El otro día fui a la casa de Sofi y le pedí que me mostrara su cuarto. Me tomó de la mano y me llevó a conocerlo.
Me mostró el certificado de taekwondo que tenía encuadrado y pegado en la pared, el premio que se había ganado con aquel cuento que escribió para el cole, el colchón que tenía bajo su cama para cuando viniesen sus amigas a hacer una pijamada, el peluche que usaba para dormir, los juegos de cartas y de mesa, los Funko Pop de Harry Potter y de Merlina, entre varias otras cosas.
Yo noté que en el primer cajón de su mesita de luz tenía guardada la postal de Alicia en el País de las Maravillas que le había escrito yo y hecho enviar desde Japón. También noté que entre todo el desorden que tenía sobre su escritorio, había una hoja de papel con algo escrito. Le pregunté qué era.
—Es un cuento que escribí. Leelo si querés.
Había dado con otra obra de arte; otra genialidad producida por este pequeño y tierno cerebrito. Me sorprendió ver lo bien escrito que estaba, con letra legible, acentos y puntuación mayormente bien colocados y sin faltas de ortografía. La historia en sí me pareció muy ingeniosa, aunque lástima el adoctrinamiento religioso.
Había una vez un pueblito muy chiquitito en el que vivía un señor en su cabañita. Un día empezaron a avisar que en poco tiempo iba a haber un (mini)tsunami para que se refugien. El señor decidio quedarse ahí sin hacer nada por que el dijo que rezaba todos los días y que entonces Dios lo amaba y que lo iba a mantener a salvo. Unos días despues se vino el tsunami pero fue entrecomillas «suave», igualmente llego a inundar casi todo el pueblo y el señor seguia ahí, luego se acerco un barco de rescate, el conductor le dijo:.. ¡Sube! Es peligroso va a venir otro tsunami pero mucho más fuerte. Y el hombre le respondio… No me importa yo me quedo acá, entonces el conductor dio la vuelta y se fue. Unas horas despues vino un helicoptero bajo el piloto y le dijo… ¡Sube! Es peligroso va a venir otro tsunami pero mucho más fuerte entonces el hombre le respondio… No me importa yo me quedo acá, el piloto se subió al helicoptero y se fue. Horas despues vino el (enorme)tsunami y se murio ahogado. En el Cielo el señor estaba enojado con Dios entonces le dice a Dios… Yo te rezaba todos los días pense que me amabas y Dios le dijo… Yo te mande un barco de rescate y un helicoptero ¿que más querías que hiciera?