Kara Ema:
[El siguiente artículo estará musicalizado por mi artista favorita, Aurora.]
El jueves fue una jornada de descanso y de ponerse al día con los estudios.
A las 11:00 salí a almorzar a un restorán cerca de mi hotel llamado Apka. Me pedí un menú de salsa de paneer y guindilla con fideos hakka (₹300).

A las 18:00 salí al supermercado. Para ir hasta allá siempre tengo que pasar por el mismo pasadizo elevado.

Ese cuadrado negro que se ve a la derecha de la foto es un espacio donde tendría que haber habido un ascensor, o aunque sea una valla o cinta de seguridad impidiendo el paso hacia el vacío.

Otro recordatorio es la falta de cosas ricas y variedad de cosas en el supermercado. Siempre que voy me termino comprando nada más que botellas de agua —algo que en Europa jamás tenía que comprar pero aquí es inevitable—, dado que realmente no hay nada que me llame la atención. La sección de productos refrigerados es ridículamente pequeña: helados, quesos, leches en bolsita, lassi en botellita, y ya está. Tienen algún que otro yogur pero solo frutales; nada de los que me gustan a mí de caramelo, vainilla, etc. Echo de menos la variedad de los supermercados nórdicos. Y los bollos ricos y baratos de Lidl…
A las 19:00 volví al hotel.


El viernes fue un día meteorológicamente anómalo.
Cuando salí a la calle descubrí que durante la mañana mientras estaba durmiendo había habido una fuerte tormenta. Era la primera vez desde que había llegado a la India tres semanas atrás que había llovido, estaba nublado y no hacía calor intenso. El respiro del calor y el sol duró poco igual, puesto que el sábado retornó todo a la normalidad.
Cerca de las 12:00 salí a dar una vuelta. En varias calles me encontré con grandes charcos de agua y un montón de basura que se había acumulado en el medio.



Me pedí algo para comer —que no me acuerdo cómo se llamaba— que me costó apenas ₹100 (~1€). Lo pedí para llevar así lo podía comer en el hotel mientras miraba un nuevo episodio de Adolescence.

A las 17:30 volví a salir. No tenía ganas de tomarme ningún metro ni ir demasiado lejos, así que me limité a explorar lo que tenía cerca. Partiendo desde mi hotel, ya había ido en dirección sur y este, con lo cual me quedaban norte y oeste. Para esta oportunidad opté por la norte. La idea era caminar siempre hacia el norte hasta llegar a la zona de Sadar Bazaar.
Sadar Bazaar es un mercado mayorista en la Vieja Delhi, Delhi, India. […] este mercado está muy concurrido y bulle de actividad. Aunque es principalmente un mercado mayorista, también atiende a compradores minoristas ocasionales. Debido a los enormes volúmenes que se comercian aquí cada día, una visita al mercado puede calificarse de sobrecarga sensorial. Además de ser un mercado para comerciantes, Sadar Bazar es una circunscripción electoral. Sadar Bazar está considerado el mayor mercado mayorista de la India, con unas transacciones comerciales diarias estimadas en más de ₹300 millones de rupias.
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Tras una hora de caminata, me crucé con este grupo de niños jugando en la acera. Hasta donde pude ver no había ningún adulto acompañándolos.
Primero me acerqué a ellos sin decirles nada y les tomé esta foto que te acabo de mostrar. Algunos de ellos enseguida me saludaron, así que nos pusimos a charlar y hacer muchas más fotos.
En general mi experiencia con los niños indios ha sido la siguiente. Cuando ellos me ven a mí, el 60% me ignora, el 30% me observa pero no se anima a hablarme, y el 10% me saluda y/o sonríe. Cuando yo los veo a ellos y les saludo, el 60% se cohíbe y el 40% me devuelve el saludo. Es interesante cómo estos porcentajes cambian sustancialmente según el país en el que me encuentre.
Por suerte en este caso varios de los niños me saludaron con entusiasmo y se mostraron abiertos a la interacción (quizás por el hecho de que estaban en grupo, lo cual les daba más sensación de confianza y seguridad).



Estos niños no tenían pinta de estar viviendo en la calle, pero sí seguramente vivían en casas muy modestas (como la que fotografié más arriba) con sus padres trabajando por salarios muy bajos. Aun así, ninguno de ellos me pidió dinero.
No te lo había contado hasta ahora, pero me ha pasado varias veces que gente viviendo en la calle se me acerque para pedirme dinero, sobre todo —tristemente— niños. Si bien en Delhi no se ve tanta gente en la calle como en Manila, no deja de ser un problema importante en esta ciudad y seguramente muchas otras de este país.
Después de hacerme fotos con los niños empecé a volver al hotel.

A las 22:30 salí una vez más para comprarme una pizza en The Pizza King. Pedí el tamaño más grande que tenían (large), decisión de la que luego me arrepentí ya que no pude terminarla. Era bastante grande y llenadora, y me costó tan solo ₹250 (~2,5€).
Comí la pizza en el hotel mientras veía el tercer y penúltimo episodio de Adolescence.
El sábado salí del hotel a las 12:00.
Fui a un local en Rajiv Chowk a comprar billetes de tren para una excursión que quería hacer. Los billetes (ida y vuelta) costaban alrededor de ₹3000, pero resulta que no había más lugar a no ser que decidiese contratar un guía, lo cual me costaría el doble. Me lo pensé unos minutos y al final acabé aceptando. Eran ~60€ que era bastante dinero, pero incluía tren de ida, tren de vuelta, guía privado y transporte a cada una de las atracciones turísticas más importantes de la ciudad, con lo cual tampoco estaba tan mal. Además esto era lo último que tenía planeado hacer en la India, con lo cual no me molestaba gastar un poco más.
A las 14:00 me fui a la estación de metro y viajé hasta Sarojini Nagar.

Cerca de las 15:00 llegué a Sarojini Nagar.
Sarojini Nagar es un barrio y un gran mercado del distrito suroccidental de Delhi, en la India. […] El mercado de Sarojini Nagar está considerado el mayor y más popular de Asia. Conocido por sus productos asequibles, atiende principalmente a las necesidades de las mujeres.
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Al lado del mercado había un parque y un patio de comidas de dos plantas.


A las 15:30 almorcé en un Burger King del patio de comidas. Me pedí una Spicy Korean Paneer Burger, que era verdaderamente picante y era vegetariana dado que solo venía con paneer (queso).

Adyacente al patio de comidas había una sucursal de la Biblioteca Pública de Delhi.




A las 17:00 me fui de la biblioteca y caminé hacia el sur, hasta llegar al parque de Hauz Khas.





Hauz Khas es un barrio del sur de Delhi, cuyo corazón es el histórico complejo de Hauz Khas. Muy conocido en la época medieval, el pueblo de Hauz Khas tiene edificios construidos alrededor del embalse. Hay vestigios de arquitectura islámica coloreados con manchas de cultura urbana. Tiene una ubicación céntrica y ofrece tanto el entorno rural de la aldea de Hauz Khas como el urbano del enclave de Hauz Khas, el mercado.
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Me pareció muy simpática esta área de Delhi, no solo por el bonito y amplio parque, sino también por la interesante zona de tiendas que había junto a él.



A las 18:15 me tomé el metro para volver a la zona de mi hotel, pero antes quise pasar por el supermercado al que voy siempre. Me compré tres botellas de agua, dos cajitas de café con leche frío y un paquete de patatas fritas—todo a ₹114 (~1€).

A las 20:00 regresé al hotel y me vi el último episodio que me quedaba de la miniserie Adolescence.
Ame,
Kato
Con que jugando al badminton en el parque!