Bali – Día 3: terrazas de Tegallalang, Tirta Empul y Goa Gajah

Kara Ema:

El martes pasado desayuné a las 9:00.

Mi desayuno en el hotel

Como ya había visto todo dentro de Ubud, el plan para esta jornada era ver lo que estaba en los alrededores. En particular había tres lugares a los que tenía planeado ir, los cuales quedaban cerca de Ubud pero no lo suficiente como para ir caminando, así que me pedí un Grab (una moto).

A las 10:15 el conductor que contraté me dejó en mi primera parada programada, las terrazas de arroz de Tegallalang, un distrito ubicado a diez kilómetros al norte de Ubud.

Terrazas de arroz de Tegallalang (I)
Terrazas de arroz de Tegallalang (II)
Terrazas de arroz de Tegallalang (III)
Terrazas de arroz de Tegallalang (IV)
Terrazas de arroz de Tegallalang (V)
Cartel sexista

A las 11:15 me fui de las terrazas. El conductor sabía que yo quería ir a otros sitios después, así que se había ofrecido a esperarme para llevarme también a ellos. Habíamos quedado en que yo le pagaría 100.000 rupias al final cuando regresáramos a Ubud, lo cual es absurdo para mí (apenas son 6 dólares). Para esta persona era casi un día entero de trabajo (entre esperarme, transportarme, esperarme, transportarme, etc.), mientras que en Londres nunca me voy a olvidar la vez que me tomé un Uber por un trayecto que no habrá sido de más de cinco kilómetros, y me cobraron como 10 libras esterlinas. La diferencia en el costo de algunas cosas entre Europa y Asia es abismal.

El conductor muy simpáticamente me dijo que había un bonito templo en el camino hacia mi segunda para programada, y me preguntó si me interesaría pasar por allí. Le dije que sí. Se llamaba Pura Gunung Kawi Sebatu; llegamos allí a las 11:30.

Pura Gunung Kawi Sebatu (I)
Pura Gunung Kawi Sebatu (II)
Pura Gunung Kawi Sebatu (III)
Pura Gunung Kawi Sebatu (IV)
Pura Gunung Kawi Sebatu (V)

A las 12:00 llegamos a la siguiente parada, que también era un templo pero esta vez se trataba del que tenía planificado hacer. Se llamaba Pura Tirta Empul.

El templo Tirta Empul (indonesio: pura Tirta Empul, «templo del agua que fluye de la tierra») es un templo del agua hindú balinés (pura tirta) ubicado cerca de la ciudad de Tampaksiring, Bali, Indonesia.

El complejo del templo contiene una estructura de baño o petirtaan, famosa por su agua de manantial sagrada, donde los hindúes balineses acuden para la purificación ritual. El estanque del templo tiene un manantial que da agua dulce con regularidad, que los hindúes balineses consideran sagrada o amritha.

Está ubicado alrededor de un manantial del río Pakerisan. Su nombre proviene de la fuente de agua subterránea denominada ‘Tirta Empul’ que desemboca en el río. El templo es fundamental para el sistema de riego subak balinés.

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En la entrada al templo me encontré con una comerciante vendiendo bananas. Le compré una y le pedí hacerle una foto.

Balinesa vendiendo bananas
Puerta ornamentada con una quimera balinesa llamada Bhoma
Estanque con peces
Gente rezando
Arquitectura de las estructuras dentro del templo (I)
Arquitectura de las estructuras dentro del templo (II)
Gente haciendo un ritual balinés de purificación llamado melukat (I)
Gente haciendo un ritual balinés de purificación llamado melukat (II)

Para meterse al agua había que alquilar un sarung especial para el agua y una taquilla donde guardar tus pertenencias. La verdad es que no me interesaba mucho hacer el ritual de purificación; solo me quería meter al agua para refrescarme dado que hacía mucho calor. Así que eso hice.

A la salida del templo había cualquier cantidad de tiendas vendiendo artesanías.

