Primera vez yendo a ver un festival deportivo en una escuela japonesa

Kara Ema:

Desde hacía tiempo tenía ganas de ir a ver un 運動会 (undōkai; encuentro deportivo) de esos que se celebran una vez al año en todas las escuelas japonesas, tanto públicas como privadas.

Un encuentro deportivo es un acontecimiento de actividades atléticas que se lleva a cabo de acuerdo con un programa prescrito con la cooperación de participantes y directivos de centros escolares, empresas, grupos comunitarios y otras organizaciones. A veces también se denomina festival deportivo o competición deportiva.

[…] El objetivo es fomentar el sentido de la solidaridad, la cooperación, la armonía y la unidad. De acuerdo con los Cursos de Estudio, la orientación debe proporcionarse de manera que se fomenten las actividades independientes y espontáneas de los alumnos.

[…] Los eventos incluyen: competiciones de atletismo, competiciones por equipos, juegos de pelota, deportes de competición, gimnasia, danza, juegos de masas y competiciones de animadoras.

Wikipedia

Este sábado finalmente tuve la oportunidad de presenciar un festival deportivo en la escuela de mi amiga Yume. Todos los alumnos —desde primer grado hasta sexto— participarían de distintas actividades atléticas en el patio del colegio, mientras los padres los observaban, les tomaban fotos y videos, y los alentaban.

Yume estaba en tercer grado y participaría de dos actividades: una carrera de 80 metros y una danza de la canción Idol. Su hermano mayor Akio, por su parte, estaba en sexto grado y también participaría de una carrera y del evento de cierre, un juego de masas, que en mi opinión fue lo más fabuloso de toda la jornada, dado que es algo que yo jamás había visto en vivo.

El programa de actividades —el cual Rina me había enviado la noche anterior para que pudiese ir viéndolo— era el siguiente:

Nombre originalParticipantesDescripción
開会式TodosCeremonia de apertura
80m走4.º gradoCarrera de 80 metros
80m走3.er gradoCarrera de 80 metros
We are スーパスター2.º gradoSomos superestrellas (baile)
95粒のマスカット1.er grado95 moscateles (baile)
100m走5.º gradoCarrera de 100 metros
Let’s move ahead!!!!!!!6.º grado¡¡Sigamos adelante!! (carrera)
Positive〜めざせ最高到達点〜4.º gradoAspirar a lo más alto posible (baile)
完成!極・アイドル!3.er grado¡Perfecto! ¡Extremo! ¡Idol! (baile)
50m走2.º gradoCarrera de 50 metros
まっすぐ・全力・50m1.er gradoRecto a máxima potencia, 50m (carrera)
想~心を一つにソーラン節~5.º gradoSōran Bushi con un corazón (baile)
高学年リレー5.º y 6.º gradosCarrera de relevos
Together ~You’ll never gonna walk alone.~6.º gradoJuego de masas
閉会式TodosCeremonia de clausura
Programa del encuentro deportivo

Salí de casa a eso de las 7:00 y me fui a tomar el metro hasta la estación de Namba, donde tenía que hacer concurrencia con un tren que me dejaría en Sakai.

Estación de Namba

Mientras tomaba esta foto me puse a pensar en lo distintas que son las estaciones ferroviarias japonesas con respecto a las europeas.

Si recuerdas de mis entradas de cuando estuve en Europa, las estaciones europeas tienen un aspecto llamativo, tradicional y grandilocuente. Los japoneses por su parte son gente pragmática, y eso se nota mucho en el diseño de sus estaciones modernas, utilitarias y discretas. Fíjate por ejemplo la altura y el aspecto del techo en la última foto, y compara eso con los techos superaltos y vistosos que tenían todas las estaciones alemanas por las que pasé.

Esto que acabo de decir de las estaciones pienso que aplica igualmente para el diseño arquitectural de las casas y cualquier otro edificio europeo vs. japonés.

A las 8:30 llegué a la escuela de Yume.

Entrada a la escuela de Yume (notar el diseño arquitectural utilitario del que te hablaba recién).

