Jornada en Vincom Mega Mall Royal City

Kara Ema:

La señora Đinh vive con su marido y sus dos hijos, una chica de 14 y un varón de 10. Tienen dos apartamentos ubicados uno al lado del otro. En el principal duermen la mujer y los hijos, mientras que en el secundario dormimos el marido y yo.

El lunes a las 9:00 fui al apartamento principal para desayunar.

Mi desayuno del lunes

Sí: me dieron espagueti de desayuno. Es que por lo que he podido notar, el desayuno para los vietnamitas es una comida más al igual que el almuerzo o la cena. La única diferencia quizás es en la cantidad que comen (menos en el desayuno que en el almuerzo/cena), pero no en la variedad de platos. El café o té no forma parte del desayuno vietnamita sino que se suele tomar después del desayuno o en cualquier otro momento del día.

A las 10:00 salí a la calle y me puse a caminar un rato.

Calles de Hanói (I)
Calles de Hanói (II)
Calles de Hanói (III)

Al cabo de media hora llegué al lugar donde tenía pensado pasar la jornada: Vincom Mega Mall Royal City.

Vincom Mega Mall Royal City
Parque con esculturas y edificios con estilo brutalista

Este centro comercial consistía en dos grandes plantas subterráneas, ubicadas debajo del parque que ves en la última foto.

Primero recorrí todo el primer sótano, donde vi tiendas de ropa como Uniqlo y Decathlon. También había una exposición de arte temporal y gratuita, llamada Life: A User’s Manual.

Life: A User’s Manual (I)
Life: A User’s Manual (II)
Life: A User’s Manual (III)

No podía creer que hubiese un Decathlon aquí dado que era una tienda que hasta ahora solo había visto en Europa y nunca en Asia. Aproveché y entré a ver si había algo que me llamase la atención para comprar.

Decathlon (I)
Decathlon (II)

Tras media hora de dar vueltas por las góndolas, me terminé comprando un pantalón corto verde que parecía de buena calidad y era barato (~US$6), y una especie de mochila-bolsa compacta que tenía tanto correas como asas para poder cogerla de la mano o colgarla de la espalda.

De ahí me fui a ver el segundo subsuelo, donde había todo un largo pasillo con nada más que tiendas de comida.

Pasillo con tiendas de comida

Decidí parar primero en Milana para pedirme un helado de coco y caramelo salado, dado que antes de almorzar necesitaba comer mi prepostre.

Helado de coco y caramelo salado de Milana (₫75000; US$3)

Otras cosas que había en este piso:

Zona de juegos
Fotomatón coreano
Librería
Pista de patinaje sobre hielo

A las 12:45 paré en una panadería para comer unos panes mientras te escribía.

Tres panes en BreadTalk (₫96000; ~US$4)

A las 15:00 pasé por el supermercado WinMart que había dentro del centro comercial.

WinMart
No puedo creer que vendan brioche en un supermercado asiático. ¿Japón que esperas para vender brioche tú también?
Esta salsa picante de chile la he visto un montón de veces y me encanta. ¿Qué esperan todos los países que usan ketchup para adoptar la salsa de chile que es mil veces más rica?

A las 15:30 me fui a una cafetería llamada Aha Café, donde me pedí un cà phê cốt dừa (café de coco).

Café de coco de Aha Café (₫45000; ~US$2)

Dos horas más tarde me fui del lugar, y al cabo de un minuto la tenía a la mesera siguiéndome y llamándome desde detrás de mí para avisarme que me había ido sin pagar. Me había olvidado completamente de que ahora los cafés me los tenía que pagar yo dado que no los tenía más a Hùng y a Bảo para que los pagasen por mí.

Empecé a caminar de regreso a casa de la señora Đinh.

Había mucho más tránsito que antes dado que era la hora en que mucha gente salía de sus trabajos

En un punto pasé por una tienda en la calle que vendía kebab por tan solo 20000₫ (US$0,8), así que me compré uno para comer en el trayecto.

El kebab más barato de mi vida
Una calle angosta por la que pasé
Una escuela por la que pasé, llamada Sputnik.

Esta escuela no queda lejos de donde estoy quedando, así que a lo mejor pase de vuelta para preguntar si puedo visitarla. Aunque no sé si habrá estudiantes dado que ahora están de vacaciones de verano.

A las 18:30, cuando ya estaba a pocas cuadras de llegar a casa, pasé por una peluquería y decidí entrar para cortarme el pelo. Me costó 40000₫ (US$1,6), que es por lejos lo más barato que he pagado por un corte de pelo en toda mi vida. Pero lo más chocante no fue el precio, sino el hecho de que a pesar de ser barato, no solo me cortaron el cabello si no que también me afeitaron y me quitaron los pelos de la nariz y las orejas.

A las 19:15 llegué a casa y cené.

Mi cena del lunes

Una cosa curiosa de los apartamentos vietnamitas es que suelen tener rejas en la puerta principal, y muchas veces los residentes dejan la puerta principal abierta mientras ellos están dentro.

Ejemplo del pasillo de un edificio vietnamita, con una puerta principal dejada abierta, con la reja y los zapatos visibles.

Después de cenar me di una ducha, y un rato más tarde me llamó la señora Đinh para que fuese a darle una clase de inglés a su hijo. Eso es básicamente todo lo que ella me pide a cambio de hospedarme en su casa y darme de comer gratis: conversar con su hijo en inglés y darle clases de una hora todas las noches.

Cuando terminó la clase dije buenas noches y me fui a mi habitación.

Ame,
Kato