Kara Ema:
El jueves me levanté a las 7:30 y salí a ducharme.
En eso me la crucé a Sophie con su uniforme; me saludó y me dijo que se estaba por ir a la escuela. Ella tiene clases de 8:20 a 11:20 y a la tarde entiendo que también tiene un par de horas más, pero no sé los horarios exactos.
A las 8:00 salí a dar un paseo. Una vez más me acompañó el mismo perro que el día anterior, pero solo por una parte de la caminata. Me di cuenta de que en zonas rurales como esta los dueños de los perros básicamente los dejan libres y casi nunca les prestan atención; los tienen más que nada para que les protejan la casa de gente extraña. No los sacan a pasear ni juegan con ellos como hace la gente de ciudad.
Lo que sí, los perros aquí son mucho más mansos que los que me encontraba en la zona rural de Cambodia donde hacía voluntariado. Allí tenía que siempre salir con un palo en la mano para evitar ser atacado por perros, mientras que aquí parece que eso no es necesario. Me cruzo varios perros andando por la carretera pero ninguno me ladra o intenta atacarme como pasaba en Cambodia.
A las 8:30 pasé frente a una escuela. Los niños estaban en clase así que no me quedé mucho tiempo; solo lo suficiente para tomar una foto de la entrada.
Las escuelas aquí son más simples/rústicas incluso que las que he visto en Cambodia. Solo tienen uno o dos edificios donde están las aulas, y un campo donde los niños pueden jugar durante el recreo y después de clases. Nada de columpios o toboganes.
Más adelante en mi caminata pasé por un supermercado. Desde la puerta noté a una niña sentada en la caja, así que entré a saludarla. Parecía muy concentrada en el dibujo que estaba haciendo, tanto que no se molestó a mirarme ni a responder ninguna de las preguntas que le hice. En su lugar fue la madre quien respondió, que estaba sentada al lado. Me dijo su nombre y su edad (8 años). Le pregunté por qué no estaba en la escuela y me dijo —a través de señas— que porque estaba enferma y tenía tos.
En el supermercado me compré una botella de 350 ml de algo que parecía ser café, pero sabía más bien a Coca-Cola mezclada con café. Después me di cuenta de que se trataba de una bebida energizante sabor café. No era lo que buscaba pero tampoco estuvo tan mal. Me costó ₭10k (~US$0,5).
A las 9:40 volví a casa. El perro también estaba de regreso, y me saludó agitando el rabo cuando me vio llegar.
A las 10:45 volví a salir hacia la Escuela Primaria de Borikhamxay, dado que solo quedaba a 15 minutos a pie y sabía que los niños terminarían las clases a eso de las 11:00.
A las 11:20 un niño hizo sonar una campana, indicando el fin de clases de la mañana. Los alumnos empezaron a salir de las aulas, así que me acerqué para saludarlos y jugar con ellos.
Al principio me recibieron con sonrisas tímidas, algunos incluso alejándose o saliendo corriendo cuando yo me intentaba acercar. Pero no tardaron mucho en tomarme confianza y querer jugar conmigo, tocarme el brazo (siempre les da curiosidad los pelos que tengo en mis brazos, dado que los asiáticos no suelen tener), investigar mi reloj, etc.
Me resultó curioso que en ningún momento de la media hora que estuve jugando con los niños me crucé con ningún adulto. No había nadie supervisándolos. Tan pronto como las clases terminaron a las 11:20 todos los profesores desaparecieron y quedaron los niños solos. Por lo que entendí se quedaban allí hasta la tarde que tenían más clases y luego a las 16:00 los pasaban a buscar a los padres.
Les pregunté a los niños —mediante traductor automático— si querían que los volviese a visitar otro día y me dijeron que sí, así que a lo mejor vuelva a pasar pronto. A las 12:00 me despedí de ellos y volví a la escuela de Steven.