El evento arrancaba a las 8:45. La familia de Yume todavía no había llegado, así que decidí entrar primero por dos razones: (1) para asegurarme un buen lugar para ver bien el patio y a los niños, y (2) porque me daba curiosidad saber si alguien me preguntaría algo tipo «¿usted es el padre de qué niño?» o simplemente me dejarían pasar sin decirme nada.

Al final nadie me preguntó nada. Las puertas estaban abiertas y no había nadie controlando la gente que entraba, como sí habría en países menos seguros o más paranoicos.

No había asientos para los padres, ni sitios con sombra. Simplemente habían colocado una soga que separaba la parte del patio donde los alumnos estarían haciendo las distintas actividades, de la parte donde los padres podían colocarse para observar y alentar.

Los niños sí estaban sentados a la sombra, debajo de toldos. En el lado de enfrente había otro toldo donde estaban el director, los profesores, y algunas personas mayores que no podían estar mucho tiempo paradas o expuestas al sol.

En esta foto puedes ver los toldos donde estaban sentados los niños, y una parte del patio con líneas pintadas para separar los carriles donde estarían corriendo los alumnos.

Cinco minutos antes de la hora programada de arranque, les pidieron a los niños que se formaran en filas frente al toldo de los profesores.

En esta foto puedes ver a los niños sentados en filas a la izquierda, y a los padres parados a la derecha, junto al toldo de los profesores.

No se nota mucho en la última foto, pero si miras bien notarás que los niños están separados en dos equipos: el rojo y el blanco, según el color de sus gorras. Durante todas las actividades competitivas del festival estarían compitiendo no individualmente sino colectivamente, acumulando puntos para su propio equipo. Por ejemplo, en las carreras si sale primero un alumno del equipo rojo, el equipo rojo gana 3 puntos, si sale segundo uno del blanco, el blanco se lleva 2 puntos, y el que salga tercero acumulará un punto para su propio equipo. Si recuerdas Japón es una sociedad colectivista, no individualista como las sociedades occidentales.

Mientras estaba viendo la ceremonia de apertura los papás de Yume se me acercaron y me saludaron. El papá tenía una videocámara y un trípode en la mano, mientras que la mamá tenía una cámara fotográfica profesional de esas que vienen con una lente que te permite hacer buenas fotos incluso estando bastante lejos del objetivo. Tengo la teoría de que los japoneses se compran cámaras buenas específicamente para eventos escolares como este, dado que es el único momento en que los veo utilizarlas. El resto del tiempo simplemente hacen fotografías con sus teléfonos móviles.

Después de saludarme cada uno se fue por su lado y yo seguí donde estaba por un rato, aprovechando que había encontrado un buen sitio adelante de todo dado que había llegado temprano.

Cuando terminó la ceremonia de apertura Rina me tocó el hombro y me dijo que la siguiera para ir a ver a Yume. Una vez que conseguimos encontrarla entre los cientos de niños que había, la saludamos y le dijimos que estaríamos alentándola. Rina me sacó una foto con Yume utilizando su supercámara.

Tras saludar a Yume intentamos encontrar a Akio pero no lo conseguimos, así que nos fuimos de vuelta hacia el otro lado del patio para ver la carrera de 80 metros que estaban haciendo los chicos de cuarto grado.

Después de los de cuarto correrían los de tercero, incluyendo a mi amiga. Rina me dijo que fuésemos al área prioritaria para poder verla mejor.

Es que había una parte a la derecha del toldo de los profesores a la cual solo podían entrar personas que tuviesen una cinta de determinado color. La cinta indicaba el grado al que iban a ir a ver, y cada padre solo recibía una correspondiente al grado de cada uno de sus hijos. Por ejemplo, los padres de Rina recibieron una cinta naranja de parte de Yume, gracias a la cual podían acceder al área prioritaria para ver mejor todas las actividades de los de tercer grado.

Se supone que cada niño solo puede llevarse a su casa dos cintas del color de su grado, una para darle a su papá y otra para darle a su mamá. Pero Yume agarró tres cintas naranjas, dado que me quiso dar una a mí así yo también podía verla desde la zona preferencial.

