Kara Ema:
Es hora de darles nombres a la familia dueña de la escuela. El dueño se llama Kosal, la mujer Kesor, el hijo más grande (14) Prak, y el menor (12) Pros.
El martes a las 9:30 tuve una reunión con Kosal en la oficina del colegio.
A las 11:00 salí y me fui a jugar con los niños.
Habían construido un nuevo espacio justo al lado de mi cuarto para que los niños pudieran dormir allí la siesta después de almorzar. Este día fue el primero en que lo utilizaron. Mi cuarto está conectado a este espacio a través de una ventana.
A la tarde Kesor me llevó en la moto al segundo centro perteniente a esta escuela, un cobertizo en los confines de la aldea con una sola aula y una maestra de 19 años encargándose sola de las clases que se dan allí todos los días.
Antes de sumarme a la clase Kesor me invitó a pasar a la oficina del segundo centro, donde estuvimos charlando un rato largo. Me contó muchas cosas que me sorprendieron y me hizo admirarlos aún más a ella y a su marido. Me dijo que prácticamente todo lo que la escuela recauda va para pagar a los profesores. Tanto ella como su marido no se llevan nada para ellos mismos o su familia; para eso usan el poco dinero que reciben de trabajos paralelos que tienen (venta de artículos de segunda mano y soporte técnico a otras escuelas).
Otra cosa que me impresionó fue la tarifa que cobran a los niños para ser alumnos de su escuela. A los que se quedan todo el día (que son la minoría, y que tienen clases a la mañana, luego almuerzo, ducha, siesta y más clases a la tarde) les cobran el equivalente a 15 dólares por mes. Esto explica el material barato con el que están construidos los edificios de la escuela.
Si bien este colegio está registrado como una empresa privada (y no una ONG), la realidad es que se trata de una empresa con fines sociales y no de lucro. Lo que están haciendo los fundadores con su escuela es para el benificio exclusivo de los niños y la comunidad, y no para enriquecerse a ellos mismos. Y realmente se nota que esto es así, por eso me parece admirable.
A las 15:00 fui a la clase y me presenté a los alumnos.
Fíjate que en el fondo de esta última imagen se llega a ver la carretera. Estábamos tan cerca de ella que cada tanto pasaba un camión o un tractor y teníamos que dejar de hablar dado que el ruido opacaba nuestras voces. Sobre el final de la clase se largó a llover bastante fuerte, lo cual también introdujo algo de ruido y dificultad para escucharnos.
La primera hora de la clase nos la pasamos conversando y haciendo juegos. Jugamos al Simón dice, al pararse y sentarse, al de tocar distintas partes del cuerpo y luego la pluma, al juego de las sillas (¡un clásico!), y al ahorcado.
La segunda hora la profe se sentó a corregir cuadernos mientras yo daba una clase sobre cosas que puedes encontrar en tu casa (fue idea mía dar esta clase).
A las 17:00 nos hicimos una foto grupal y nos despedimos. Seguía lloviendo pero ya no tanto como cuando había arrancado en plena clase. Algunos alumnos se volvieron a su casa caminando (vivían muy cerca), otros en bici, y un par en scooter.
Esto del scooter me recordó otra cosa que me mencionó Kesor durante la reunión. Al parecer hay muchos accidentes con los niños que utilizan moto o scooter para ir y volver de la escuela a sus casas. Incluso algunos de los estudiantes de esta escuela han muerto a causa de estos accidentes. Así y todo los padres les dan a sus hijos los scooters y las motos dado que no tienen otra alternativa. Ellos mismos no pueden llevarlos y tampoco pueden pagarle a nadie para que los lleve.
No estoy en contra de que niños manejen vehículos motorizados —sobre todo en aldeas donde es el único método que tienen para desplazarse—, pero sí deberían asegurarse de darles un mínimo nivel de entrenamiento antes de largarlos solos a la calle.
Cuando terminó la clase la profe —que por cierto me pareció un amor al igual que todos los otros profesores de esta escuela— me llevó en la moto de regreso a la sede principal del colegio.
No tuve mucho tiempo para descansar dado que al rato (a las 18:00) ya arrancaba la clase de la noche con los estudiantes del programa YT.
La primera hora de esta clase vimos unas oraciones en las que los alumnos tenían que agregar “now that” (ahora que) en alguna parte. Por ejemplo, “I have enough money, I can buy a car” se convierte en “Now that I have enough money, I can buy a car” (Ahora que tengo el dinero suficiente, me puedo comprar un coche). A los que no lo habían hecho bien les expliqué la razón por la cual “now that” tiene que ir al principio de la oración en este caso.
La segunda hora charlamos de diferentes cosas. Yo les pregunté a cada uno de ellos qué habían hecho el fin de semana largo. Muchos me respondieron cosas como “ayudé a mis padres en la casa”, “lavé la ropa”, “ordené mi cuarto”, “fui a vender flores”, etc. Algunos también dijeron cosas lúdicas como “jugué al baloncesto con mis amigos” o “jugué a juegos en el teléfono”, pero no la mayoría.
Querían saber sobre la cultura argentina, así que aproveché que tenía un mate en la maleta para mostrárselos. Le agregué yerba (aunque no agua), les expliqué cómo se toma y se los di para que lo pasaran banco por banco y lo inspeccionaran. Uno de ellos al final de la clase me preguntó si se podía llevar un poco de yerba a su casa para probar, así que le di toda la yerba que había puesto en el mate.
