Primera jornada completa con mi nueva familia japonesa

Kara Ema:

Lunes 11 de diciembre.

Entre la disritmia circadiana (más conocida como jet lag) y la fatiga remanente de la atareada jornada anterior terminé durmiendo diez horas, algo excepcional en mí considerando que nunca suelo dormir más de siete. Tras haberme dormido a las 22:00 el día anterior me desperté a las 8:00, pero no bajé de mi cuarto hasta las 10:00.

No había nadie en casa; los adultos estaban trabajando y los niños en el colegio. En la mesa del comedor me estaba esperando esta nota manuscrita:

Nota que me dejaron los niños

このうわぎをつかっていいよ。でかけるときはかぎしめて。
[Puedes usar este abrigo si quieres. Cuando salgas de la casa cierra la puerta con llave.]

れいぞうこにカットフルーツが入っています。温かいお茶も飲んでね。さむかったらストーブかホットカーペットをつけてね。ストーブはあなたの席の後ろです。帰ったらバスケをしようね。
[Hay fruta cortada en la nevera. Bebe té caliente. Si hace frío, enciende la estufa o la alfombra caliente. La estufa está detrás de tu asiento. Juguemos al baloncesto cuando llegue a casa.]

Lo que decía la nota

Ya que estaba solo aproveché para hacer unas fotos de la casa para mostrarte.

El salón
La cocina
Cuarto de baño y de lavado de manos y ropa
Genkan (entrada a la casa y donde se dejan los zapatos y se cambian por pantuflas)
Washitsu (habitación estilo tradicional japonés; no todas las casas modernas la tienen)

Cerca de las 15:00 vinieron los chicos solos caminando desde la escuela, que quedaba a unos pocas cuadras de la casa. El menor, Takeshi, tenía naraigoto (actividades extraescolares), mientras que el mayor, Daichi, me pidió que lo acompañara a jugar con él y sus amigos en el patio del colegio.

Entrando al colegio a jugar
Jugando al fútbol con los amigos de Daichi

Tan pronto como se hicieron las 16:00 sonó la clásica melodía de los colegios japoneses, y me hizo sentir que estaba en un animé.

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Melodía de los colegios japoneses

Al oír esta melodía los niños sabían que era hora de irse a casa. Tenían permitido quedarse a jugar en el patio de la escuela después de clases pero solo hasta las 16:00 (o hasta las 17:00 en verano, dado que oscurece más tarde).

A las 17:00 en casa Daichi me enseñó a jugar al mancala.

Mancala (árabe: منقلة manqalah) se refiere a una familia de juegos de mesa de estrategia por turnos para dos jugadores que se juegan con pequeñas piedras, judías o semillas e hileras de agujeros o hoyos en la tierra, un tablero u otra superficie de juego. El objetivo suele ser capturar todas o algunas de las piezas del adversario.

Wikipedia
Jugando al mancala

A las 18:30 cenamos. Sakura es vegana, así que las comidas en su casa generalmente lucen así:

Lo que cenamos

Después de comer los niños me siguieron mostrando algunos de sus juegos. Había uno que me pareció genial dado que te hacía pensar bastante. Se llamaba Rush Hour y consistía en automóviles dispuestos en una grilla a partir de cierta configuración inicial; el objetivo era desplazarlos de manera tal de conseguir liberar uno de ellos.

Jugando al Rush Hour

Después de jugar los niños hicieron un poco de repaso y terminaron de hacer sus deberes escolares. Daichi me mostró algunos de sus exámenes.

Así son las pruebas que les hacen a los niños japoneses en la escuela primaria

Una de las tareas que tenía que hacer Daichi era leer un capítulo de un libro en voz alta y los padres tenían que calificar su lectura en cuanto a su tono, velocidad, ritmo, volumen, pausas, etc. Me dejaron hacer la calificación a mí.

Hoja donde había que poner la calificación de la lectura. Dos círculos concéntricos significaban «muy bien», un círculo «bien» y un triángulo «regular».

Después de hacer la tarea los niños se fueron a lavar los dientes. Una cosa interesante sobre el ritual de lavado de dientes en Japón es que siempre incluye gárgaras. Otra es que los niños comienzan el lavado solos y al final siempre son ayudados por los padres, como lo muestra este video:

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Niña japonesa de tres años lavándose los dientes sola al principio y siendo ayudada por la madre al final

A las 20:30 los niños cogieron un libro para que sus padres se lo leyeran en la cama y se fueron para la habitación. Me invitaron a partir a mí también de la lectura, así que los seguí por detrás. Nos acostamos todos en la cama; papá Renjiro en el medio con el libro en la mano. El tierno de Daichi me metió en las sábanas al lado de él y me tapó.

Cuando Renjiro terminó de leer el libro, los dos niños se quedaron en la cama y los dos adultos les dijimos buenas noches, cerramos la puerta de su habitación y nos fuimos para abajo de vuelta.

Nos sentamos en la mesa del comedor Renjiro, Sakura y yo a charlar un rato. En un momento les pregunté sobre el ritual del baño con respecto a los niños, que me daba curiosidad ya que sé que cada familia japonesa se maneja distinto. Están los padres que se siguen bañando con sus hijos hasta que bien entrada la pubertad o la adultez, y los que deciden dejar de bañarse juntos en cierto punto por distintas razones.

Renjiro se sigue metiendo a la bañera con sus dos hijos, pero Sakura ya no se mete con su hijo mayor, Daichi, a pesar de que él sí quería seguir bañandose con su madre y ha llorado cuando ella le dijo que ha decidido dejar de hacerlo. Le pregunté por qué tomó esta decisión y me dijo que Daichi ya ha llegado a una edad en que a ella personalmente no le parece correcto que se bañe con una persona del sexo opuesto, aunque sea su propia madre.

Por mi parte si yo tuviese hijos en Japón me seguiría bañando con ellos hasta que ellos decidiesen que quieren privacidad y estar solos en el baño, tengan la edad que tengan y sean niños o niñas. A mí esto del pudor y las cuestiones morales son cosas que simplemente no me valen.

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Padre bañándose con su hija de 2 años
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Padre bañándose con su hija de 19 años

Ame,
Kato