Tiendas vendiendo artesanías (I)
Tiendas vendiendo artesanías (II)

A las 13:00 mi conductor me dejó en un restorán para que almorzara. Intenté decirle que quería que él viniera conmigo y que le invitaría su almuerzo, pero prefirió esperarme afuera. Es curioso esto para mí dado que es distinto de Filipinas. En Filipinas era común almorzar con los conductores/guías que contrataba para que me muestren las atracciones locales, pero los indoneses parece que prefieren no comer con sus clientes sino por separado.

En Warung de Koi me pedí unas quesadillas vegetarianas, que venían con tofu, tempeh, mozzarella y guacamole. Incluyendo el cargo por servicio que me cobraron me salió Rp92.000 (US$5,8).

El tempeh es un producto alimenticio procedente de la fermentación natural controlada de la soja que se presenta en forma de pastel. Es un producto originario de Indonesia, donde es muy popular, en especial en la isla de Java, donde se le considera un alimento sencillo que proporciona proteínas a la dieta normal. Es posible también encontrarlo en otras gastronomías del sureste asiático.

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Quesadillas vegetarianas de Warung de Koi

A las 14:00 pasadas llegamos al último lugar que tenía planeado ver ese día: Goa Gajah.

Goa Gajah, o Cueva del elefante fue una ermita para los sacerdotes hindúes, construida en el siglo XI, utilizada como santuario. Se encuentra en la isla de Bali, a poco más de 2 kilómetros al sudeste de la ciudad de Ubud, en Indonesia.

[…] El complejo contiene esculturas tanto hindúes como budistas, ya que la cueva contiene lingam y yoni, símbolo de Shiva y la imagen de Ganesha, mientras que junto al río hay imágenes talladas de estupas y chattras, que se corresponden con el budismo.

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En este lugar una señora se me acercó ofreciéndome una visita guíada por el templo a cambio de Rp150.000 (US$9,5). Acepté.

Baños sagrados del templo

La señora me explicó que la razón por la cual el baño está dividido en dos partes es porque una parte solía ser usada por las mujeres y la otra por los hombres. También me contó que la seṕtima estatua (que solía estar en el medio) ha sido destruida por un terremoto.

Entrada a la cueva del elefante

Me dijo varias cosas sobre la cueva, pero como no tomé notas y ya pasó una semana lamentablemente ya me olvidé la mayoría de lo que me contó la guía.

Figura de Ganesha dentro de la cueva
Tres lingams dentro de la cueva

En el marco de la religión hinduista, un lingam (sánscrito: लिङ्ग literalmente «signo, símbolo o marca»), a veces llamado linga o Shiva linga, es una representación simbólica abstracta o anicónica del dios hindú Shiva, en el Shivaísmo. Suele ser el murti o imagen devocional principal en los templos hindúes dedicados a Shiva, y también se les encuentra en santuarios más pequeños, o como objetos naturales «automanifestados». A menudo se representa dentro de una plataforma en forma de disco, el ioni –su contrapartida femenina, que consiste en un elemento plano, horizontal en comparación con el lingam vertical, y diseñado para permitir que ofrendas líquidas se escurran para ser recogidas. Juntos simbolizan la fusión del microcosmos y el macrocosmos, el eterno proceso divino de creación y regeneración, y la unión de lo femenino y lo masculino que recrea toda la existencia.

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En otras palabras es un falo.

Lo más curioso para mí de este lugar —aparte de la cueva— es que había un templo hinduista y uno budista dentro del mismo predio.

Sendero boscoso que conducía al templo budista
Árbol sagrado con saput poleng

El saput poleng (saput significa «manta» y poleng «bicolor») es un tejido a cuadros blancos y negros. Se encuentra por todas partes en la isla: enrollado alrededor de grandes troncos de árboles, colgado sobre rocas, metido en estatuas y santuarios, o utilizado en ceremonias como estandarte, paraguas o parte del vestuario.

Los balineses creen en el dualismo mutuo, que es la idea de que dos cosas opuestas dependen la una de la otra para existir: no puede haber día sin luz, negro sin blanco, bajo sin alto, alegría sin tristeza, etc. Este es el principio básico del Rwa Bhineda, una filosofía arraigada en la vida cotidiana de Bali.

El blanco y el negro simbolizan a Rwa Bhineda, y por eso este concepto de equilibrio se expresa perfectamente en el paño del poleng, donde hay un número alternado y siempre igual de cuadrados blancos y negros. Juntos, significan la coexistencia de opuestos y el logro final del equilibrio.