Cinta naranja que me permitía entrar al área exclusiva para ver mejor a mi amiga
Viendo la carrera de los de tercer grado desde el sector preferencial
Padres haciendo fotos y videos de sus hijos dando lo mejor de sí
Los niños de primer grado bailando daban ganas de comérselos de un bocado, sobre todo los que mantenían una sonrisa enorme durante todo el baile (notar por ejemplo la segunda niña de la primera hilera, o la quinta de la segunda).
Más carreras
Más bailes

Así se desenvolvió la jornada, con los alumnos pasando siempre en grupos, alternando entre bailes y carreras, y yo observándolo todo como si fuese un padre más, siempre al lado de Rina.

Después de los bailes de 1.º y 2.º grados, finalmente llegó el que estábamos más ansiando ver con Rina: el de Yume bailando Idol con todos los chicos de 3.º. Yo ya lo había visto un par de veces dado que mi amiga me había dado un espectáculo privado, pero fue lindo poder verla esforzándose una vez más frente a cientos de personas, y que ella me viera a mí alentándola y eso la hiciese sentir más segura.

Aparte de la danza de Yume, hubo dos actividades más que me parecieron fenomenales: el Sōran Bushi de 5.º y los juegos de masa de 6.º. Jamás había visto un grupo de niños tan grande desempeñando movimientos coordinados tan impecablemente.

Sōran Bushi de 5.º
Juegos de masa de 6.º

A las 11:30 terminaron las actividades y se celebró la ceremonia de clausura, durante la cual anunciaron los resultados de cuántos puntos había ganado cada equipo. El equipo rojo había recibido 570 puntos y el blanco 511, con lo cual la victoria se la llevó el rojo. Sin embargo, como dijo el director después, todos y cada uno de los alumnos son victoriosos, dado que todos dieron su mejor esfuerzo.

Al final del encuentro a los niños les habían encargado la tarea de transportar su propia silla de vuelta al interior del edificio, al aula de donde la habían sacado.

Niños transportando las sillas (I)
Niños transportando las sillas (II)

Los alumnos de sexto grado se hicieron una foto grupal.

Foto grupal de los chicos de sexto

Rina me contó que hace unos años era habitual que este tipo de eventos escolares durara todo el día, desde temprano a la mañana hasta la tarde, y que los niños almorzaran junto a sus padres en el patio del colegio. Lamentablemente después de la pandemia del COVID-19 muchas escuelas han decidido reducirlos de una jornada completa a media jornada. En parte mejor igual, dado que eso significaba que podría pasar el resto del sábado con Yume y su familia.

Montaje del festival deportivo

A las 12:00 nos fuimos todos juntos caminando desde la escuela hasta la casa de Yume. Entramos a la casa pero solo por un rato, dado que no tardamos en volver a salir para ir a Marugen a almorzar ramen. Yo les había dicho que los invitaría a todos.

Akio y su papá fueron en el coche, mientras que Rina y yo fuimos a pie. Yume, por su parte, decidió ir con su bici. Me hizo correr a su lado mientras ella pedaleaba.

Mi amiga se pidió el menú infantil, el cual venía con un juguete a elección. Cada uno se pidió un tipo de ramen distinto (yo el de miso), y además pedimos varias cosas para compartir entre todos, como patatas fritas, gyoza y karaage.

El ramen de miso que me pedí yo

A las 14:00, cuando terminamos de comer yo me acerqué a la caja para pagar. Me salió ¥6333 (~US$40), lo cual no me pareció caro considerando todo lo que pedimos y el hecho de que éramos tres adultos y dos niños.

De ahí nos volvimos para la casa de ellos. Yume tenía 体操教室 (taisō kyōshitsu; clases extracurriculares de gimnasia) a las 15:30, y me habían invitado a ir a verla. Pero Rina se fue a dormir una siesta y se quedó dormida, así que al final no fuimos.

Mi amiga se pasó casi todo el tiempo desde que llegamos a la casa hasta que volvimos a salir, acostada en el piso del salón viendo YouTube en la tele, mientras yo me quedé al lado de ella. Le dije que quería jugar con ella pero ella prefirió seguir viendo YouTube, así que la dejé y aproveché para dormitar un poco yo también dado que estaba cansado al igual que Rina.

