Kara Ema:
Ayer me olvidé de hablarte sobre el tiempo y la temperatura en Copenhague, así que hoy empezaré por ahí.
Como habrás visto en las imágenes, hay nieve en el suelo y sol en el cielo. Días despejados como lo fueron ayer y hoy eran raros de ver en Islandia. Los días también son más largos aquí—amanece a las 7:30 y atardece a las 17:30.
Ahora mismo hace 1 ºC de temperatura y -3 ºC de sensación térmica, que no es muy diferente de lo que venía haciendo en Islandia. La diferencia es que aquí hay menos viento y más sol, con lo cual el frío se siente un poco menos. Igual por ahora sigo usando la misma cantidad de abrigo.
Hoy —martes— me levanté a eso de las 9:00, bajé a desayunar, y cuando subí al dormitorio para prepararme para salir me puse a charlar con un hombre estadounidense-danés que estaba en la cama contigua a la mía. Me dijo que se quedaba una semana al igual que yo, pero a diferencia de mí él ya había venido a esta ciudad un montón de veces. En realidad fue él quien me empezó a hablar, y lo hizo el lunes antes de que yo tuviese que salir para la embajada.
Me encanta hablar con gente, pero no soy la clase de persona que inicia una conversación con alguien por el simple hecho de entablar una conversación. Aunque si realmente lo quiero hacer de alguna forma voy a acumular el coraje necesario y lo voy a terminar haciendo, por ejemplo cuando le hablé a las japonesas que conocí en Vietnam, o cuando entrevisté a esas niñas de 11 años en Islandia. Generalmente me siento más cómodo hablando con niños que con adultos, con lo cual me resulta más fácil iniciar conversaciones con ellos.
Cuando salí del hotel puse en mi GPS el sitio donde quería ir, el cual quedaba a 3,5 kilómetros de distancia, y encaré en la dirección que me indicaba. Durante el recorrido pasé por:
Los Lagos ( Danish: Søerne ) de Copenhague, Dinamarca, son una hilera de tres lagos rectangulares que se curvan alrededor del margen occidental del centro de la ciudad, formando una de las características más antiguas y distintivas de la topografía de la ciudad. Los senderos que los rodean son muy frecuentados por paseantes, ciclistas y corredores.
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Esta escuela estaba al lado de un parque (Hans Tavsens) y sus terrenos podían ser accedidos directamente desde el parque, sin ningún tipo de puerta ni mecanismo de seguridad que separara el parque del colegio. Es decir como las escuelas islandesas.
Cuatro cuadras es un juego entre cuatro jugadores en un gramo cuadrado, dividido en cuatro casillas cuadradas. Se juega en colegios y campos de juegos en los Estados Unidos. Es popular porque no requiere preparación ni mucho equipo especializado, y los turnos del juego se pueden terminar en cualquier momento.
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Recuerdo que en mis propios tiempos de escuela también solíamos jugar a algo muy similar si no igual a las cuatro cuadras, solo que por alguna razón lo llamábamos «vóley tenis».
Superkilen es un parque público del distrito de Nørrebro, en Copenhague (Dinamarca). El parque está diseñado para reunir a inmigrantes y locales, fomentando la tolerancia y la unidad en una de las comunidades con mayor diversidad étnica y problemas sociales de Dinamarca. El parque no sólo es un lugar de encuentro para los residentes locales, sino también una atracción turística para Copenhague. El nombre del parque, de casi un kilómetro de longitud, hace referencia a su forma, «kilen», que significa «cuña».
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A las 11:30 me acosté en una hamaca del parque y me puse a leer Holt.
A las 12:15 fui a almorzar a Ali Bageri, un restorán de gastronomía de Oriente Medio. En general no voy a restoranes en Europa dado que son demasiado caros, pero cada tanto me encuentro con un restorán con precios razonables, como era el caso con este. Otra de las razones por las que me gustaba Ali Bageri es que se pagaba al principio, antes de ir a sentarse.
Se ve que es un restorán muy popular dado que estaba lleno de gente cuando fui, sobre todo de inmigrantes árabes (me di cuenta por las mujeres con el hiyab y algunos saludándose con la frase «salam alaykum»). No me sorprende que sea popular debido a lo barato y rico que es.
No sabía qué pedir, así que le pedí recomendaciones al hombre que me atendió. Le dije que quería algo picante y posiblemente con queso, con lo cual me recomendó una opción llamada «Chili + ost». No sabía qué iba a ser básicamente una pizza con chile en lugar de tomate, pero me pareció muy buena.
En total pagué 46 kr (~6€), lo cual es prácticamente nada para un restorán en Dinamarca. Si en algún momento vuelvo a estar por esta zona, sin duda volveré a ir.
A las 13:20 comencé a caminar de vuelta, en dirección sur, con un nuevo objetivo marcado en mi GPS.
A las 14:00 llegué a Frederiksberg Have.
Los Jardines de Frederiksberg (en danés: Frederiksberg Have) son una de las zonas verdes más grandes y atractivas de Copenhague (Dinamarca). Junto con el adyacente Søndermarken, forma una zona verde de 64 hectáreas en el extremo occidental del centro de Copenhague. Es un romántico jardín paisajista diseñado al estilo inglés.