Los últimos veinte minutos de la clase les enseñé a jugar al pato ñato, un clásico juego de la infancia de todos los argentinos.
El miércoles a las 10:00 tuve una clase, sobre “this” y “that”. La mayor parte de la clase me la pasé charlando con los niños y viendo lo que dibujaban en el pizarrón.
En un momento una niña cogió un libro, se sentó al lado mío y empezó a señalar dibujos de cosas que había en el libro y a enseñarme los nombres de aquellas cosas en jemer.
A las 13:00 tuve otra clase, sobre preposiciones como “in front of”, “opposite”, “behind”, “next to” y “between”.
Una hora más tarde, durante el recreo, les mostré a algunos niños mi peluche de Sprigatito que me compré en Japón.
A las 17:00 los niños —algunos; los que se quedan toda la jornada— se fueron a sus casas en el autobús del colegio.
A las 18:00 tuve la clase de YT con los adolescentes. Nos la pasamos jugando distintos juegos. La última media hora jugamos al ahorcado. Al principio yo era el que pensaba las palabras, pero en un punto se me ocurrió que sería interesante dejarlos pasar al frente a los alumnos para que ellos tuviesen que pensar las palabras y poner las letras que los demás iban diciendo. Nos redivertimos.
El jueves tuve clase a las 9:00.
A las 13:00 tuve otra clase.
A las 17:00 estuve jugando a pasarnos una pelota de vóley con algunos profes y alumnos.
A las 18:00 tuve la clase de YT. Aproveché que me tocó en la oficina de la escuela para hacer uso del ordenador y la televisión que había allí y jugar con los estudiantes.
La segunda hora después del recreo les propuse a los alumnos hacer karaoke. La idea era cantar canciones en inglés para que pudiesen practicar. Los temas que cantamos —elegidos la mayoría por ellos— fueron:
- Taylor Swift – Love Story
- Olly Murs – That Girl
- George Benson – Nothing’s Gonna Change My Love For You
- Jason Mraz – I’m Yours
- Westlife – Beautiful in White
- M2M – The Day You Went Away
- Ysabelle – I Like You So Much, You’ll Know It
- The Greatest Showman – A Million Dreams
- Billie Eilish – Birds of a Feather
- Katy Perry – Roar
- Adele – Rolling in the Deep
Al final de la clase les pregunté a los chicos si me querían escuchar cantando un tema en japonés, así que les canté Butter-fly, la canción de apertura de Digimon (programa de mi infancia que obviamente no conocían).
Después de clase me instalé un rato con la compu afuera, dado que era una hermosa noche despejada, con estrellas, luna y temperatura apacible. Lo único malo eran los mosquitos, pero por suerte cuando fui a la ciudad me compré un espray antimosquitos así que con eso estuve protegido.
El viernes me levanté a las 6:00 y no me pude volver a dormir. Lo bueno es que esto significó que al fin pude ver algo que venía queriendo ver y hasta ahora no había podido: cómo arranca la jornada escolar, y sobre todo la parte en que los niños forman fila frente a la bandera camboyana y cantan el himno.
Kesor se sorprendió cuando me vio despierto. Me preguntó si quería desayunar con los niños, lo cual acepté con gusto. Realmente tengo que intentar despertarme temprano más seguido.
A las 7:00 me acerqué a la entrada del colegio, donde había cuatro profesores parados en los costados de la puerta, recibiendo a los alumnos y a los padres que venían con las motos a dejarlos.
Unos minutos después los profes hicieron formar a los alumnos frente a la bandera.
La secuencia de acciones que los alumnos hicieron aquí fue: saludar a la profesora, izar la bandera, cantar el himno, y cantar un par de canciones más.
Inmediatamente después del acto de la bandera los estudiantes se dirigieron a sus respectivas aulas para arrancar la primera clase de la jornada.
A las 9:00 volví a la casa para descansar. La mayoría de los días a esta hora recién estoy arrancando las dos horas que tengo que hacer a la mañana, pero hoy dado que me había levantado temprano ya las había cumplido.
A las 13:00 tuve clase de vuelta. El profesor básicamente me dijo «enseña lo que tú quieras» y se fue, dejándome una veintena de niños a mi cargo y a mí sin saber qué actividad hacer. Se me ocurrió arrancar con unos juegos fáciles como el Simon Says y el Stand Up-Sit Down. Luego nos pusimos a jugar al Pictionary en el pizarrón. Primero era yo quien hacía los dibujos, hasta que en un momento los niños empezaron a pedirme que les dejara dibujar a ellos.
Lo que me pareció divertido de este Pictionary fue que muchas veces hacíamos dibujos supersimples y al primer o segundo trazo ya había alguien que lo adivinaba. Por ejemplo, solo alcanzó con hacer un rectángulo para que alguien dijese “phone”, o una línea curva para que alguien adivinara “ear”.
A las 14:00 una niña —la más cariñosa con quien a menudo nos damos abrazos y besos— me tomó de la mano y me llevó a su aula, así que me quedé allí toda la hora.
A las 15:00 fuimos con esta misma clase al aula de video para ver Peppa Pig. La niña se sentó en mi regazo durante toda la hora.
A las 16:00 fue el recreo. La niña me tomó una vez más de la mano y me llevó a los columpios. Luego ella se fue a su aula y yo me fui a la casa a descansar.
A las 18:00 tuve la clase de la noche (YT).
Ame,
Kato
Que grandes Kosal y Kesor!