Voluntariado en escuela pública en Delhi

Kara Ema:

El lunes salí del hotel a las 8:30 y me fui a tomar el metro.

Delhi desde el metro

A las 9:30 llegué a la estación de Jafrabad, y desde allí caminé hasta la escuela.

Niña con hiyab
Escuela pública de Gangotri

En esta escuela voy a estar haciendo voluntariado por un tiempo. Cuando entré me recibió Maya, una profesora de inglés, y me llevó a su curso. Los niños me saludaron alegremente. Parece que no es común que tengan voluntarios extranjeros, con lo cual estaban todos contentos de verme.

A las 11:00 fue el recreo. En la India los niños tienen un solo recreo, el cual dura veinte minutos y también tienen que usar para almorzar. Una niña me dio de probar el biryani que su madre le había hecho, con su cuchara. Una cosa que he notado es que aquí todo el mundo comparte cubiertos, botellas y demás con cualquiera, cosa que en el Occidente normalmente no se hace.

Durante el recreo Maya me llevó a la sala de profesores y me dio unas hojas para corregir unos ejercicios de sustantivos.

Ejercicios que tuve que corregir

Me di cuenta de que algunas de las niñas usaban pantalones con camisa y corbata, al igual que los varones. Le pregunté a Maya sobre esto y me respondió que las niñas también pueden usar falda, pero muchos padres —sobre todo los musulmanes— prefieren que vayan con pantalón porque no les gusta que muestren su piel. Igual mismo las que van con falda no dejan ver mucha piel, dado que la falda es larga (hasta las rodillas o un poco más) y suelen combinarla con medias.

A las 13:00 me fui.

Edificio de la escuela

No hice muchas fotos porque como era mi primer día aún estaba medio cohibido y no sabía si se permitían o no. Pero Maya me dijo que se puede así que el segundo día seguramente tome muchas más.

De la escuela regresé al hotel de la misma forma que había ido: caminando hasta la estación Jafrabad y desde allí tomándome el metro. En el camino a la estación tomé las siguientes fotos del barrio de Brahampuri:

Brahampuri (I)
Brahampuri (II)
Brahampuri (III)
Estación de metro, con un cartel indicando dónde estaba el andén solo para mujeres.

A las 15:00 llegué al hotel.


El martes se cumplió una semana desde que estoy en Delhi. Ese es el tiempo que había reservado en mi primer hotel. Podría haber extendido, pero decidí cambiarme a otro hotel: S B Inn, ubicado en la misma área que el anterior (Paharganj).

A las 9:00 hice el check-in. Esta vez no tenía una habitación para mí solo como en el anterior, sino que era un dormitorio compartido. El costo era de ₹500 la noche.

A las 10:00 salí a tomarme el metro y una hora y media más tarde llegué a la escuela.

Los estudiantes de Maya tenían una prueba de repaso: tenían que responder unas preguntas sobre un cuento que había leído antes. Además de ayudar a Maya con la prueba, también visite dos clases diferentes y me hice fotos con los alumnos.

Con uno de los cursos
Con otro curso

Hoy nos hicimos todas las fotos que ayer no nos habíamos hecho.

Otro curso más, el más grande que vi (alrededor de 40 alumnos).
«La India es mi país. Todos los indios son mis hermanos y hermanas. Amo a mi país y estoy orgulloso de su rico y variado patrimonio. Me esforzaré siempre por ser digno de él. Respetaré a mis padres, a mis profesores y a todos los mayores y trataré a todos con cortesía. A mi país y a mi pueblo prometo mi devoción. Solo en su bienestar y prosperidad reside mi felicidad.»

Lo más interesante para mí de esta promesa es la parte que pone «todos los indios son mis hermanos y hermanas». Esto da cuenta de la naturaleza colectivista de la sociedad india. Otro ejemplo de esto está en la forma en que los estudiantes me llaman a mí y a Maya.

A los profesores generalmente los llaman con «sir» o «ma’am» en inglés, lo cual personalmente me parece demasiado formal y si lo utilizaran conmigo les pediría que no lo hicieran. Pero a Maya y a mí, como en realidad no somos docentes de la escuela sino más bien voluntarios de una organización llamada Teach for India, nos llaman didi y bhaiya, respectivamente.

HindiEspañol
दीदी (didi)Literalmente «hermana mayor», pero utilizado también de forma afectuosa/respetuosa para referirse a una mujer mayor que uno.
भैया (bhaiya)Literalmente «hermano mayor», pero utilizado también de forma afectuosa/respetuosa para referirse a un hombre mayor que uno.

