Fortaleciendo vínculos y creando recuerdos con mis hermanos nepalíes

Kara Ema:

Martes 20 de mayo.

A las 9:00 salimos con los niños a la escuela. Todavía me quedaban golosinas así que les volví a dar un par a cada uno.

Kwina con su chuche

Cuando volví al orfanato se me ocurrió pasar por la sala de rezo (prayer room) en la planta baja.

Sala de oración

Una de las niñas me contó que todas las mañanas solían venir aquí a hacer un ritual de rezo durante media hora, los niños y las niñas por separado, pero en un momento simplemente dejaron de hacerlo y actualmente es una sala que siempre permanece cerrada y sin usar. También me dijo que originalmente esta sala era un cuarto de almacenaje (storage room); solo empezó a usarse como sala de oración cuando unos gurúes visitaron el orfanato y realizaron donaciones. Cada tanto estos gurúes vuelven a pasar por el orfanato, y los niños les dicen que rezan todos los días pero la realidad es que no lo hacen.

En el marco del hinduismo, el gurú significa ‘maestro espiritual’. Desde hace muchos siglos este término se ha empleado en la India. Al maestro espiritual se le consideraba una persona importante que mostraba el sendero del yoga, enseñaba las técnicas de meditación y a quien se le pedían consejos. Aquel que pone luz en la oscuridad.

Wikipedia

Algunos de los niños del orfanato son hinduistas —como la mayoría de las nepalíes—, otros creen en todas las religiones y otros no creen en ninguna. Ninguno es practicante dado que no suelen rezar ni visitar templos. Lo único que hacen algunos relacionado con la religión es llevar brazaletes hindúes (kautuka) y el punto de color en la frente (bindi), pero en realidad yo diría que esto lo hacen más por motivos culturales que religiosos.

A las 16:00 los pasé a buscar a la escuela.

Toda la semana los niños llevaron sus paraguas a la escuela, ya sea para protegerse del sol o de la ocasional lluvia.

A las 17:00 fuimos a la sala de estudio.

Niñas haciendo un proyecto de arte
Kwina practicando escritura — 4 años y ya tiene que aprender a escribir (!)

A las 21:00 me volví a mi habitación.


Miércoles 21 de mayo.

A las 7:00 llegué al orfanato. Los niños ya estaban en la sala de estudio.

Kwina tenía pasta de dientes en la cara para aliviar las picaduras de mosquito

A las 9:00 salimos. Los niños se pulieron los zapatos mientras una de las niñas acariciaba al perro.

La perrera de la familia

A las 16:00 los pasé a buscar y nos volvimos todos juntos a casa.

Vuelta a casa

En la sala de estudio uno de los chicos me enseñó un poco de nepalí.

Notas de las palabras de nepalí que aprendí. Por ejemplo, «niña» es केटी (kēṭī).
Kēṭī estudiando

Jueves 22 de mayo.

¿Recuerdas esto?

¿Y esto?

Me encanta preparar búsquedas del tesoro para niños, ver cómo intentan resolver todas las pistas, sus risas, sonrisas, frustración y finalmente satisfacción cuando por fin consiguen llegar al tesoro.

Así como había hecho primero en Francia y luego en Vietnam, decidí preparar una nueva búsqueda del tesoro para los niños del orfanato. Fue por lejos la más ambiciosa que he hecho hasta ahora. Me llevó muchísimo tiempo, pero me divertí haciéndola y mucho más viéndolos a los niños realizando la búsqueda. Era un juego que ellos jamás habían hecho antes, y muy probablemente no vuelvan a hacer tampoco, a no ser que un futuro voluntario tenga la misma idea que yo y les prepare también una actividad así.

Me pasé todo el tiempo que los niños estuvieron en el colegio el jueves preparando la búsqueda del tesoro para ellos.

Preparando las pistas (I)
Preparando las pistas (II)
Preparando las pistas (III)
Las diez pistas finalizadas

Cuando volvieron de la escuela, algunos de los niños se pusieron a lavar ropa.

Lavando ropa a mano

Yo ya tenía todo listo para la búsqueda del tesoro excepto por una cosa: el tesoro mismo. Así que les dije que iría un momento al supermercado a comprar algo y volvería media hora más tarde.

Supermercado donde compré los chocolates que serían el tesoro de los niños

Compré 20 barras de Snickers, 20 barras de 5 Star y una caja de monedas de chocolate. En total pagué alrededor de 3250 rupias (~20€). Llevé todos los chocolates a mi habitación y los puse adentro de la bolsa que normalmente utilizo como equipaje de mano, luego la cerré con un candado a combinación. La última pista (#10) sería la que los niños tendrían que resolver para obtener el código de tres dígitos para abrir el candado.

Tesoro preparado

A las 19:30 cenamos.

Kwina lavándose las manos antes de cenar (siempre hace caras locas cuando apunto la cámara hacia ella).
El piecito de Kwina era la mitad de grande que mi mano

Este día una de las niñas me regaló una pulsera que ella había hecho para mí. Había escogido hacerla con cuentas de color verde dado que sabía que era mi color favorito. También había colocado tres cuentas formando la palabra «DAI», que significa hermano mayor en nepalí. Adoro esta pulsera; es un hermoso recuerdo de todos los mágicos momentos que pasé con estos niños durante mis dos semanas en Nepal.

Pulsera que me regaló una de mis hermanitas menores nepalíes

Ame,
Kato