Kara Ema:
El martes fue mi último día en Shanghái.
A las 8:30 fuimos a desayunar a Yang’s Dumpling (小杨生煎馆) con Chen.
El shengjian mantou, shengjian bao, o shengjian para abreviar, es un tipo de pequeño baozi (bollo al vapor) frito en sartén que es una especialidad de Suzhou y Shanghái y suele estar relleno de carne de cerdo y gelatina que se funde en sopa/líquido al cocinarse. […] Desde principios de la década de 1920, es uno de los desayunos más comunes en Shanghai.
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A las 9:15 me despedí de Chen y me subí al metro hacia la estación ferroviaria de Shanghái.
La Estación de ferrocarril de Shanghai (en chino simplificado, 上海火车站; pinyin, Shànghǎi Huǒchēzhàn; shanghainés: Zånhae Hutsuzae) es la principal estación ferroviaria de pasajeros de Shanghái, China, de las cuatro que hay en la ciudad. Las otras tres son Shanghái Sur, Shanghái Hongqiao y Shanghái Oeste.
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Tan pronto como entrabas a la estación tenías que pasar por un control de seguridad.
A las 11:30 abrieron las puertas a la plataforma del tren que me tenía que tomar.
A las 16:30 llegué a la estación 北京南站 (Beijingnan / Beijing South), unos 7 kilómetros al sur del centro de Pekín.
Pekín o Pequín (en chino, 北京; pinyin, Běijīng) es la capital de la República Popular China y una de las ciudades más pobladas del mundo con 21 890 000 habitantes en 2020. Es además, junto con Shanghái, Tianjin y Chongqing, uno de los cuatro municipios del país.
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No podía creer la cantidad de gente que estaba fumando en el mismo andén cuando bajé. Realmente los chinos fuman demasiado y en todos lados. No echaré de menos el olor constante a cigarrillo en lugares públicos cuando pase al siguiente país.
La verdad que la pasé bastante mal en esta estación. Nadie me sabía dar indicaciones en inglés y me informaban cosas erróneas. Primero le pregunté a una agente de seguridad si la salida al lado de ella me conduciría al metro que me tenía que tomar para ir al hotel. Me dijo que sí pero cuando salí lo único que había allí eran taxis. Así que tuve que volver a entrar y pasar por el control de seguridad.
Más tarde tomé otra salida más pensando que era la correcta. Resultó ser que no. Para volver a entrar esta vez no solo tuve que volver a pasar por el control de seguridad, sino también cargar con mi pesada maleta dado que en aquella salida había escaleras mecánicas que te llevaban hacia arriba pero no hacia abajo, y no había ascensores.
Cuando finalmente entendí a dónde tenía que ir y encontré la entrada al metro, descubrí que la máquina para comprar billetes me pedía identificarme para poder pagar en efectivo, lo cual me pareció ridículo.
Le pregunté a un empleado y me dirigió hacia el mostrador para pago manual. En el mostrador pedí un billete de metro hacia la estación Yonghegong Lama Temple (CN¥5; ~US$0,7).
A las 17:30 finalmente me tomé el metro.
En la estación donde tuve que hacer concurrencia un guardia de seguridad me dijo que no había ascensor así que tendría que bajar por las escaleras con la maleta. Pero después descubrí que sí había (gracias a carteles en el piso), con lo cual no entendí por qué me dijo que no.
A las 18:00 pasadas llegué a la estación de mi hotel, Yonghegong Lama Temple. En esta estación volví a preguntar por ascensores o escaleras mecánicas, pero al parecer esta vez sí que no había en serio. Con lo cual me vi forzado a subir la escalera cargando con la maleta.
A las 18:30 llegué al hotel, llamado P. Loft Youth Hostel.
Me fui a la sala de estar a escribirte y a comer algo.
Más tarde me duche y me fui a dormir.
Creo que es un buen momento para contarte de algunos atributos particulares de los chinos.
En general no me gusta generalizar; lo voy a hacer con la salvedad de que lo que voy a decir no aplica para todos pero sí —en mi corta experiencia interactuando con ellos y pasando por su país— para la mayoría.
- Escuchan música (o vídeos de TikTok) sin auriculares en público.
- No esperan a que bajen en un ascensor o en el metro antes de subir.
- Se paran en el medio del flujo de gente para revisar el móvil o atarse los cordones.
- Tan pronto como ven un hueco, por más milimétrico que sea, intentan pasar antes que ti.
- Fuman en todos lados, incluso en interiores como baños de centros comerciales, y en otros sitios donde no está permitido.
- No se ponen la mochila por delante en el metro como hacen los japoneses para no molestar al de atrás y ocupar el menor espacio posible.
- No se preocupan tanto por ayudarte cuando les consultas algo y a veces te dan instrucciones erróneas.
- No son amistosos ni se acercan a hablarte como los vietnamitas y filipinos.
- No siempre se ponen en las escaleras mecánicas dejando un espacio al costado para que alguien que vaya con apuro pueda pasar.
- Bostezan sin cubrirse la boca, eructan sin reserva y escupen (aunque no tanto como los coreanos).
- Una vez una persona me contó que escuchó una mujer tirarse un pedo en una tienda en Hong Kong.
- Son un poco sucios, sobre todo los que fuman que dejan las colillas de los cigarrillos en la vía pública.
Es decir que son básicamente todo lo contrario a los japoneses. Y pensar que para muchos occidentales, los chinos, coreanos, japoneses, etc. son todos lo mismo (todos «chinos»).
Ame,
Kato
Es que como son muchos las probabilidades de que sean chinos es alta!