Tan pronto como llegué Sophie me preguntó si yo había estado en su escuela. Le dije que había estado en una escuela pero no sabía si era su escuela. Resulta que sí, era su escuela. Me explicó que me vio entrar e incluso me llamó pero al parecer yo no me di cuenta. Ella estaría siendo recogida por su abuela o su madre al mismo tiempo que yo estaba entrando a jugar con los niños.
A las 16:30 me tocó la clase de los de 9-11 años por primera vez. Esta sería una clase especial: Steven me había pedido que preparara juegos para que los niños hicieran afuera del aula. Jugamos al Simon says, al Red light green light, y al Duck duck goose. También a uno en que tenían que agruparse de a distintos números según lo que yo decía por micrófono (Steven me había dado un micrófono).
Una cosa que no me gustó es que tan pronto como llegamos al campo de juego, los niños automáticamente —sin que nadie se los pidiera— se pusieron en ronda y se separaron entre varones por un lado y mujeres por el otro.
La clase de las 18:00 fue básicamente la misma que había dado el día anterior, solo que esta vez me tocó con otro curso. Los últimos 10 minutos jugamos al ahorcado.
Después de clase cenamos y nos fuimos al cuarto.
El viernes me levanté a las 7:30 y una vez más me crucé con Sophie mientras se subía a la moto para ser llevada a la escuela por la abuela.
Entre las 9:00 y las 11:00 hice algo que hacía mucho que no hacía por esa cantidad de tiempo: leer.
A las 12:00 me encontré con Sophie y le pregunté cómo le había ido en la escuela y si le habían dado tarea. Me dijo que sí, que tenía tarea y quería que yo la ayudara a hacerla.
A las 12:30 almorcé y después de almorzar una vez más Sophie me pidió que siguiera ayudándola con la tarea. Cuando terminamos nos pusimos a jugar. Al parecer hoy no tenía escuela a la tarde (todavía no entiendo muy bien cómo funcionan sus horarios por la tarde).
A las 16:00 empezaron a llegar los estudiantes. Esta vez me tocaba con los de 12-13 años.
Una vez más estaba prevista una clase especial con juegos al aire libre organizados por mí. Les hice jugar a What’s the time Mr. Wolf, Color Pompon y Duck Duck Goose.
En el primero los niños tenían que decir al unísono «What’s the time Mr. Wolf?», tras lo cual yo —que era el lobo— respondía con una hora, por ejemplo «It’s 4 o’clock». Esto significaba que los niños tenían que avanzar 4 pasos hacia adelante, hacia donde estaba el lobo. Así sucesivamente hasta que en un momento el lobo respondía «It’s lunch time» y salía a comerse (correr) a los niños.
Color Pompon también arrancaba con los niños en fila a un lado del campo. El objetivo era correr hacia el otro lado del campo sin ser atrapado por mí, que estaba en el medio. Pero no salían todos al mismo tiempo sino de acuerdo a lo siguiente. Si yo decía por ejemplo «blue», salían los niños cuya ropa tuviese azul como color predominante. Solo si decía «pompon» podían salir todos.
A las 17:30 terminó la clase.
Steven nos había dado un micrófono y un parlante para los juegos. Tan pronto como acabó la clase, una chica de 15 años le pidió a Steven si podía usar el micrófono y el parlante para hacer karaoke. Me pareció genial que se pusiera a hacer karaoke allí mismo, al lado de la carretera y enfrente de todos los otros niños y de mí.
Le pregunté —a través de Sophie— a la chica que cantaba si podía cantar con ella, así que me preguntó qué canción quería. La dejé elegir a ella así que puso Love Me like You Do de Ellie Goulding.
A las 18:00 los estudiantes tuvieron examen de speaking, y a Lorenzo y a mí nos habían encargado la tarea de evaluarlos individualmente.
Francamente, a la mayoría no le fue muy bien.
Muchos tenían problemas para entender las consignas más simples como «please introduce yourself» (por favor preséntate). Se me quedaban mirando como si les estuviese hablando en pársel.
Después de clases cenamos y nos fuimos al cuarto.
Ame,
Kato
Los hubieses aprobado igual!