir al LRT.

A las 14:40 me pasó a buscar Mark por la estación 5th Ave, y de ahí me llevó a una reunión que él tenía con todos los líderes de las brigadas de bomberos voluntarios de Gran Manila.

Reunión de la Federal Union of Philippine Volunteer Firefighters and Communication Group (Unión Federal de Bomberos Voluntarios de Filipinas y Grupo de Comunicación).

Me ofrecieron un café con leche mientras observaba la reunión, en la cual estaban presentando y debatiendo el presupuesto de la fiesta de Navidad que tendría lugar en noviembre.

Al rato nos volvimos al coche para ir a la base.

En el coche Mark me contó que a la mañana había tenido reunión en el ayuntamiento de Navotas con Sara Duterte, la vicepresidenta de la República de Filipinas. Como había estado lloviendo interminentemente durante el día, me dijo que un tikbalang se estaba casando.

El Tikbalang es una criatura del folclore filipino. Se dice que se esconden en las montañas y los bosques de Filipinas. Por lo general, se describe como una criatura alta, huesuda y humanoide con extremidades desproporcionadamente largas, hasta el punto de que sus rodillas llegan por encima de su cabeza cuando se pone en cuclillas. Tiene la cabeza y las patas de un animal, generalmente un caballo. A veces se cree que es una transformación de un feto abortado que ha sido enviado a la tierra desde el limbo.

Un dicho común dice que la lluvia de un cielo despejado significa «may kinakasal na tikbalang» (filipino, «un tikbalang se está casando»). Esto estaba potencialmente relacionado con un proverbio español similar que afirmaba que una bruja se casaba cuando llovía en un día soleado, aunque muchas culturas tienen dichos en los que una figura embaucadora se casa (cp. la boda del zorro, la boda del oso, el cumpleaños/boda del mono).

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A las 16:00 llegamos al cuartel/cafetería. En la puerta estaba el voluntario de 16 años. Noté como apenas entró Mark, el muchacho le cogió la mano derecha y se la llevó a la frente. Esto es un gesto de respeto filipino llamado pagmamano.

Mano (tagalo: pagmamano) es un «gesto de honor» utilizado en la cultura filipina como señal de respeto a los mayores y como forma de solicitar su bendición. Similar al saludo de mano, la persona que saluda se inclina hacia la mano del anciano y presiona su frente sobre la mano de éste. Normalmente se realiza con la mano derecha, y la persona que muestra respeto puede pedir «Mano po» o «[Pa-]bless po» al anciano para pedirle permiso para iniciar el gesto. Normalmente, una persona puede dar la mano a sus parientes mayores al entrar en su casa o al verlos.

La palabra mano en español significa mano, mientras que la palabra po se utiliza a menudo en la cultura y la lengua filipinas al final de cada frase como señal de respeto al dirigirse a alguien mayor, de forma parecida al inglés (sir/ma’am). En conjunto, mano po se traduce literalmente por [su] mano, por favor, ya que el saludo inicia el gesto de tocar ligeramente en la frente el dorso de la mano de una persona mayor. En Visayas el gesto se denomina amin y en Kapampangan se llama siklod. Una tradición idéntica se sigue en las vecinas Indonesia y Malasia, llamadas salim y salam respectivamente.

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Mark me invitó unos pancit luglug. Con Mark no pueden pasar dos horas sin que me ofrezca algo para comer.

Pancit luglug

Apenas terminé de comer volvimos a salir hacia el cementerio de Navotas, donde me contó Mark que había gente viviendo en chabolas. Al lado de estas chabolas había un campo de baloncesto, donde ese día tendría lugar un torneo.

Antes del arranque del torneo hubo toda una ceremonia, incluyendo algunas palabras del alcalde de la ciudad, una sesión de fotos de todos los jugadores junto con el alcalde, los concejales y yo colado, una oración de apertura y la escucha silenciosa y respetuosa del himno nacional filipino, todos con la mano en el corazón.

Chabolas del cementerio
Niños barriendo el campo de básquet antes del partido, intentando remover toda el agua de lluvia.
El alcalde saludando y hablando con la gente local. Fíjate cómo iba vestido bien informal.
El alcalde haciendo su discurso de apertura frente a los jugadores. En un momento me mencionó a mí y yo no sabía dónde meterme, así que me limité a alzar la mano y saludar embarazosamente.

Hablé con algunos niños de ahí también, como en el evento de baloncesto anterior. Pero esta vez fue un poco distinto dado que parecían ser más tímidos y no sabían mucho inglés.

A las 17:15 el alcalde se fue, y Mark me dijo que normalmente cuando el alcalde se va los concejales también se van después de él, así que eso hicimos.

A las 18:00 fuimos con Mark a visitar un barrio marginal de Navotas que quedaba al lado de la bahía de Manila.

Tienda del barrio
Donde terminaba el barrio y arrancaba la bahía

En un momento pasamos por un lugar donde había unas personas jugando cara-cruz, un juego popular entre adultos en el que haces apuestas. Los juegos de apuestas están prohibidos por ley en Filipinas. Cuando estas personas vieron a alguien que no conocían (yo) caminando al lado del concejal, pensaron que se trataba un policía así que rápidamente ocultaron todas las monedas. Cuando vieron que no había peligro siguieron jugando tranquilamente.

