Jornada en zona rural antes de dejar Vinh por Hanói

Kara Ema:

¿Recuerdas el jardín de infancia donde trabajé por tres días? El fundador es el primo de Hùng y un amigo de Bảo. Llamémosle Quân.

Quân me escribió el sábado para ofrecerme ir con él el domingo a visitar el pueblo rural donde nació, a unos cincuenta kilómetros al oeste de la ciudad de Vinh. Por supuesto acepté.

Me pasó a buscar por la escuela a las 5:30 y me llevó a su casa para tomar un desayuno rápido antes de salir hacia la ruta. En su casa conocí a sus cuatro hijos —dos chicos y dos chicas adolescentes— y a sus dos tutoras que había contratado para ayudar a sus hijos con el inglés.

Las tutoras tenían ambas veintiún años y estaban estudiando en la Universidad de Vinh, al mismo tiempo que hacían este trabajo a tiempo parcial para Quân. Eran las dos vietnamitas pero hablaban inglés bastante bien, así que aproveché para charlar bastante con ellas.

Para ir al pueblo nos dividimos en dos coches. En uno iba la mujer de Quân con sus hijos varones, mientras que en el otro íbamos Quân, sus dos hijas, las dos tutoras y yo. Tardamos más o menos una hora en llegar al lugar.

Foto que tomé durante el trayecto

A las 7:15 llegamos a la casa de una pareja. La casa estaba ubicada en pleno campo, y contaba con una plantación de té y unos establos donde criaban cerdos, gallinas y búfalos.

Lo primero que nos mostraron fue la plantación de té, seguida por las abejas.

Plantación de té
Yendo con el grupo a ver las abejas
Cada una de esas cajas que ves en esta foto estaba repleta de abejas
Abejas dentro de las cajas
Miel producida por las abejas

Nunca en mi vida estuve rodeado de tantas abejas como cuando visité este colmenar, y no sé si quisiera volver a estarlo. Una vez está bien como experiencia exótica, pero dos ya sería tentar al destino.

De ahí nos fuimos a caminar un poco por el río, y luego a pescar con una enorme red.

Caminando por el río
Pescando (I)
Pescando (II)
Pescando (III)

Estos peces que pescamos por la mañana eran los mismos que almorzaríamos un par de horas más tarde.

A las 9:00 nos subimos a un bote para ir a visitar las islas donde tenían las plantaciones de té. Quân me comentó casualmente que una de las islas era suya.

El bote al que nos subimos (el de la izquierda).
Navegando por entre las islas de plantaciones de té

En un momento paramos para visitar una de las islas.

Islas vistas desde una de las islas

Allí nos dieron un poco de té para probar, y yo me hice una foto con una niña que estaba vestida con el atuendo tradicional del pueblo Hmong.

Ridículamente tierna

Cuando volvimos al sitio desde donde habíamos salido con el bote, nos pusimos un rato a hacer paddleboarding —o al menos así es como creo que se llama— con estas tablas:

Paddleboarding

A las 11:15 nos subimos a los coches y volvimos a la casa de la pareja granjera, donde nos estaban esperando para almorzar con los pescados pescados antes.

Algo curioso es que básicamente almorzamos en el piso de la cocina, con un montón de comida en el medio desde donde cada uno podía ir picoteando y llevándose a su propio plato.

Almorzando sentados en el piso

Después de almorzar el granjero me quiso mostrar los establos, que estaban en un edificio aparte al lado de la casa.

Cerdos
Pollos
Búfalo y gallinas

A las 14:00 salimos a la ruta para volver a Vinh. Una hora más tarde Quân me dejó en la escuela.

Cuando llegué a mi habitación en el noveno piso me puso rápidamente a ordenar todo y a meter mis cosas en la maleta, dado que ya me tendría que ir pronto hacia el aeropuerto.

Le envié un mensaje a Hùng para pedirle que me pasara a buscar, y otro a Bảo para pedirle que bajara al primer piso con las niñas así me podía despedir. Desgraciadamente me dijo que las niñas no estaban disponibles, así que ya no las pude ver. Pero sí pude despedirme de Bảo, agradecerle y charlar un rato con él hasta que vino Hùng a buscarme a las 16:30.

Veinte minutos más tarde llegamos al aeropuerto y yo fui al mostrador para hacer el check-in y depósito de equipaje. Hùng me invitó un último cà phê muối, y nos quedamos allí sentados con él, su mujer y sus dos hijos hasta que se hizo la hora en que ellos se tenían que ir a su casa y yo a pasar por seguridad para tomar el avión.

A las 17:45 me senté cerca de la puerta de mi vuelo a esperar a que abriera.

Aeropuerto de Vinh

A las 18:30 mi avión despegó y una hora más tarde aterrizó en Hanói.

Hanói (en vietnamita: Hà Nội) es la capital y la segunda ciudad más poblada de Vietnam. Como indica la traducción literal de su nombre, «dentro del río», parte de la frontera de Hanói está delimitada por los ríos Rojo y Negro. […]

En el siglo XXI, Hanói es el centro cultural, económico y educativo del norte de Vietnam. Como capital del país, Hanoi alberga 78 embajadas extranjeras, el cuartel general del Ejército Popular de Vietnam, su propio sistema de Universidad Nacional de Vietnam y muchos otros órganos gubernamentales. Hanói es también un importante destino turístico, con 18,7 millones de visitantes nacionales e internacionales en 2022. La ciudad alberga la Ciudadela Imperial de Thăng Long (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), el Mausoleo de Ho Chi Minh, el Lago Hoàn Kiếm, el Lago del Oeste y el Parque Nacional de Ba Vì, cerca de las afueras del municipio. La zona urbana de Hanói presenta una amplia gama de estilos arquitectónicos, como la arquitectura colonial francesa, los apartamentos brutalistas típicos de las naciones socialistas y los desordenados callejones-casa-tubo que reflejan el rápido crecimiento de la ciudad en el siglo XX. A principios de la década de 2020, muchos de los servicios urbanos de Hanoi están en plena construcción, como las 8 líneas del metro de Hanoi y numerosas urbanizaciones.

Wikipedia

Desde el aeropuerto de Hanói me tomé un taxi hasta la casa de la señora Đinh, la persona con quien me estaré quedando durante el mes de julio en la capital de Vietnam.

A las 21:00 llegué a la casa de la señora Đinh, quien me mostró mi habitación y me ofreció tomar una ducha mientras ella me preparaba algo para cenar.

Sopa de fideos que me dio la señora Đinh como cena

Estaba cansado del viaje —y triste después de tantas despedidas— así que no tardé mucho en irme a dormir después de la cena.

Ame,
Kato