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El Árbol de los Chupetes (o Suttetræet) forma parte de la vida cotidiana, y el que vimos en los Jardines de Frederiksberg, en el camino noreste, es el principal. También se pueden encontrar Suttetræet en otros lugares, pero éste es el único marcado en Google Maps.
En pocas palabras, es el lugar donde se ofrece el chupete al árbol. Es uno de los primeros ritos de iniciación ritual de los niños daneses. Los chupetes se entregan al árbol en el momento en que los padres consideran que un niño es demasiado mayor o demasiado dependiente de la tetina de plástico.
Muchas de las ristras o bolsas de chupetes llevan notas pegadas. «Queridos chupetes, os quiero, pero ahora soy una niña mayor».
Cada noviembre, cuando los árboles se preparan para el invierno, los jardineros despojan al árbol de un año de chupetes.
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Esta pista de patinaje sobre hielo estaba ubicada frente a la entrada oriental de los Jardines de Frederiksberg, que fue la que usé para salir a las 14:45.
Desde allí caminé en dirección este, para ir acercándome de vuelta a mi hotel. En el trayecto pasé por:
Vesterbro Ungdomsgård es un club juvenil que ofrece dos programas para niños y adolescentes: Fritidsklubben (club de recreación) y Ungeværkets (trabajo juvenil).
Vesterbro Ungdomsgård es un atractivo programa de ocio que apoya a niños y jóvenes para que adquieran la mayor destreza y capacidad en la vida. Nos centramos en el bienestar, el aprendizaje, la comunidad y la educación democrática. Nuestras instalaciones de ocio bullen de vida en un entorno físico único con atractivos escenarios de aprendizaje que ofrecen actividades diferentes cada día: deportes y juegos, talleres creativos y de diseño, MakerSpace, juegos de rol en vivo y de mesa, música, coro, escuela de DJ, teatro, actividades de cocina, juegos, cafetería de juegos de mesa y mucho más. Somos un lugar de encuentro y un santuario para niños y jóvenes, donde pueden elegir entre nuestras actividades en función de sus necesidades, grupos de amigos, intereses y motivación. Somos un edificio grande, bien organizado y estructurado, con muchas actividades dirigidas por adultos, por lo que podemos ofrecer adultos atentos y un entorno seguro.
Vesterbro Ungdomsgård acoge a niños de todas las escuelas de Vesterbro y alrededores, dándoles la oportunidad de pasar tiempo con sus compañeros de clase, pero también de crear relaciones estrechas con otras personas gracias a los intereses de los niños y los jóvenes. Para nosotros es importante poder apoyar las buenas comunidades de clase que existen en los colegios, pero también sabemos lo importante que puede ser poder encontrar nuevas relaciones y otros amigos con los que pasar el rato además de los compañeros de clase. El club de ocio es también uno de los pocos lugares en la vida de ocio de los niños donde hay una gran mezcla de ambos sexos y grupos de edad.
Además de la vida diaria en el club, también tenemos la tradición de celebrar muchos eventos los viernes, viajes de fin de semana y colonias. Sabemos que cuando se reserva algo de tiempo para estar juntos en grupos más pequeños y más grandes durante una tarde, un fin de semana o una semana entera, aprendemos mucho unos de otros y se forman nuevas amistades. Además, a través de estas actividades a veces tienes la oportunidad de sumergirte en tus intereses y vivir experiencias increíbles que recordarás toda la vida.
El club está repartido en tres sedes estrechamente conectadas: Absalonsgade 8, Absalonsgade 10 y Eskildsgade 7. El club acoge a más de 1.300 niños de edades comprendidas entre los 10 y los 18 años. El club de ocio (10-13 años), con más de 850 socios, utiliza las tres instalaciones a diario, mientras que UngeVærket (13-18 años), con unos 500 socios, utiliza Absalonsgade 8 principalmente por las tardes.
Vesterbro Ungdomsgård
Me parece genial que existan sitios como este donde los niños puedan relacionarse con y hacerse amigos de otras personas aparte de sus compañeros de colegio. También pienso que es importante para los niños relacionarse con personas de otras generaciones (i.e. adultos), y no solo con niños de otros grupos de edades, pero este club ya de por sí es un gran avance por sobre los niños que solamente van a la escuela.
A las 15:15 pasé por la heladería Ismageriet y me pedí un helado de caramelo salado y café.
Es gracioso porque el helado me costó exactamente lo mismo que había pagado por mi almuerzo en Ali Bageri: 46 coronas.
Cuando terminé de tomar el helado, a eso de las 15:30 regresé al hotel.
A las 21:00 volví a salir para recuperar dos canastos que había pedido en Too Good To Go, uno en Lidl y otro en 7-Eleven. Ambos me costaron 45 kr (6€), y eran supuestamente productos de panadería.
El de Lidl terminó siendo una bolsa gigante llena de panes normales, o sea no de croissants ni pains au chocolat ni nada de eso, sino simplemente panes a secas.
La bolsa era tan pesada y tan grande que me costó transportarla. Me comí un par de panes allí mismo para intentar alivianar el peso, y aparte porque realmente no sabía qué iba a hacer con tantos panes yo solo.
En 7-Eleven me dieron una bolsa mucho más pequeña, pero que sí tenía panes dulces tipo croissant.
Me parece que mañana voy a ir a comprar jamón y queso y me voy a preparar unos ricos sándwiches con todos estos panes.
Ame,
Kato
Jajaja los panes!! Y que recuerdos los del voley tenis!