Kara Ema:
Hoy —miércoles— me tomé mi primer metro en Busan, usando la misma tarjeta T-money que usaba en Seúl.
A las 10:00 en punto salí del hotel. Tenía que salir sí o sí a esa hora hoy porque estaba previsto que pasarían a limpiar mi habitación, con lo cual entre las 10:00 y las 16:00 no podía estar en ella.
Así que agarré mi computadora, la metí en mi mochila y me fui a tomar el metro.
Dos comentarios para hacer sobre este metro:
- Los asientos son igual de duros que los del metro de Seúl.
- En un momento pasó una persona a decir algo (a pedir limosna, o eso creo), lo cual me sorprendió dado que fue la primera vez que vi esto pasar en Asia, mientras que en Europa lo presenciaba seguido.
Pasados unos diez minutos me bajé en la estación de Seomyeon.
Seomyeon (Hangeul: 서면 Hanja: 西面 lit. «Cara/frente oeste») es el centro comercial y de transporte de Busanjin-gu, Busan, Corea del Sur. Seomyeon es también la zona más concurrida de Busan, con una población flotante media de 1.000.000 de personas al día.
Wikipedia
Dado que era la zona más concurrida de la ciudad, naturalmente Lotte tenía que estar presente.
Apenas me bajé del metro en la estación de Seomyeon, salí a una galería comercial subterránea, la cual conectaba directamente con el Lotte Department Store de Seomyeon.
Era las 10:20 y el centro comercial abría a las 10:30, así que tuve que esperar diez minutos antes de poder entrar.
Entré por el B1F y me fui directo al B2F, para empezar desde abajo hacia arriba.
En el 5F vi que estaba New Balance, y dado que andaba necesitando unas nuevas zapatillas, entré a ver qué tenían. Apenas crucé el umbral del local, una chica me saludó con una sonrisa y una exclamación en coreano, y me empezó a seguir. Cuando me detuve frente a unas zapatillos, me preguntó mi talle y me dijo que enseguida regresaba.
«¡Qué velocidad!», pensé yo. Ni siquiera me pude fijar el precio todavía y ya me estaban yendo a buscar un par de mi talle.
Cuando me dijo que salían ₩200.000 le respondí que eran demasiado caras y le pregunté si tenía algo más barato o alguna promoción. No me entendió.
Entre ella y otra más que apareció después intentaron comunicarse conmigo para asesorarme y conseguir una venta, pero como no tenían muy buen nivel de inglés no tuvieron mucho éxito.
Yo tampoco estaba muy entusiasmado por querer comprar después de enterarme de la clase de precios que manejaban—entre ~US$100 y ~US$150.
El problema no es el hecho de comprar unas zapatillas de más de cien dólares, sino el hecho de comprar unas zapatillas de más de cien dólares sabiendo que si buscara un poco más podría conseguir unas mucho más baratas. Por ejemplo, las que estoy usando ahora las compré en Japón en mayo; estaban en promoción y me costaron nada más que ~30 dólares.
Continué subiendo hasta llegar al 9F, donde había un espacio de descanso que me pareció excelente, con mesas, sillas e incluso un montón de libros para agarrar y sentarse a leer.
A las 12:00 bajé de vuelta al B1F porque me acordaba que había visto un local que tenía una hamburguesa con ricota y quería probarla.
Al final no me pareció tan apetitosa como pensé que iba a ser. La ricota tenía un gusto un poco fuerte, y no el que recordaba de las tortas de ricota que tanto me gustan. Además esta hamburguesería me pareció un poco cara, sobre todo porque tenías que pagar cada cosa por separado en lugar de poder comprar todo junto en combo.
La cantidad de hamburgueserías que te encuentras en Corea del Sur es impresionante. Hay un montón de cadenas distintas compitiendo entre ellas, y todas parecen ser buenas.
Después de almorzar volví a subir al 9F para sentarme en la mesa esa larga que estaba al lado de las estanterías con libros. Saqué mi computadora de la mochila y estuve haciendo cosas con ella durante varias horas.
A las 17:30 me fui del centro comercial, con la idea de pasear un poco para conocer la zona de Seomyeon antes de volver al hotel.
Estaba intentando acordarme cuándo fui la última vez que vi una bandera de Japón ondeando en una calle nipona así como está la surcoreana en la última foto, pero no se me vino nada a la cabeza.
A las 18:00 me tomé el metro y quince minutos más tarde estaba bajando en la estación de Busan.
Antes de llegar al hotel pasé por una tienda de conveniencia donde compré unos tteokbokki instantáneos (¡no lo puedo creer que existen!). También pasé por Samjin Eomuk donde me compré varios eomuk (pasteles de pescado).
Decidí que hoy cenaré los eomuk y dejaré el tteokbokki para mañana.
Ame,
Kato
Buen provecho!
Me gustó la librería.