Kara Ema:
Finalmente se cortó la racha de días soleados en la capital de Costa del Sol. Ayer estuvo bastante nublado y ventoso, con ráfagas de vientos sobrepasando los 40 kilómetros por hora. Y hoy también está algo encapotado y con precipitaciones previstas. No creo que salga a ningún sitio hoy, salvo quizás al supermercado.
Ayer salí del hotel a las 14:30 y me dirigí directo a la Alcazaba de Málaga.
La alcazaba de Málaga (del árabe al-qaṣbah, قصبة, al qasbah, ‘ciudadela’) es una fortificación palaciega de la época islámica, construida sobre una anterior fortificación de origen fenicio-púnico. Se encuentra en las faldas del monte Gibralfaro, en una posición elevada pero contigua y unida al centro histórico de la ciudad, lo que constituía la antigua madina de Mālaqa, y en cuya cumbre se halla el Castillo de Gibralfaro.
Wikipedia
Luego de recorrerme toda la alcazaba, tomé el camino principal que conducía al Castillo de Gibralfaro, estratégicamente ubicado en el punto más alto del monte. Lo más interesante del castillo, más que el castillo en sí —que de él quedaba poco más que sus muros—, eran las impresionantes vistas panorámicas que podías obtener de toda la ciudad.
En el polvorín han colocado un centro de interpretación donde se exponen diversos artefactos utilizados en las épocas de auge del castillo, y una maqueta de la Málaga musulmana.
Se conoce popularmente como biznaga al ramillete de jazmines en forma de bola de laboriosa elaboración que en verano se suelen vender por las calles de Málaga. […] La biznaga es, junto con el cenachero y el boquerón, uno de los símbolos populares de la capital de la Costa del Sol. […]
Wikipedia
A las 17:30, habiendo ya terminado con mis paseos por la alcazaba y el castillo, me fui de tapas a Casa Lola para recargar un poco de energía. Esta taberna me la recomendó la guía con la que hice la visita guiada la otra vuelta —por eso es clave hacer esto el primer día que llegas a una ciudad que no conoces. Casa Mira también la he descubierto gracias a ella, y aún me queda una “Casa” más por visitar de todas las que mencionó y que he ido apuntando en mi itinerario.
Me pedí las siguientes cinco tapas:
- Patatas bravas (infaltables)
- Ensaladilla rusa
- Mini kebab de pollo
- Chupadedos (setas, queso cheddar, jamón ibérico, langostino y alioli)
- Lolita (queso Philadelphia con jamón ibérico)
Todo delicioso como siempre.
A las 18:30 estaba caminando por las calles del centro histórico, tratando de decidir que haría a continuación —las opciones eran ir a la playa a pasar la hora azul o volver al hotel y dejar lo de la playa nocturna para otro día—, cuando de repente doblo una esquina y me encuentro con una muchedumbre enorme que ocupaba casi todos los espacios libres de la calle, salvo por un pasillo central por el que estaba pasando una procesión, integrada por una formación de personas portando cirios, cruces, instrumentos musicales, inciensos e imágenes religiosas.
Al principio no le di demasiada importancia y tras hacerles un par de fotos continué caminando como si nada. Al cabo de un par de cuadras empecé a escuchar una orquesta sonando cerca. Intenté seguir el sonido para ver de dónde venía. Resulta que era otra procesión distinta que estaba pasando por ahí también, yendo para otro lado. Ahí fue cuando me dispuse seguirla e investigar un poco para ver de qué iba toda esta jorana.
Al parecer eran unas dieciséis procesiones en total —cada una de una cofradía distinta perteneciente a distintas iglesias—, que partieron todas desde la Catedral de Málaga a las 18:00 y se dirigían a sus respectivas iglesias para llevar de regreso una imagen que le habían prestado a la Catedral para una exposición.
Me habré topado con unas dos o tres procesiones distintas hasta finalmente decidirme por quedarme siguiendo una sola de ellas hasta su eventual llegada a la parroquia local. La verdad es que no todos los días se pueden apreciar cosas así; una formación enorme de gente vestida de lujo, tocando música emocionante de orquesta, ondeando cirios, inciensos y hasta figuras religiosas de tamaño natural, cortejados por la policía que iba cortando las calles para darles paso.
Me pareció súper bonito. Por eso es que decidí acompañar a la procesión que empecé a seguir desde la Plaza de la Constitución, hasta el final de la marcha, para ver cómo se desenlazaba. Además, después de todo era como un concierto musical gratuito.
Finalmente —a las 21:30, tras tres horas de marcha—, llegamos a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, destino final de esta procesión que vine siguiendo desde el centro.
Gracias a una de las monaguillas (o como se llamen) que me obsequió una estampilla (o como se llamen), pude descubrir el nombre de esta cofradía. El anverso era una imagen de Jesús con una corona de espinas y una terrible cara de sufrimiento, mientras que el reverso rezaba:
Cofradía de la Misericordia
Nuestro Padre
Jesús de la
Misericordia
Para mi fortuna, la iglesia a la que llegamos quedaba a solo dos cuadras de mi hotel, así que les conferí un último aplauso sentido a los cofrades y di por concluido mi día.
Ame,
Kato
Que buen día!! Muy bueno el video! La orquesta sonaba excelente! Abrazo grande Kato!
Cuando vengas acá podes hacer la peregrinación a Luján! Ya tenés cancha cin las procesiones y las caminatas!! Son 60 k 😉