Kara Ema:
ສະບາຍດີ! (sabaidi; hola)
El lunes me desperté con los gallos cacareando a las 5:30, pero no me levanté hasta las 8:00.
Cuando se levantó Lorenzo dijo que necesitaba un café —la familia no nos provee de desayuno o café—, así que ambos decidimos ir juntos a caminar hasta encontrar alguna tienda de café.
A las 10:00 nos sentamos a tomar un capuchino caliente en una cafetería a unos 300 o 500 metros de la casa.
Charlamos un rato de la vida mientras disfrutábamos de nuestros cafés.
A las 11:30 volvimos a la escuela. Jugamos un rato con los hijos de Steven, Sophie y Samuel, mientras terminaban de preparar el almuerzo.
A las 12:15 nos sentamos a almorzar, la familia en una mesa y los voluntarios y trabajadores en otra.
Algo curioso que noté de la forma en que comen los laosianos es que cogen la comida de los platos compartidos con las manos o con los palillos de la parte que se ponen en la boca, a diferencia de los vietnamitas que recuerdo que eran muy cuidadosos con eso y siempre daban vuelta los palillos para agarrar la comida de los platos compartidos. También el arroz pegajoso lo cogían directamente con la mano, y la sopa esa que ves en la última foto la tomábamos todos poniendo nuestras cucharas en el mismo bol.
El arroz glutinoso (también denominado arroz pegajoso, arroz dulce, arroz cerulento, arroz botan, arroz mochi y arroz de perlas) es un tipo de arroz de grano corto que se vuelve pegajoso cuando se cocina. Se denomina glutinoso por lo pegajoso que es y no porque contenga gluten. No debe confundirse con otros arroces asiáticos que poseen este efecto pegajoso; el arroz glutinoso es más pegajoso que estos arroces.
El arroz glutinoso es el tipo de arroz que se cultiva en Laos. Se usa en la gastronomía de Tailandia y en algunas partes de China, y se emplea en diferentes recetas a través del Sureste Asiático, así como en Asia Oriental. Se estima que el 85% de la producción de arroz en Laos es arroz glutinoso.
Wikipedia
A las 15:00 fuimos a las aulas para limpiarlas y preparar todo para la clase.
El tema era así. De 16:30 a 17:30 había tres clases al mismo tiempo: de 12-13 años, de 9-11 años y de 7-8 años. Estas eran las clases de niños. Luego, de 18:00 a 20:00 tenían lugar las clases de adultos (de 14 años en adelante).
Los profesores de cada clase iban rotando cada día. El lunes a mí me tocó la clase de los de 12-13 años y a Lorenzo la de los de 9-11 años. También teníamos un asistente laosiano que nos ayudaba tanto a nosotros como a los alumnos para traducir algunas cosas que no entendían en inglés.
A las 16:00 ya habían empezado a llegar algunos estudiantes.
Mi clase arrancó conmigo presentándome a los estudiantes, seguido por una ronda de preguntas. Luego les hice practicar un diálogo el cual tenían que leer (una persona era A, otra B, otra C y pasaban al frente).
Cuando terminó la clase vi cómo algunos de los estudiantes esperaban a que los pasaran a buscar, mientras otros se subían a sus motos y se volvían a sus casas por su cuenta.
En el tiempo que había entre que terminó la clase de niños y arrancó la de adultos, apareció Sophie y propuso jugar a la mancha. Así que estuvimos correteando enfrente de las aulas jugando a perseguirnos por un rato hasta que nos cansamos.
Algunos de los niños pidieron hacerse fotos conmigo o con Lorenzo (o con ambos). Yo aproveché para pedirles también una foto con mi teléfono. Por cierto, casi todos tenían su propio teléfono y obviamente lo usaban para jugar juegos y ver TikTok.
A las 18:00 arrancó la clase de adultos.
Fue similar a la de niños: presentaciones y práctica de conversación.
Poco después de que terminó la clase nos llamaron a cenar.
Después de cenar no tardamos mucho en ir a ducharnos y a la cama. Todo el mundo aquí se va a dormir temprano y se levanta temprano, así que yo estoy tratando de llevar el mismo ritmo.
El martes a las 10:00 salimos a caminar con Lorenzo. Fuimos hasta un templo llamado Vat Oudom, que quedaba a unos 4 kilómetros de la escuela.
