Tarde de sanuk con mi amiga Kalaya

(sanuk = diversión)

Kara Ema:

Ayer me reolvidé de la frase del día.

Frase del día en tailandés

น้องสาวกำลังเล่นกับลูกแมวบนเตียง
nóng-sǎao gam-lang lên gàp lûuk maew bon dtiang
Mi hermanita está jugando con el gatito en la cama.

น้องสาวnóng-sǎaohermana menor / hermanita
กำลังgam-lang(indica acción en progreso)
เล่นlênjugar
กับgàpcon
ลูกแมวlûuk maewgatito
บนbonsobre / encima de
เตียงdtiangcama

El viernes salí del hotel a las 13:00 y fui directo a Sombat.

Lo primero que hice fue pasar por el jardín de Duang Prateep. Cuando llegué todos los niños estaban durmiendo la siesta, pero no era con los niños con quien quería hablar, sino con Dara (por si no lo recuerdas, Dara es la única maestra en este jardín que habla bien inglés).

Me senté con Dara en unas sillas y le mostré la invitación del evento que estaba organizando. Le expliqué bien todo como lo tenía pensado en mi cabeza. Le aclaré que era un evento gratuito, que yo me encargaría de todos los gastos e incluso de toda la organización. Lo único que tenía que hacer ella era asistir y ayudarme a gestionar a los niños. Eso y dejarme que ponga sus datos de contacto en la invitación, cosa de que si los padres tenían alguna pregunta pudiesen contactar con ella y no conmigo.

Yo le había dicho que le pagaría, pero ella me respondió que no tenía por qué pagarle y que con gusto me ayudaría. Una tierna. Me dijo que le reservara cinco invitaciones para repartir a niños del jardín, incluyendo a una amiga que tengo yo ahí que ojalá que pueda asistir. El resto de las invitaciones las estaré repartiendo yo en persona a todos mis amigos niños del barrio.

Después de que hablamos acerca del evento, Dara me ofreció quedarme en el jardín hasta que los niños se despertaran, pero le dije que eso no tenía mucho sentido dado que de todas formas poco tiempo después de que se despertaran sus padres los pasarían a buscar para llevarlos a casa. Así que en su lugar le pregunté si podía ir el lunes temprano para pasar toda la jornada entera en el jardín. Me dijo que sí, por supuesto, y que arrancaban a las 9:00.

Me fui contento, al fin teniendo confirmación de que el evento va a poder ser posible. Gracias por nada, fundaciones. Gracias por todo, Dara ♡.

Todavía era temprano y mis amigos seguían en la escuela, con lo cual aproveché para ir a cortarme el pelo en una peluquería del barrio. Me cobraron ฿100 (~2,7€).

A las 15:30 pasé por el campo de fútbol y me crucé con Mali y otros niños más. Me puse a jugar un rato con ellos.

Una hora más tarde les dije de repente que me tenía que ir, tras lo cual se me empezaron a colgar de todo mi cuerpo intentando frenarme para que no me fuese.

Es que quería ir a jugar con Kalaya también. Y eso hice.

No lo podía creer cuando la vi con su uniforme de colegio. Era la primera vez desde que la conozco que la veía con el uniforme. Llegué a creer que no iba a la escuela, pero ahora veo que sí.

Le mostré las pompas de jabón y las tizas; su reacción fue exactamente la esperada: quiso jugar con ambas cosas. Incluso me pidió que le regalara el tubo de pompas, a lo cual accedí.

Kalaya con las tizas
Kalaya dibujando a Hello Kitty
Me encantó la idea que tuvieron estos niños de dibujar en la patineta con las tizas
Kalaya en los columpios

En un momento, mientras yo jugaba con Kalaya en los columpios, los demás niños me vinieron a buscar para ir al campo cubierto a jugar al fútbol con ellos. Mi amiga dijo que ella no quería ir y tampoco quería que yo fuese, así que les dije a los chicos que iría pero más tarde—que ellos podían ir primero y yo me quedaría un rato más jugando con Kalaya.

La niña me tomó de la mano y me llevó a un parte de su vecindario en donde yo no había estado nunca.

Siguiendo a Kalaya (notar las Crocs con medias que tenía puestas).

Terminamos llegando a unos juegos en un parque infantil. Era la primera vez que estaba allí con Kalaya. No era muy lejos de donde ella vivía, pero sí me sorprendió que fuese allí conmigo dado que siempre pensé que esa parte estaba afuera del perímetro por el que sus padres la dejan deambular sola.

Kalaya haciendo poses extrañas

A las 18:00 en punto pasó algo muy curioso, que yo ya había escuchado que sucedía pero increíblemente era la primera vez que lo presenciaba (a pesar de ya haber estado en Tailandia varios meses en total). Por un parlante que estaba en la calle comenzó a sonar el himno nacional. Tan pronto como Kalaya lo escuchó, fue como si se hubiese petrificado: se quedó inmóvil, parada primero con los brazos al costado y luego cruzados. No siguió jugando hasta que el himno no hubiese terminado.

Kalaya parada mientras pasaban el himno
Kalaya jugando de vuelta
Kalaya cortando un pedazo de tronco de platanero (al menos creo que eso era; es lo que suelen usar los tailandeses para armar el krathong en el festival de Loy Krathong).
Kalaya haciendo acrobacias

En total estuve cerca de dos horas jugando con mi amiga, solos ella y yo, hasta que se hizo de noche y volvimos a la parte de su edificio y nos encontramos con Davika y Prisana. Hoy no solo jugamos juntos un montón sino que también me dejó hacer algo que hace rato no me dejaba: alzarla y llenarle la cabeza de besos.

Kalaya fue mi primera amiga en este barrio, y aún sigue siendo la más importante. No sé cuánto significaré yo en su vida ni cuánto se va a acordar ella de mí cuando me vaya de Tailandia, pero yo siempre la recordaré con mucho cariño y amor.

Por cierto, todo el tiempo en que estuvimos juntos Kalaya llevaba consigo una bolsa de plástico en cuyo interior había una botella con agua y unos paquetes pequeños de snacks. Me imagino a los padres dirigiéndose a ella a la vuelta de la escuela: «toma esta bolsa y vete a jugar; no te quiero ver en casa hasta la noche».

Tengo entendido que esto de decirle a tu hijo que saliera a jugar afuera y no volviera hasta la hora de la cena (o hasta que oscureciese), era algo que la mayoría de las familias hacía unos 20-30 años atrás. Incluso en el Occidente existía esta práctica, donde ahora todo es muy diferente.

La ternurita de Prisana (hermana menor de Kalaya) abrazando a dos peluches.
De izquierda a derecha: Davika, Kalaya y Prisana.

A las 19:00 me despedí de las lolis y me fui caminando a casa.

En el trayecto pasé por varios puestos callejeros de comida. Uno de ellos estaba vendiendo curry verde con pollo y fideos—me compré una porción para que me sirviese de cena. Me costó ฿50 (~1,3€).

Cuando llegué al hotel me preparé un bol con el curry y los fideos y me puse a comer mientras miraba el último episodio de Upload.

Curry y fideos (esto que ves aquí no llega a ser un tercio de toda la cantidad enorme que me dieron).

Ame,
Kato