Enero en Buenos Aires con familia y amigos

Kara Ema:

Te cuento un poco lo que he estado haciendo desde que llegué a Buenos Aires a fines de diciembre.

La primera quincena de enero la pasé en Cariló con mi familia. El día a día ahí consistía en hacer cosas como salir a pasear al centro, a caminar por la playa y el bosque, a cenar o almorzar afuera, entre otras.

Un día nos encontramos al intendente de Pinamar dando un discurso para la gente del pueblo en una esquina del centro. También había venido una murga de Madariaga.

Intendente de Pinamar
Murga de Madariaga

Ese mismo día —un viernes—, un poco más tarde fuimos a la plaza a ver la feria que estaban haciendo. Además de la feria nos encontramos con una banda que estaba tocando, llamada Ojo con Ellos y compuesta por un tecladista de 12 años y una baterista de 10.

Ojo con Ellos
Montaje de lo que tocaron cuando los vimos

Una vuelta nos fuimos a explorar el bosque, el cual nos terminó conduciendo a una zona de médanos por donde andaban los cuatriciclos, y luego acabamos saliendo a la playa.

Bosque
Zona de médanos

En la playa vimos una mantarraya, rodeada por un montón de gente curiosa.

Mantarraya en la playa

Una vez fuimos a ver una galería de arte.

La obra que más me gustó de las pocas que había en exhibición

Otro día nos quedamos en la playa hasta el atardecer y fuimos a ver un show de títeres en la plaza.

Atardecer en la playa
Show de títeres en la plaza

También fuimos a ver una orquesta tocando temas clásicos de Pixar. Solo duró quince minutos porque en realidad era para que fueras a ver la obra en el Teatro Colón.

Pixar en Concierto

Y eso fue todo en cuanto a lo que hicimos en Cariló.


El sábado 20 de enero la vi por primera vez a Sofi, mi amiga de 9 años (la que escribió la historia de la escuela de monstruos). No sabía nada que yo estaba de vuelta en Buenos Aires, dado que le había pedido a su padre que no le dijera nada para darle la sorpresa.

Apenas me vio me extendió sus brazos y nos dimos un abrazo de varios misisipis. Luego subimos al apartamento y le entregué todo lo que le había traído de Japón, incluyendo el giratiempo de Hermione que me había dicho que quería. También se puso recontenta cuando le conté que la invitaría al teatro a ver Matilda.

Al día siguiente fuimos al teatro a ver Matilda. Éramos mi prima Jime, Sofi y yo. Yo invité el teatro y Jime la cena en KFC cuando salimos.

Esta fue la cuarta vez que vi el musical de Matilda en vivo. La primera había sido en Londres, luego en Tokio, luego en Madrid, y finalmente en Buenos Aires.

Te das cuenta de la diferencia abismal que hay culturalmente en Japón y en Argentina con lo que respecto al cumplimiento de las reglas, al ver que en Japón se la pasan recordándote que filmar o hacer fotos durante la función no está permitido y nadie lo hace. Mientras tanto en Argentina yo veía que estaban todos haciendo historias para publicar en Instagram en plena función.

En un momento decidí que yo también aprovecharía así que me puse a sacar fotos y grabar algunas partes.

Matilda en el Gran Rex (I)
Matilda en el Gran Rex (II)
Matilda en el Gran Rex (III)
Matilda en el Gran Rex (IV)
Matilda en el Gran Rex (V)
Montaje de algunas partes que filmé de la obra

El martes 23 de enero fui a Havanna a tomar un café con un amigo de la secundaria.

Lo que me pedí (creo que era un frappé de dulce de leche).

El día siguiente fui al club con más amigos de toda la vida. Nos quedamos hasta la noche y cenamos unas pizzas en el restorán.

Las pizzas que pedimos para compartir entre todos

El viernes de esa semana fui con amigos a conocer el Mercat de Villa Crespo, un galpón reacondicionado con diversos locales gastronómicos, sobre todo de comida japonesa y coreana.

Mercat Villa Crespo (I)
Mercat Villa Crespo (II)
Mercat Villa Crespo (III)
Mercat Villa Crespo (IV)
Mercat Villa Crespo (V)

En el tercer piso del Mercat había un lugar llamado Uni Soju Bar. Allí nos pedimos dos botellas de cerveza, una de soju, un plato de tteokbokki y uno de katsudon (tonkatsu con arroz) con kimchi, todo para compartir entre los tres.

Lo que comimos en Uni Soju Bar

El día siguiente también cené comida japonesa, esta vez con mi papá y su pareja. Fuimos a un restorán llamado Emperador Meiji. Nos pedimos todo lo siguiente:

Gyoza de entrada
Pincho de molleja
Wagyu burger
Yakisoba
Carne con ensalada

El último domingo de enero fuimos de vuelta al club. Merendamos unos mates con galletas mientras conversamos, nos metimos a la piscina y salimos a navegar un rato por el Río de la Plata.

Mate

El lunes la vi a mi tía. Fuimos a almorzar a un restorán de CABA, después de pasar a ver a mi abuela por la residencia geriátrica. Nos pedimos un matambre a la pizza y una milanesa ranchera con cheddar y bacon, ambas cosas para compartir entre los dos.

Matambre a la pizza
Milanesa ranchera

Eso fue todo lo que hice en enero.

Ame,
Kato