Kara Ema:
El martes salí del hotel a las 9:00 y empecé a caminar. La temperatura era más o menos la misma que el día anterior (10 ºC), pero la sensación térmica era bastante inferior debido al viento que hacía. También llovió un poco y se mantuvo todo el tiempo nublado.
Andar por una ciudad portuguesa es todo un desafío, dado que implicar pasar a cada rato frente a escaparates tentadores como estos:
Siento que más del 80% de las atracciones turísticas de Portugal son iglesias, catedrales, monasterios o capillas. Encima prácticamente todas te cobran la entrada (entre 3 y 5 euros).
La Librería Lello (en portugués: Livraria Lello), también conocida como Librería Lello y Hermano (Livraria Lello e Irmão) o Librería Chardron (Livraria Chardron), es una librería situada en el centro histórico de la ciudad de Oporto, Portugal. […]
En virtud de su valor histórico y artístico, la librería ha sido reconocida como una de las más bellas del mundo por diversas personalidades y entidades, casos del escritor español Enrique Vila-Matas, del periódico británico The Guardian y de la editora australiana de guías de viajes Lonely Planet.
Se ha convertido en una gran atracción turística —en 2018 recibió un millón de visitantes— a causa de la creencia de que su decoración interior inspiró a J.K. Rowling para su saga sobre Harry Potter. Esto es falso, lo que J.K. Rowling se encargó de desmentir a través de su propia cuenta de Twitter a finales de mayo de 2020.
Wikipedia
Será una de las librerías más bonitas del mundo pero no estoy seguro de que eso justifique tener que hacer una cola de una hora para entrar y pagar una entrada de 10€. Por eso decidí saltearme esta atracción de Oporto. Al menos te descuentan lo que pagaste de la entrada si les compras un libro. Igualmente los dueños deben de estar empapelando las paredes de sus casas con billetes con toda la gente que visita diariamente este lugar…
La Torre de los Clérigos conforma, junto con la iglesia, el complejo arquitectónico de la Iglesia y Torre de los Clérigos y se encuentra en el casco antiguo de la ciudad de Oporto, Portugal. Realizada en granito, la altura de la torre supera los 75 metros, los cuales se pueden ascender gracias a la escalera interior de más de 240 peldaños.
Wikipedia
La entrada a la torre costaba 10€. Normalmente no habría ido, pero Booking me regaló un cupón de 10€ para usar en atracciones así que terminé entrando gratis.
A las 10:30 salí de la torre y me pasé a un parque.
A las 11:30 continué mi paseo hacia el norte, alejándome un poco del centro de la ciudad.
Al igual que en el mundo hispanoparlante, parece que en Portugal se usa «colégio» más que nada para referirse a institutos de enseñanza privados y «escuela» para los públicos.
Estaba intentando encontrar un Mercadona, y al fin lo conseguí. Es mi cadena española de supermercados favorita. Lo que más me gusta es la enorme variedad de productos que tiene y a precios decentes. Lo que no me gusta es que —al igual que la mayoría de los supers europeos y a diferencia de los asiáticos— no está pensado para gente como yo que solo va a comprar dos o tres cosas, sino para personas que van con el coche y se compran cincuenta cosas para toda la semana.
Me compré una bifana, un rissol de carne, un rissol de lechón, una coxinha de frango y un pão de Deus—todo por 6€.
A las 12:30 salí del Mercadona y empecé a volver al centro.
A las 13:30 llegué a la Sé do Porto (Catedral de Oporto). Te preguntarás por qué estaba yendo ahí de vuelta si ya había ido el día anterior. La razón es que una vez más gracias a Booking conseguí una entrada gratuita a la catedral, con lo cual hoy sí entré a verla por dentro.
A las 14:30 pasé por un TGB (The Good Burger; hamburguesería española) y me compré una TGB Burger (7€) para llevar y comer en el hotel.
Cuando llegué al hotel me puse a ver un documental en Netflix llamado The Lost Children.