Me encantan las sociedades que hacen esta clase de cosas, y que consideran que todos sus miembros son hermanos. Lo mismo pasa en Japón, Vietnam, Tailandia, y prácticamente todos los países que visité en Asia/Oriente, pero no ocurre en Europa/Occidente donde las sociedades son más individualistas.

En un punto mientras estábamos en la clase se cortó la luz por uno o dos minutos. Les pregunté a los alumnos si eso ocurría frecuentemente y me dijeron que sí. No sé si habrán entendido mi pregunta, pero estoy seguro de que ocurre seguido, más que nada porque ya me había pasado un par de veces estando en el hotel. Por suerte igual siempre que se corta suele volver bastante rápido.

A las 13:15 los niños empezaron a salir de sus aulas y a reunirse en el patio para finalizar la jornada escolar. Abrieron las puertas y los padres comenzaron a llegar para buscar a sus hijos.

Niños formando fila en el patio al final de la jornada escolar

En este momento ocurrió algo maravilloso. Muchos de los niños se me acercaron no solo para estrecharme la mano y preguntar mi nombre, sino también para pedirme un autógrafo, ya sea en su mano o en un papel. Habré firmado como más de veinte autógrafos en un plazo de 3-5 minutos.

Firmando autógrafos
Niña mostrándome su mehndi de flores

Algunos niños también me pidieron hacerme fotos con ellos. Una niña me dijo que yo era tierno («you are so cute!»), a lo cual le respondí que ella era más.

Cuando se fue la mayoría del alumnado me fui yo también.

En la calle me crucé a estos dos niños caminando de la mano.

Niños de la mano

No es raro ver gente andando de la mano en India. He visto a niños haciéndolo, a adultos con niños, e incluso a dos hombres y dos mujeres. Por lo que tengo entendido este gesto aquí no necesariamente implica romance sino que puede ser simplemente dos amigos muy cercanos (o bien dos hermanos, que es el caso más probable con los niños de la foto).

Para volver al hotel podría haberme tomado el metro en Jafrabad, pero como no tenía apuro decidí caminar hasta la siguiente estación así conocía un poco más de esta zona al noreste de Delhi.

El mapa en mi teléfono me marcaba que había un gran parque al lado de la estación llamado Jheel. Esperaba encontrarme árboles, césped y juegos para niños, pero en su lugar hallé esto:

Parque Jeel

Una pena que no se invierta para sacar provecho de este gran espacio y construir un parque decente con juegos infantiles, que tanto están haciendo falta en muchas partes de Delhi y de la India.

A las 14:30 me tomé el metro en la estación Welcome (sí, se llama Welcome; ni idea por qué).

Estación Welcome
Me dio gracia ver que hay un número de emergencia asociado a la contaminación sonora, cuando en Delhi la contaminación sonora de las calles, los vehículos y sobre todo las bocinas es un problema constante e incesante.

Antes de subirme al tren pasé por unas tiendas que estaban allí en la estación y me pedí algo para comer y beber en plan almuerzo. Me compré unos momos de paneer (₹60) y un frappé de chocolate amargo (₹100).

El momo (en nepalí, म:म: mōmō; en tibetano, མོག་མོག་ Wy mog mog) es un dumpling, es decir, una masa de harina rellena y cocida al vapor, típico del Tíbet y Nepal. Forma parte de la extensa familia de dumplings asiáticos, junto con el baozi, el jiaozi y el mantou chinos, el buuz mongol, la gyoza japonesa, el mandu coreano, etc. El momo se considera el plato nacional (no oficial) de Nepal, traído desde el Tíbet por la diáspora tibetana.

Wikipedia
Momos de paneer

A las 15:45 llegué al hotel.

A la noche me vi el primer episodio de la miniserie británica Adolescencia (2025), sobre un niño de 13 años acusado de asesinato. Francamente nunca entendí cómo es que la ley —en el Reino Unido y un montón de otros países— considera que una persona de 13 años es mentalmente capaz de entender la gravedad de sus actos y consecuencias legales (es decir, de tener responsabilidad penal) al mismo tiempo que es incapaz de consentir a relaciones sexuales. Si un niño de 13 años roba o mata va a la cárcel, y si tiene sexo es una «víctima». Los adultos tratan a los adolescentes como adultos o como niños según les convenga más. Si mata es un adulto; si tiene sexo es un pobre niño inocente y abusado. Lo más ridículo igual es cuando el crimen es por violación. Por ejemplo, este artículo habla de un niño que fue arrestado y sentenciado a prisión por violar a dos mujeres cuando él tenía 13 años. Si las mujeres hubiesen consentido de repente el niño habría sido la víctima y las mujeres las agresoras. Si es una violación se reconoce la agencia sexual de los niños, pero si es sexo consentido no. Totalmente lógico, ¿a que sí?

Ame,
Kato