Kara Ema:
Domingo 24 de diciembre. Nochebuena.
Me levanté a las 7:30 y bajé al salón. Ya estaban casi todos despiertos.
A las 8:00 desayunamos.
Uno de los primos tocaba el piano. Ocho años tenía y ya tocaba superbien.
Me hizo acordar a varios videos que he visto en YouTube de niños pequeños tocando el piano —que por cierto siempre son asiáticos—, como estos:
Y una fantástica secuencia de relevos de niños japoneses de primaria, que YouTube no me deja incrustar aquí así que te paso el enlace directamente: https://www.youtube.com/watch?v=LxrHJpqh6E8.
Al rato me fui para arriba de vuelta a prepararme para salir. Descubrí que uno de las puertas que pensaba que daba a una habitación en realidad es una sala de juegos:
A las 10:00 salimos todos caminando hasta la iglesia del barrio, para asistir a una clase de catequesis que se celebra allí todos los domingos.
Ah sí, no te conté: la mamá de Sakura es cristiana—lo cual para mí era fascinante, dado que es extremadamente raro encontrarse con un japonés cristiano.
La iglesia era bastante pequeña y con un diseño que no se asemejaba en nada a las iglesias occidentales. De hecho si no me decían que era una iglesia jamás lo habría pensado.
No había filas de bancos sino que los bancos estaban todos posicionados contra las cuatro paredes de la sala, mientras que en el centro había una mesa de patas cortas.
Nos quitamos el calzado en la entrada y nos fuimos a sentar. Éramos una docena de personas de todas las edades y géneros, aunque yo era el único extranjero.
La primera media hora hicimos clase grupal entre todos y consistió más que nada en algunos cantos, mientras que la media hora restante nos dividieron en tres grupos más pequeños para el estudio de la Biblia.
Mi grupo consistió en los cuatro niños, dos sacerdotes y yo. (Bueno, yo digo sacerdote pero no sé si realmente los dos tenían el título.)
A las 11:00 volvimos a la casa y nos pusimos a jugar al Monopoly. Hora y media más tarde almorzamos.
Después de comer los niños se pusieron a leer un rato.
A las 14:30 volvimos a salir, esta vez con el coche. Fuimos a una exposición temporal del artista Yoshitake Shinsuke, que le encanta a toda la familia de Sakura.
Yoshitake Shinsuke (nacido en 1973) es un ilustrador y autor de libros ilustrados japonés. Nació en la ciudad de Chigasaki, prefectura de Kanagawa. Trabaja como ilustrador en campos muy diversos, como la ilustración de libros infantiles, el diseño de libros y el arte publicitario […].
Wikipedia
Cuando salimos de la exhibición pasamos por la tienda donde vendían algunos de los libros del ilustrador, así como artículos varios como llaveros, pines, postales y esas cosas.
Los niños se pasearon por toda la tienda en busca de algo para comprarse. Cada uno iba con su billetera y sus propios ahorros. A medida que se decidían, iban solos a hacer la fila de la caja y a pagar por lo que habían escogido.
A las 16:00 nos fuimos.
Como estábamos cerca del centro de la ciudad y de la estación ferroviaria de Utsunomiya, le pedí a Sakura si podíamos pasar por ahí unos minutos antes de volver a la casa, así conocía un poco la zona.
Frente a la estación nos encontramos con una escultura de una gyoza gigante, una de un luchador de sumo, entre otras más ordinarias:
Sakura me decía que para ella Utsunomiya era bastante rural, pero yo no la veía. Supongo que todo depende de con qué se compare. Al lado de Tokio o de Saitama definitivamente es un entorno mucho más suburbano. Las facilidades como transporte público y escuelas son menos frecuentes. De hecho según me contaron, los primos de Takeshi y Daichi —que viven en Utsunomiya— tienen que caminar todos los días media hora para ir a su escuela.
Cerca de las 18:00 llegamos a la casa nuevamente y cenamos.
A las 20:00 comimos un pastel que habían preparado y no tardamos en irnos todos a dormir, que al día siguiente tocaba levantarse bien temprano.
Ame,
Kato
Ya q ayer nos mostraste el powerpoint q hiciste y ahira leo esto… les contaste q acá en Navidad esperamos hasta las 00.00 hs del 25 para brindar y abrir los regalos?
Sí, lo dije ayer eso también 🙃