Cara-cruz es un Larong Pinoy [juego] muy popular entre los adultos. Aunque es un juego de interior, también se puede jugar en la calle. Básicamente, se trata de adivinar la cara o la cruz de una moneda. Aunque el juego está prohibido en Filipinas, muchos adultos juegan al cara-cruz para pasar el rato. La mayoría también hace apuestas, pero como se trata de monedas, no hay muchas posibilidades de ganar.

Everything-Filipino

Nunca voy a entender esta clase de prohibiciones. ¿Cómo es posible que te puedan arrestar por jugar a un juego tan inofensivo como cara-cruz, en un país que al mismo tiempo está lleno de casinos, loterías y bingos legales? A veces las leyes son tan estúpidamente ridículas…

Antes de irnos de este barrio marginal paramos a comer una «merienda» (así es como llaman en Filipinas a una comida entre horas, ya sea durante la tarde, a la medianoche, o a cualquier hora fuera de las habituales de los desayunos, almuerzos y cenas) en una karinderya.

Carindería (a veces deletreado como Karinderya) es un tipo común de restaurante en Filipinas que sirve platos asequibles y de inspiración local. Estos establecimientos de comida, también conocidos como turo-turo (que significa «apunta-apunta» en filipino), desempeñan un papel importante en la cocina filipina y ofrecen una opción gastronómica cómoda y económica a personas de toda condición.

Las carinderías son conocidas por su asequibilidad, que las hace accesibles a un amplio abanico de clientes, desde estudiantes y oficinistas hasta taxistas y obreros de la construcción. El bajo coste de las comidas es una de las principales razones por las que las carinderías son populares entre los filipinos. La asequibilidad de la comida de las carinderías permite a particulares y familias disfrutar de una comida satisfactoria y sustanciosa sin que su presupuesto se resienta.

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Se hacen llamar «turo-turo» (apunta-apunta) porque en las carinderías suele haber varios platos de comidas ubicados uno al lado del otro, y los clientes pueden simplemente apuntar al plato que quieren comer.

Los platos que había en la carindería donde fuimos y los que nos pedimos

Mark me invitó unas bola-bolas (albóndigas) y unos pork chops (cerdo marinado), acompañados de un plato de arroz.

Cerca de las 19:00 pasamos por la casa de Mark, dejamos el coche ahí y nos tomamos unos triciclos para volver a la base.

Volviendo a la base en triciclo (era básicamente un sidecar acoplado a una bicicleta).

Afuera de la base había un puesto de comida vendiendo kwek-kwek, así que Mark me compró un plato para probar.

Kwek-kwek son las bolas naranjas

El tokneneng (o tukneneng) es una comida callejera filipina parecida a la tempura que se elabora friendo huevos de pato o de pollo duros rebozados en una masa naranja.

Una variante popular del tokneneng es el kwek kwek. El kwek kwek se prepara tradicionalmente con huevos de codorniz, que son más pequeños, y rebozados mezclando achiote en polvo o semillas de achiote remojadas en agua. Kwek kwek y tokeneneng suelen utilizarse indistintamente.

Suelen venderlos vendedores ambulantes de comida en zonas muy concurridas, junto con bolas de pescado, bolas de calamar y kikiam.

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Nos pusimos a hacer tambay frente a la cafetería mientas comíamos los kwek-kwek y el puto sulot, una variante del puto que también me ofreció Mark para probar.

Se denomina puto (pútul en pampango) o kue putu a una comida típica de las Filipinas, consistente en un pastel de arroz cocido al vapor. Este método de cocción es muy usado en el país, junto con el hervor y el asado, y se incorporó a la cocina filipina a través de otras cocinas asiáticas. El arroz, por otro lado, es usado normalmente en variadas comidas, y también en dulces y otros platos. El puto suele comerse como postre, y es usual además en los desayunos.

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Puto sulot (perdón por el desenfoque)

Todo estuvo muy masarap (delicioso en tagalo).

En un momento apareció en una moto uno de los integrantes del escuadrón de voluntarios. Su hijo pequeño venía en la moto con él. El padre me señaló a mí y le dijo a su hijo algo como «he is your uncle» (él es tu tío), y el niño que no tendría más de 5 o 6 años me cogió la mano y se acarició su frente con ella (el gesto de respeto del que te hablé antes).

Al otro lado de la calle frente a la cafetería había un cibercafé, donde varios niños iban a jugar a juegos en línea con sus amigos. Me hizo acordar a mi adolescencia haciendo lo mismo.

Chicos jugando en el cibercafé un juego llamado CrossFire (muy similar al Counter-Strike).

Algo curioso que vi que hacían estos chicos —que yo jamás había hecho en épocas en que frecuentaba estos sitios con mis amigos de la secundaria—, es que el equipo que perdía le tenía que pagar cierta cantidad de dinero al equipo que ganaba.

A las 22:00 pasadas me dejaron en la puerta de mi hotel. Me despedí de Mark con una palabra que me había enseñado él ese día: ingat (cuídate).

Ame,
Kato