Kara Ema:
El sábado pasado —30 de marzo— fuimos toda la familia (papá Renjiro, mamá Sakura, hermano mayor Daichi, hermano menor Takeshi, y yo) a hacer un paseo caminando desde casa hasta la nueva escuela de Daichi.
Hasta hace unas semanas Daichi iba todos los días caminando desde su casa hasta su escuela, la cual quedaba solo a un par de cuadras. Pero ahora que se graduó de la escuela primaria, va a tener que empezar a ir a la escuela media, la cual queda un poco más lejos. En general las escuelas medias de barrios urbanos en Japón no les permiten a los alumnos ir en bicicleta, con lo cual Daichi va a tener que seguir yendo caminando aunque le quede un poco más lejos.
Daichi aún no tiene teléfono móvil, con lo cual es importante que se conozca de memoria el camino que tiene que seguir para llegar desde su casa hasta su nueva escuela solo. La misión de la salida en familia que hicimos ese día era enseñarle a Daichi el camino más corto para ir, y también cronometrar el trayecto para ver cuánto tiempo requería.
Tardamos un poco más de veinte minutos en llegar, yendo a paso acelerado. Luego otros veinte más para volver.
Como suele ser el caso con las escuelas japonesas, las puertas estaban abiertas y con cero vigilancia, así que entramos a pasearnos unos minutos por el predio. Había niños jugando en el patio de primaria, y adolescentes entrenando en el gimnasio.
A la tarde hicimos una segunda salida en familia, esta vez a la biblioteca para devolver todos los libros que habían pedido prestado hace dos semanas y pedir prestado nuevos.
Aquella noche era mi última cena con esta familia, así que me prepararon algo especial:
Después de cenar nos sentamos en el sillón a ver unos videos viejos de los niños en actos escolares y demás. Luego nos fuimos a dormir.
El domingo nos despertamos a las 8:00 y desayunamos todos juntos, lo cual es raro dado que normalmente todos los demás se despiertan mucho más temprano que yo (los niños para ir a la escuela y los padres también, a trabajar en sus respectivas escuelas donde enseñan).
Adivina lo que hacen estos niños todos los días mientras desayunan:
A las 11:30 tomé la bici de Sakura y me fui hasta el parque de Ōmiya, donde había quedado ir con Akane y otros amigos para hacer hanami (picnic mientras ves las flores, sobre todo los cerezos que estaban empezando a florecer).
Cerca de las 12:30 llegué al parque y me junté con los demás bajo los sakura.
A las 17:30 volví a lo de Sakura, preparé mis maletas y ella me llevó con el coche hasta lo de Akane, dado que al día siguiente los niños se irían de viaje con el padre por tres días a Fukui. Así es que a partir de ahora me estoy quedando nuevamente con Akane, Taiyo y Kenta, mi primera familia japonesa.
Ame,
Kato
Los sakura! 👏🏻👏🏻