¿Puedes jugar conmigo primero?

Kara Ema:

Frase del día en tailandés

เธอทำให้ผมดีใจมาก ผมรักเธอ
thee tham hai phom dii jai maak phom rak thee
Ella me hace muy feliz. La amo.

เธอtheeella
ทำให้tham haihacer / causar
ผมphomyo (forma masculina)
ดีใจdii jaifeliz / contento
มากmaakmuy
ผมphomyo
รักrakamar
เธอtheeella

El jueves a las 13:00 salí a la calle y caminé hasta el Donki de Thonglor.

Donki

Compré unos snacks —algunos con la idea de compartir con mis amigos niños— y a modo de almuerzo unas croquetas de queso e inarizushi. Todo me costó ฿396 (~10,5€).

Me pareció fantástica la parte de este Donki que tenía comida preparada. Había un montón de variedad de cosas —incluyendo comida japonesa y tailandesa—, y con precios asequibles.

Comida preparada de Donki (I)
Comida preparada de Donki (II)

Otra cosa que me gusta de Donki es que funciona igual que los supermercados japoneses: le das al cajero todos tus productos en una canasta, el cajero los va pasando por el escáner y al final te los devuelve en otra canasta diferente. Luego tú te llevas la canasta a una mesa y allí puedes tomarte tu tiempo en guardar todo lo que compraste en una bolsa, sin sentirte presionado de tener que apurarte porque hay otras personas en la caja.

Lo que compré en la canaste que me dio la cajera

A las 14:00 pasé por Mr. DYI. Lo principal que quería comprar allí era algún juguete o accesorio que le pudiese regalar a Phet para que tuviese para recordarme, y otro también para Minoi ya que me contó que el viernes era su cumpleaños.

En Donki también había estado viendo los juguetes pero me parecieron todos demasiado caros. Vendían figuras de Pokémon y de Sanrio (Hello Kitty) a ~350 baht. Mientras tanto los dos accesorios que compré en Mr. DYI. me costaron apenas ฿25 (~0,7€) cada uno. Eso sí: no eran de marca ni de ningún personaje famoso, pero no creo que eso les importante a las niñas que los recibirán.

Los dos accesorios que compré en Mr. DYI. para regalar a mis amigas

De ahí me fui directo a Sombat.

A las 15:00 pasadas pasé por el jardín de Duang Prateep. Es gracioso porque llegué más o menos a la misma hora que las últimas dos veces que visité me había ido, es decir en el momento en que los niños tenían la última clase de tailandés y que las maestras preferían que yo no estuviese porque supuestamente los iba a distraer.

Los niños me saludaron contentos cuando me vieron pero no se pararon de sus sillas sino que siguieron estudiando, puesto que sabían que estaban en el medio de una clase. Aunque algunos —incluyendo mi amiga Minoi— me hicieron señas de que me acercara y que me sentase junto a ellos.

Niñas en clase de tailandés
Minoi en clase de tailandés
Más niñas en clase (I)
Más niñas en clase (II)
Más niñas en clase (III)
Más niñas en clase (IV)

A las 16:00 terminó la clase y la mayoría de los niños se fue a su casa. Minoi era una de los únicos alumnos de este jardín que se tenían que quedar hasta tarde porque sus padres no podían pasarlos a buscar antes. Me tomó de la mano y me llevó a jugar con los bloques.

Minoi jugando con los bloques

Luego nos pasamos a jugar en el jardín un rato.

Minoi jugando en el jardín

A las 17:00 me fui a ver a mi otra amiga, Phet. Me la encontré en la biblioteca de Sikkha Asia.

Phet jugando con la botella de spray

En un momento les di a Phet y a su hermano unos daifuku que había comprado en Donki. Al principio parecía que les había gustado pero no: Phet lo acabó escupiendo y el hermano ni se atrevió a comer el suyo.

Phet y su hermano examinando los daifuku

También les compré un chupetín a Phet y un helado al hermano, en un quiosco del barrio (฿13; ~0,3€).

Cerca de las 19:00 le mostré a Phet los dos accesorios y le pedí que escogiera uno. Eligió el blanco. Se lo di, nos abrazamos y nos despedimos.

Fui a verla a Kalaya pero no la encontré en el corredor, muy probablemente porque estaba cenando dentro de su casa. Decidí entonces volver al hotel.


El viernes a las 12:00 salí del hotel y fui directo a Mr. DIY. Es que faltaba solo un día para el gran evento y todavía tenía que comprar algunos materiales más. Menos mal que existe local y queda cerca de mi hostal, donde tienen todo lo que necesito y a precios muy buenos.

Pasé también por Big C y por Office Mate. En total gasté ฿335 (~9€). Pasé por el hostal para dejar todo ahí, y luego caminé hacia Sombat.

A las 14:00 pasadas llegué al jardín de Duang Prateep. Mientras caminaba hacia allá, practicaba cómo decir «feliz cumpleaños» en tailandés (สุขสันต์วันเกิด; sùk-săn wan-gèrt).

Subí al aula de Minoi y la saludé con una sonrisa, una caricia y un «sùk-săn wan-gèrt». Ella me devolvió el saludo y me ofreció un pastel de cumpleaños.

Pastel de cumpleaños que Minoi trajo para todos sus compañeros de clase (y para mí y las otras maestras).
Las tres lolis más tiernas (y locas) del jardín

Las otras veces que visité me habían dado la tarea de ponerles pasta dental en el cepillo de dientes de los niños. Esta vez me dieron otra tarea distinta: ponerles talco en las manos para que ellos luego se llevasen las manos a la cara y se empolvaran.