G Adventures
Templo budista
Bosque alrededor del templo

La mujer guía me contó un montón de cosas no solo de este templo sino también en general de la religión practicada en Bali, que se llama hinduismo balinés. Así como quiero hablarte todavía del islam, ahora también tengo pendiente una entrada sobre las particularidades del estilo de vida balinés, incluyendo su singular variante del hinduismo.

A las 16:00 mi conductor me dejó en el centro de Ubud, frente al palacio. Le pregunté cuánto le debía y me dijo «it’s up to you sir» («queda en ti señor»), así que le terminé dando Rp200.000 (US$12,7), que era el doble de lo que habíamos quedado inicialmente y es lo mínimo que me parecía que se merecía por haberme llevado a tantos sitios con su moto y esperado a que saliera en cada uno. Aparte porque no aceptó que lo invitara a comer.

A una cuadra del palacio me topé con una cafetería llamada Black Eye Coffee. Allí me pedí un Hazelnut Frappuccino y un Cheese Croissant. Sí, en el menú lo tenían puesto como «Frappuccino», a pesar de que es una marca registrada de Starbucks y podrían ser denunciados por eso. Ojalá a ningún ejecutivo de Starbucks se le ocurra ir a comer ahí.

Merienda en Black Eye Coffee

Mientras estaba merendando me hice un amigo canino.

Mi amigo de cuatro patas

En la calle me seguí encontrando con muchos canang. Diría incluso demasiados:

Gran cantidad de canang frente a un templo en el centro de Ubud

Cuando estaba llegando a mi hotel pasé por una tienda más que me llamó la atención, llamada Kebafel. Entré a ver qué vendían. Me terminé comprando un baklava de chocolate.

Baklava es un pastel elaborado con una pasta de pistachos o nueces trituradas, distribuida en una masa filo y bañado en almíbar o jarabe de miel. Existen diversas variedades que incorporan avellanas y almendras, entre otros frutos secos.

Fue uno de los dulces más populares de la gastronomía otomana. Puede encontrarse con diferentes nombres en la gastronomía turca, iraní y árabe, así como la gastronomía de otros países del Levante, Armenia, el Magreb, Grecia, el subcontinente Indio y los Balcanes.

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Baklava y cambio

Dejé el cambio que me dieron en la foto a propósito para mostrarte cómo son los billetes y las monedas indoneses. Era la primera vez que me daban monedas, las cuales la verdad que preferiría no tener dado que me ocupan espacio en la billetera y no valen prácticamente nada (tampoco pesan prácticamente nada).

Primero había pedido para llevar al hotel pero me dijeron que salía un poco más caro por el costo de enpaquetado, así que terminé comiéndolo ahí en el local. Esto de que el takeout salga más caro que comer en el local me resulta peculiar dado que al parecer es así en casi toda Asia excepto en Japón, donde lo opuesto es cierto: el takeout sale más barato.

Me encanta esta foto:

Tres niñas sonrientes

La saqué en la misma cuadra de mi hotel, justo antes de entrar. Eran tres amigas que estaban caminando solas yendo a algún sitio. Dado que las tres llevaban una mochila, probablemente acabarían de salir de la escuela.

A las 17:00 pasadas llegué al hotel y —como venía haciendo todas las tardes poco después de llegar, dejar las cosas en mi habitación y darme una ducha rápida para quitarme la transpiración—, me metí en la piscina.

He notado que tienen un protocolo en la familia que administra la casa de huéspedes donde me quedé en Ubud. Cualquiera que vea que uno de los clientes se va a meter a la piscina, tiene que ir a encender el filtro. Y si están varios de los integrantes de la familia presentes, la que va siempre a encenderlo es la niña más pequeña. El botón de encendido del filtro estaba a unos pocos metros de mi silla donde estaba yo preparándome para entrar al agua, así que cuando la niña vino a accionarlo le sonreí y le agradecí en indonesio.

Piscina de la casa, incluyendo una fuente que actúa tanto como ornamentación como como parte del sistema de filtrado.

Ame,
Kato