Visita a templo budista y playa con la familia de Bảo

Kara Ema:

El sábado a las 7:30 fui a desayunar afuera con Bảo. Luego fuimos a una cafetería y a las 8:15 volvimos a la escuela.

Café con leche frío que me pedí y me tomé en dos segundos con el calor que hacía

A las 8:30 me hicieron hacer una sesión de fotos con estudiantes de secundaria para el sitio web del colegio.

A las 9:00 arrancó el workshop de Hải, el papá de Anh y Chi que se había venido de Hanói con su mujer para pasar el fin de semana en la escuela junto a sus hijas y su suegro.

Workshop de Hải sobre herramientas de Google

A las 10:30 salimos con las niñas, sus dos padres y sus dos abuelos hacia un templo budista llamado Chùa Đại Tuệ.

El trayecto hasta allá duró alrededor de una hora, tiempo que me pasé charlando y jugando con Anh.

Chùa Đại Tuệ (I)
Chùa Đại Tuệ (II)
Chùa Đại Tuệ (III)
Chùa Đại Tuệ (IV)
Chùa Đại Tuệ (V)

En un momento nos presentaron al monje administrador del templo, quien se puso a recitar unos cánticos mientras nosotros estábamos sentados detrás de él en posición de rezo.

Rezando con el monje

Al igual que la mayoría de los vietnamitas, en la familia de Bảo nadie se considera realmente religioso o creyente. Sin embargo a veces visitan templos, realizan ofrendas y rezos, no por motivos religiosos sino tradicionales y culturales.

Me resultó tierno ver cómo las niñas copiaban a sus padres y a sus abuelos, uniendo sus manos y cada tanto moviéndolas hacia adelante y hacia atrás. Era fascinante para mí observar aquella escena, dado que estaba presenciando el pasaje de un rito milenario de una generación a la siguiente. La razón por la cual los mayores estaban haciendo aquellos rezos de esa forma es porque en algún punto en el pasado, cuando ellos eran pequeños también copiaron a sus padres como Anh y Chi lo estaban haciendo ahora.

Niñas rezando

A las 12:00 fuimos a un gran salón con varias mesas para sentarnos a almorzar.

La comida que había en una de las mesas

Entre los presentes había varios monjes y estudiantes, incluyendo niños de la escuela de Bảo que estaban haciendo una especie de viaje cultural quedándose a dormir una semana en el templo.

Bảo me hizo sentar a su lado en la mesa principal, junto a su esposa, el monje administrador, y dos mujeres muy adineradas que según me contaron eran las principales benefactoras del templo, invirtiendo grandes sumas de dinero en él.

El salón donde almorzamos
Juntando las manos para decir la oración antes y después de comer
Un regalo que nos hicieron a todos los presentes, tanto niños como adultos.

Después de almorzar fuimos a visitar las habitaciones donde dormían los niños.

Habitación 1
Habitación 2
Niñas en la cama, inspeccionando el regalo que recibieron de los monjes.

Nos quedamos un rato más conversando y viendo las personas que estaban haciendo parapente al lado hasta que a las 13:30 nos subimos nuevamente a la camioneta para volver a la escuela.

Estanque, vista y alguien haciendo parapente.

El trayecto de regreso transcurrió de la misma manera que el de ida: una hora de charla con Anh, mientras la hermana pequeña dormía una siesta en el asiento de atrás, junto a sus padres.

A las 16:30 volvimos a salir. Esta vez solo éramos las dos niñas, los padres y yo, y estábamos yendo a la playa.

No tengo fotos para mostrarte de la playa dado que me pasé las dos horas que estuvimos allí jugando con las niñas en el mar y en la arena, haciendo pozos y esas cosas.

A las 20:00 volvimos al cole.

Ame,
Kato