Los viernes parece que no tienen la clase extra de tailandés después de que dejan el aula y bajan con las mochilas, con lo cual salen un poco más temprano que los demás días.

La mamá de Minoi también pasó más temprano que de costumbre a buscarla, con lo cual esta vez fue Minoi la que me vino a despedir a mí. Yo justo me acordé de que aún tenía su regalo en mi mochila así que salí corriendo a buscarlo para dárselo antes de que se fuera. Se lo di enfrente de la madre; ambas me agradecieron y me saludaron antes de irse.

A las 15:00 me fui del jardín. Pasé por la biblioteca de Sikkha Asia pero solo me quedé unos pocos minutos dado que ninguna de mis amigas estaba ahí.

Me fui a ver a Kalaya. Cuando la encontré, me llevó al parque de juegos a jugar con ella ahí.

Jugando con Kalaya (I)
Jugando con Kalaya (II)
Jugando con Kalaya (III)
Kalaya comprándose un snack en un quiosco con su propio dinero

¿Cómo es que una niña de 5 años tiene su propia billetera y yo no tuve una hasta que alcancé por lo menos el doble de la edad de mi amiga? Me encanta lo temprano que los niños asiáticos aprenden a hacer transacciones financieras por su cuenta.

Tras el descanso para ir a comprar el snack, de vuelta en el parque infantil.
Kalaya andando con cautela ya que estábamos en una zona donde solía haber perros
Kalaya sentada conmigo en un columpio doble con forma de tren

En un momento pasamos por un lugar donde alguien había dejado dinero (dos billetes de 20 baht y unas monedas). Kalaya lo vio primero que yo y exclamó algo, luego pasó por al lado y siguió de largo. Me resultó fascinante presenciar esta reacción. Muchos niños occidentales —incluyendo, debo confesar, a mi yo del pasado cuando era niño—, si se encontraran con dinero se lo apropiarían sin dudarlo. Pero Kalaya, habiendo sido criada en una sociedad colectivista, debe de haber pensado «ese dinero no es mío con lo cual no tengo por qué tocarlo». Buena niña.

Kalaya en la tienda de una persona (probablemente una vecina o familiar).

Aquí fue cuando le dije a Kalaya que me tenía que ir, tras lo cual me respondió con una frase tan hermosa que quiero desglosarla y traducirla palabra por palabra:

คุณฉันไม่ให้คุณไปคุณเล่นกับฉันก่อนได้ไหม
khun chan mâi hâi khun pai khun lên kàp chan kòn dâi mái?
No te dejo ir. ¿Puedes jugar conmigo primero?

คุณkhun
ฉันchanyo (forma femenina)
ไม่mâino
ให้hâidar / permitir
คุณkhun
ไปpaiir
คุณkhun
เล่นlênjugar
กับkàpcon
ฉันchanyo (femenino)
ก่อนkònantes / primero
ได้dâipoder (ser posible)
ไหมmáipartícula interrogativa
Kalaya compartiendo los snacks que compró (otra vez) con otros niños en el parque infantil.
Kalaya y otra niña sentadas en un cochecito mientras yo tiraba de él
Kalaya pasando por un cilindro hueco metálico
Ahora le tocaba a Kalaya llevar a la otra niña en el cochecito

Me habría gustado quedarme jugando con Kalaya hasta la noche, pero si hacía eso no iba a poder ver a mis otras amigas, así que una vez más le dije que me tenía que ir (lo cual no le gustó para nada) y a las 17:20 la dejé en el parque de juegos con los otros niños y caminé hacia la otra parte del barrio.

Loli vestida como la muñeca de El juego del calamar

Cuando Phet salió de su casa, lo hizo con la muñeca que yo le había regalado en la mano, para que yo viera que la estaba usando. La adoro tanto ♥.

Jugué con Phet y Mali más o menos una hora, hasta que Phet se tuvo que ir, en cuyo punto la acompañé hasta la puerta de su casa ya que quedaba en un callejón oscuro y ella me dijo que tenía miedo de los fantasmas así que que por favor fuese con ella de la mano.

A las 19:00 me volví a Ekkamai. Camino del hostal pasé por MaxValu y me compré algo para cenar (฿48; ~1,3€). En la puerta del hostal me encontré con un par de personas que me dijeron que estaban por salir a W Market a cenar, y si quería ir con ellos. Les dije que sí, así que dejé lo que me había comprado en la nevera para otro momento y me fui con ellos.

Es que sabía que en W Market había un local que vendía comida birmana, que era algo que hasta ahora no había probado nunca y tenías ganas de probar. Me pedí allí una sopa de fideos con leche de coco. Estuvo muy rica.

Mi primera comida birmana: sopa de fideos con leche de coco (฿100; ~2,6€).

Ohn no khao swè es un plato birmano que consiste en fideos de trigo en un caldo de pollo al curry y leche de coco espesado con harina de garbanzo.​ El plato a menudo se acompaña con buñuelos de frijoles fritos, cebollas crudas en rodajas, chiles, fideos crujientes y rodajas de huevo duro, y se sazona con jugo de lima o limón y salsa de pescado.

[…] Ohn no khao swè se asemeja a otras sopas de fideos a base de leche de coco en el sudeste asiático, incluida la laksa de Malasia y la khao soi de Chiang Mai y Luang Prabang. El khow suey indio y el khausa paquistaní descienden del ohn no khao swè birmano, probablemente coincidiendo con el éxodo masivo de indios birmanos en la década de 1960 hacia Asia del Sur, y sigue siendo un plato popular en el este de la India.

Wikipedia

Ame,
Kato