Kara Ema:
Pensar que pensé que en Tailandia iba a tener más tiempo que en Nepal, pero al final estuve igual de ocupado o incluso más, tanto es así que recién ahora —habiendo ya partido— he finalmente encontrado el tiempo de escribirte y contarte de mis aventuras en mi tercera visita a la Tierra de las Sonrisas.
Martes 27 de mayo.
Así es la habitación que me prestó Shali para dormir:

A las 9:00 subí a ver la terraza del edificio de Shali.





Cuando volví al apartamento Shali me recibió con este desayuno:

Después de desayunar me duché y bajé a la lavandería del primer piso para poner mi ropa sucia en la lavadora.
A las 13:30 almorzamos adobo filipino de pollo casero, preparado por Shali.

El adobo filipino es un plato filipino popular y un proceso de cocción en la cocina filipina que incluye carne, mariscos o vegetales marinados en vinagre, salsa de soja, ajo, hojas de laurel y granos de pimienta negra, que se doran en aceite y se cuecen a fuego lento en el adobo. En ocasiones se ha considerado el plato nacional no oficial de Filipinas.
Wikipedia
A las 16:00 Shali pidió un taxi para ir a visitar una cafetería vietnamita. Como te conté la última vez, Shali es fanática del café, pero no conocía el café vietnamita, así que se lo quise mostrar invitándola a esta cafetería.
A la media hora llegamos a Viet Café Đây.





A las 20:00 volvimos a casa y nos pedimos unas bebidas en una máquina expendedora ubicada en la primera planta del edificio, llamada Tao Bin.

El edificio de Shali quedaba justo enfrente de un mercado nocturno y un centro comercial. A las 20:30 fuimos al mercado a comprar algo para llevar al apartamento y que nos sirviese de cena.




Miércoles 28 de mayo.
A las 9:30 desayunamos.

A las 13:30 salimos hacia otra cafetería, pero esta vez —y todas las veces siguientes— en lugar de ir los dos juntos en el mismo taxi nos pedimos una moto para cada uno, dado que ir en moto por las calles de Bangkok suele ser mucho más rápido que ir en coche, sobre todo cuando hay mucho tráfico.
Esta vez había sido Shali la que había elegido la cafetería, llamada Sho.

A las 17:00 la cafetería cerraba, así que nos teníamos que ir a otro sitio. Yo propuse un café de gatos que quedaba cerca, pero solo para entrar teníamos que pagar ฿250 (~7€) cada uno, con lo cual al final desistimos y cambiamos de planes.

Pasamos por el mercado frente al centro comercial Avenue Ratchayothin, y terminamos en un McDonald’s.


Echaba de menos la salsa de chile que se encuentra en todos los McDonald’s del Sudeste Asiático.
A las 20:00 volvimos a casa.
Jueves 29 de mayo.
A las 9:30 preparamos café vietnamita (que tenía yo) con leche de avena (que tenía Shali).

Después de desayunar me fui un rato a trabajar arriba, en el Sky Lounge.

A las 14:00 Shali me presentó a Amara, una chica tailandesa-birmana de unos veinte años, que vive en su edificio y habla inglés mejor de lo que habla tailandés (debido a haber estudiado en una escuela internacional).
Shali tenía que hacer cosas, así que me dejó con Amara para que ambos fuésemos al lugar al que yo más ganas tenía de volver a visitar desde que he vuelto a Bangkok: Khlong Toei, el barrio donde vivían todos los amigos niños que me había hecho la última vez, en diciembre pasado.
Amara tenía coche y podía conducir, así que me llevó con ella hasta mi barrio favorito. Lo gracioso es que ella había crecido en Bangkok, pero no conocía esta parte de la ciudad, con lo cual yo (extranjero) le estaba mostrando a ella (local) un nuevo sitio.
Me acordé que la fundación Duang Prateep tenía bastante espacio para aparcar coches, así que le indiqué a Amara que lo aparcase allí.
Llegamos a eso de las 15:00 ahí. Hablamos con una persona de la fundación que a mí ya me conocía, y le pedimos que nos llevara al jardín (el de la fundación, ¿recuerdas?). Por desgracia llegamos justo a un horario en que las clases habían terminado y ya casi no quedaban niños.

A las 15:30 visitamos la escuela de Muban Phatthana, la misma que yo había visitado un par de veces en diciembre. Estaba esperando que alguno de los niños me reconociera y me saludara, pero no pasó.

De ahí fuimos a Sikkha Asia Foundation, la fundación/biblioteca/espacio de juego.

Amara se puso a jugar con un niño mientras yo me la pasé con esta dulzura:

A las 17:00 continuamos hacia lo de Kalaya, la niña más adorable de todo el barrio. La mitad de la razón por la que quería volver a Bangkok era para volver a Khlong Toei, y la mitad de la razón por la que quería volver a Khlong Toei era para volver a ver a Kalaya.
Al principio el lugar parecía vacío, pero al poco tiempo la vi: estaba ella sola, parada frente a la puerta de su apartamento mirando hacia el lado contrario de donde estábamos nosotros. Me acerqué despacio y la llamé. Me miró curiosa y se fue adentro de su casa. La llamé de vuelta y finalmente vino hacia mí y me saludó. Se ve que se acordaba de mí.

Enseguida después de que la saludamos nos tomó de la mano tanto a mí como a Amara y nos llevó unos cinco metros por el corredor, hasta donde había un banco para sentarse. Nos sentamos y nos pusimos a charlar con ella, y luego con su hermana pequeña Prisana que también apareció.


En un momento Kalaya me pidió que le arreglara el pelo, pero como nunca tuve una hermana menor nunca aprendí a arreglar el pelo de las niñas, así que le dije que le pidiese a Amara.

Davika también se hizo presente más tarde. Creo que te había dicho que Davika, Kalaya y Prisana eran tres hermanas, pero resulta que en realidad solo eran dos hermanas —Kalaya y Prisana—, mientras que Davika era una amiga/vecina.
Algo curioso de Kalaya es que no parece saber su propia edad. Amara le preguntó y dijo que tenía un año. Luego otra persona le preguntó y respondió dos años. Otra cosa es que si bien varias personas (incluyendo la propia Kalaya) me aseguraron que va a la escuela, yo pienso que no dado que jamás la he visto con el uniforme y casi siempre que voy al área donde vive ella me la encuentro allí.
A las 18:30 nos despedimos de las niñas y volvimos al coche para volver a casa.
Me pedí una nueva bebida de la máquina Tao Bin: Thai Tea Milk Sugar Cocoa Caramel (฿40; 1€).
A las 21:00 fui al mercado con Shali y compramos algo para comer, incluyendo una pizza de un local de Domino’s (฿289; ~8€) que había por ahí cerca.
Cuando volvimos me pedí otra bebida más: Taiwanese Cafe Latte (฿45; ~1€).
Ame,
Kato
En Alto edifico estuviste parando!! Que bueno el reencuentro con kalaya!