Se trataba de cuatro niños del grupo étnico uitoto que habían sobrevivido un accidente de avión y habían pasado cuarenta días solos en la jungla hasta que los rescatistas finalmente los encontraron.
Los niños estaban yendo a ver a su padre. La madre iba en el avión con ellos y había fallecido en el accidente. Eran una chica de 13 años, una niña de 9, un varón de 4 y una bebé de 11 meses. Los cuatro sobrevivieron.
Poco adultos creerían que cuatro niños tan jóvenes serían capaces de sobrevivir tantos días en una jungla, sin embargo aquí tenemos una prueba de que sí. Lo más increíble es que este no es el único caso sino que hay muchos otros; mi favorito es el de Karina Chikitova:
Durante 11 largos días y noches, Karina Chikitova, de 3 años, estuvo perdida en la remota naturaleza siberiana, soportando un frío glacial en una región llena de osos y otros peligrosos depredadores. Pero la historia de supervivencia y rescate de la niña no fue un milagro, sino el leal cachorro que le salvó la vida.
Los padres de Karina se temieron lo peor cuando la niña y su perro desaparecieron después de que ella se dispusiera a seguir a su padre por el bosque hasta un pueblo vecino, sin que él lo supiera. A medida que pasaban los días y la búsqueda no dejaba rastro de la niña, se aferraban a la esperanza de que el perrito la mantuviera con vida mientras las temperaturas se acercaban al punto de congelación.
«Si se hubiera abrazado a su cachorro, pensamos, esto le habría dado una oportunidad de mantenerse caliente durante las noches y sobrevivir», dijo su padre a The Siberian Times.
Pero cuando el perro volvió a su aldea nueve días después sin Karina, sus «corazones se hundieron» al saber que ahora estaba realmente sola. Sin embargo, pronto descubrieron que el cachorro no había abandonado a su joven compañera, sino que había venido a buscar ayuda.
Según las noticias, al regresar a la ciudad, el perro guió a los rescatadores de vuelta al bosque, donde encontraron a Karina, acurrucada sola en un lecho de hierba. Estaba cubierta de picaduras de mosquito, pero tenía muy buen aspecto para haber pasado tanto tiempo sola en la naturaleza.
Dijo a los rescatadores que había sobrevivido bebiendo agua del río y comiendo bayas.
No se sabe cuánto tiempo más habría sobrevivido si no la hubieran descubierto, pero las autoridades afirman que la historia podría haber tenido un final trágico de no ser por el leal cachorro de Karina.
«Gracias a Dios, la chica está sana y salva», dijo un funcionario. «Y gracias también al perro que cumplió con su deber al lado de su joven dueña cuando realmente importaba salvarle la vida».
The Dodo
No, Dios no tiene nada que ver. Es gracioso cómo siempre le agradecen a Dios cuando pasan cosas buenas pero nunca lo culpan cuando pasan cosas malas. Veo que se le da mucho crédito al perro en este y otros artículos hablando de esta historia —bien merecido por cierto, a diferencia de Dios—, pero no se dice nada sobre lo fuerte y astuta que fue la niña para lograr sobrevivir tantos días sola con su tierna edad.
Me encanta que les hayan hecho una estatua tanto a la niña como al perro, en la ciudad rusa de Yakutsk. Algún día me gustaría ir allí y verla en persona.
Como siempre he dicho: los niños son mucho más capaces de lo que los adultos les dan crédito (y derechos).
A las 19:30 salí a Empanadas Malvón, a una cuadra de mi hotel. Me compré dos empanadas, una de carne picante y una de jamón y queso (6€).
A las 20:30 salí al mismo Minipreço que había ido la vez pasada, pero esta vez fue para recuperar un pack de Too Good To Go que había pedido de la sección de panadería, el cual me costó 3€. Me dieron un montón de panes que les habían quedado y que de otra forma probablemente habrían ido a parar a la basura.
De ahí regresé al hotel y ya no volví a salir.
Ame,
Kato
I’m watching you