Jornada con los niños del Barangay 76

Kara Ema:

El viernes había quedado en juntarme al día siguiente con un grupo de chicos del Barangay 40 a las 15:00 en el gimnasio para ir a la coastal road (carretera costera) con ellos.

El sábado a las 14:00 pasadas salí del hotel. Andando por la calle Bucana en dirección del gimnasio de Barangay 40, a medio camino me topé con el gimnasio del Barangay 76. Me detuve allí un momento y me dije a mí mismo, «Seguro que si entro ahí me voy a hacer nuevos amigos aquí también. Faltan como cuarenta minutos para las 15:00, así que tengo tiempo. ¿Qué hago?».

Terminé entrando al gimnasio del Barangay 76 y, como lo había predecido, enseguida los niños se me acercaron a saludarme y a hacerse amigos.

Niños del Barangay 76
Niños jugando a saltar la soga

Después de jugar un rato con los niños, me preguntaron si les podía comprar algo en la tienda sari-sari, así que les compré un C2 (bebida) de manzana a quince niños (15 × ₱15 = ₱225; ~3,5€).

Niños mostrando su C2

Les conté que me iba a juntar a las 15:00 con los del Barangay 40 para ir a la carretera costera, tras lo cual los niños me dijeron que querían venir conmigo también. Yo les dije que quizás deberían pedir permiso a sus padres primero pero no lo hicieron, supongo que porque los padres seguramente no estarían en sus casas sino trabajando.

Así fue como de repende me encontré caminando por la calle con unos siete niños siguiéndome detrás.

Niños del B76 siguiéndome por la calle

Pasamos por el gimnasio del B40 justo a las 15:00, pero no estaban los que me habían dicho de juntarnos ahí, así que decidí ir a la carretera costera con mis nuevos amigos del B76.

Yendo a la carretera costera
A este niño lo llaman «monkey» — Aquí fue cuando entendí el porqué.

Por suerte no estábamos obligados a trepar la cerca dado que había otro sitio por el que podíamos pasar. Los seguí a los niños hasta llegar a la abertura.

Siguiendo a los niños hacia la carretera costera
Llegada a la carretera costera

Había varios niños en piedras sobre el río, y algunos incluso estaban dentro del río nadando.

Niños en el río
Angel (así me dijo que se llamaba)
Niños (y algunos adultos) nadando en el río. Se metían con ropa.

Caminamos un poco por la carretera con los niños. Hicimos una carrera y una sesión de fotos. Me encanta las fotos que tomamos:

Niños corriendo por la carretera
Niños mirando el horizonte
Niños sonrientes
Niños saltando
Niños subiéndose a un bote
Niños haciendo caras
Volviendo al barangay

Cuando volvimos al gimnasio yo estaba sediendo y con ganas de tomar un café frío, así que le pedí a uno de los niños que me llevara a una tienda donde lo vendiesen. Me pedí un Spanish latte, que en las Filipinas básicamente significa un café con leche condensada (₱55; ~1€).

Mientras esperaba mi café les hice un par de fotos a mis nuevas amigas.

Niñas posando (I)
Niñas posando (II)

A las 16:30 volvimos al gimnasio.

Volviendo al gimnasio con mi café en la mano
Lolis jugando con hojas (I)
Lolis jugando con hojas (II)
Niños sentados en un triciclo
Niña mostrándome sus pulseras de bandas elásticas

En un momento les compré a los niños unos pomperos para hacer pompas de jabón. Compré dos, a cinco pesos cada uno.

Niña haciendo pompas de jabón
Montaje: videos slow-mo con las hojas y jugando con las pompas de jabón.

A las 18:30 volví al Barangay 40 para jugar con Gili, Maya, Alon y otros niños frente a la capilla, incluyendo un par del Barangay 76.

Niños frente a la capilla

A las 19:30 nos fuimos del B40 con los del B76 que habían venido conmigo. Me preguntaron si les podía comprar un snack, lo cual accedí. Eran cuatro y cada bolsa de snacks costaba 10-15 pesos. En total me costó ₱52 (~1€).

Niños caminando conmigo y comiendo sus snacks recién comprados

Cuando pasamos por el gimnasio nos despedimos y yo continué hacia el bulevar Quezon.

A las 20:15 llegué al hotel. Antes de llegar me había comprado un burrito (₱149; ~2€). Cené el burrito mientras miraba el primer episodio de la segunda temporada de The Last of Us.

Ame,
Kato