Yume viendo YouTube en la tele del salón

A las 17:30 salimos todos juntos a cenar a un izakaya al que iban ellos seguido. Al igual que durante el almuerzo, pedimos un montón de cosas para compartir. Esta vez sería el papá quien invitaría la cuenta.

Mi amiga anotando en un papel todo lo que queríamos pedir para dárselo al encargado del izakaya

Eso que ves escrito en la foto es solo lo que pedimos al principio; luego fuimos agregando, y agregando, y agregando… Nos quedamos como tres horas allí comiendo y charlando hasta que finalmente volvimos a la casa.

En la casa Yume me mostró algo que me pareció supertierno: un papel donde ella había anotado distintas palabras en español que conocía o que yo le había enseñado. Me pidió que le enseñara algunas más para que pudiese seguir anotando y aprendiendo. Me dijo que le gustaría saber español para poder hablar conmigo en ese idioma, y que no entendía por qué tenía que haber tantos idiomas en el mundo y por qué no todos hablaban el mismo así sería mucho más simple.

Ya pronto yo me tendría que volver a mi casa, lo cual significaría tener que despedirme de mi amiga, dado que ya no la volvería a ver hasta la próxima vez que regresara a Japón. Como las otras veces, Rina se ofreció a llevarme con el coche hasta la estación de Nakamozu, desde donde podría tomarme el metro hasta Shōwachō.

Antes de irme de la casa me hice unas últimas fotos con Yume y con Akio. También les di las cosas que les había comprado unos días atrás en la tienda esa de personajes coreanos. Aparte de eso había una cosa más que había preparado la noche anterior, específicamente para Yume. ¿Recuerdas que ella me había hecho una carta? Ahora era mi turno de darle la mía.

La carta que le escribí a mi amiga

Mi carta incluía un dibujo de Ai Hoshino, el personaje del animé Oshi no Ko que baila la canción Idol, la misma que bailó mi amiga en el festival deportivo. Soy pésimo haciendo dibujos, así que la estrategia que empleo normalmente cuando quiero regalarle un dibujo a un niño es buscar en Internet uno relativamente fácil de replicar de algún personaje que le guste a ese niño, luego poner una hoja sobre la pantalla de mi computadora y básicamente calcarlo.

Izquierda: mi dibujo. Derecha: dibujo digital en el que me basé.

En cuanto al contenido de la carta, decía lo siguiente:

24 de mayo de 2024
Shōwachō, Abeno-ku, Ōsaka-shi

Querida Yume:
Gracias por compartir tantos momentos divertidos. Atesoraré estos maravillosos recuerdos para siempre. A partir de ahora te llevaré conmigo en mi corazón hasta que nos volvamos a encontrar. Espero con impaciencia ese día.
¡Te quiero mucho! ♥︎

Mi carta a Yume

Cuando se la entregué se puso a leerla en voz alta, con un poco de ayuda de parte de su mamá y su hermano con los kanji que todavía no podía leer. Cuando llegó a la parte que decía «te llevaré conmigo en mi corazón» se largó a llorar. Le acaricié la cabeza intentando contenerla y asegurándole que ya nos volveríamos a ver.

Son duras las despedidas cuando quieres mucho a alguien.

Yume también estaba supercansada después de haber bailado y corrido tanto durante el encuentro deportivo. Además ya eran las 22:30, hora en la cual normalmente ya estaría en la cama. Así y todo insistió con acompañar a su amigo en el coche hasta la estación. Cuando se sentó en su asiento no tardó en quedarse dormida, con su manito entrelazada a mi manota.

Yume dormida en el coche y tomándome de la mano

Cuando llegamos a Nakamozu mi amiga salió del coche y me dio un último abrazo. Luego volvió a entrar y se quedó saludándome desde la ventanilla mientras yo avanzaba hacia la estación. No paró de saludarme y yo no paré de saludarla hasta que los dos finalmente nos perdimos de vista, en el momento en que yo empecé a bajar las escaleras mecánicas.

A las 23:00 pasadas llegué a Arachi.

Ame,
Kato