A las 12:00 volvimos a la casa, pensando que ya estaría la comida lista pero no lo estuvo hasta una hora después.
Después de almorzar nos pusimos a jugar un rato con Sophie y Samuel. Jugamos a las escondidas, a perseguirnos, cosquillas y demás. También charlamos un poco y Sophie nos enseñó algunas palabras en idioma lao.
Sophie también participaba de las clases de inglés, en el grupo de los de 7-8 años. Me dijo que quería que yo fuese su profesor aquel día. Al rato apareció Steven y me dijo que el martes me tocaría con los de 7-8 años. Sophie estaba contenta y yo también.
Mi asistente en esta clase fue una chica de 15 años que iba también a la clase de adultos. En un momento me hizo pasar lista, lo cual me costó un poco con la pronunciación de los nombres, pero me gustó porque los niños levantaban la mano y sonreían con entusiasmo cuando yo mencionaba sus nombres.
La forma en que dimos la clase fue la siguiente. Yo escribí en el pizarrón frases simples como «This is a door», «These are windows», «This is the floor of the room», luego mi asistente escribió las traducciones en lao de cada una de las frases, luego yo les hice repetir las frases a los niños un par de veces. Los últimos veinte minutos de la clase les hicimos jugar al ahorcado.
Como puedes ver en la último foto, a algunos de los niños los venían a buscar en moto mientras que a otros en coche. Según me contaron, el gobierno laosiano no pone impuestos a los coches con lo cual son baratos de comprar aquí, por eso varias familias tienen coche en lugar de moto. Esto es distinto de lo que pasaba en el pueblo rural de Cambodia donde hice voluntariado: allí era raro ver coches; ni siquiera el dueño de la escuela tenía uno.
A las 18:00 me tocó enseñar gramática a los adultos: simple past.
En un momento mi asistente dijo que hiciéramos un intervalo de 10 minutos. Durante el intervalo me senté al lado de una de las estudiantes y me puse a charlar con ella un rato. Me preguntó si tenía WhatsApp y me ofreció intercambiar números con ella. Nos hicimos una selfi con mi teléfono y luego se la envié por WhatsApp para que ella también la tuviese. Su nivel de inglés no era muy bueno, así que a veces teníamos que usar el traductor automático para poder comunicarnos.
Sophie presenció la clase de adultos que yo di también, al menos la primera parte. En un momento se fue y a los cinco minutos volvió vestida con un pijama supertierno.
Después de clase cenamos y nos fuimos a dormir.
El miércoles me levanté a las 8:00. Me llevé el ordenador a la mesa del comedor (en el jardín), y me puse allí un rato a escribirte, entre otras cosas.
Lorenzo se quedó todo el día en la cama dado que había cogido una infección en el ojo. No salió para almorzar ni para enseñar las clases. Solo para cenar.
A las 11:00 decidí que tenía ganas de salir a caminar un rato. Cogí la billetera y fui hasta el supermercado a comprarme unos snacks. Uno de los perros de la casa me acompañó la mayor parte del trayecto.
No me gustaba que no estuviesen los precios marcados en los productos. Generalmente cuando sucede así no compro nada y busco otro sitio que sí tenga los precios dado que no me gusta ir a la caja sin saber de antemano cuánto voy a tener que pagar, pero esta vez elegí sorprenderme. Los tres snacks que compré (galletas y chocolates) me costaron ₭135k (~US$6).
Cuando llegué del supermercado Sophie había vuelto de la escuela, así que me puse a jugar y a charlar con ella. Estuvimos jugando al Uno hasta que se hizo la hora de comer.
A las 12:30 almorcé.
A las 15:00 pasadas me fui a las aulas para limpiarlas antes de que comenzaran las clases. Mientras hacía esto apareció Sophie. Le pregunté si podía ver su cuaderno, a lo que primero me dijo que no pero al final me terminó dejando. En el margen de una de las hojas noté que estaba escrito mi nombre, seguido de una carita feliz, un corazón y el nombre de Sophie.
A las 16:00 empezaron a llegar los alumnos. Esta vez me tocaba la clase de los de 12-13 años, es decir la misma que me había tocado el primer día.
La clase consistió en animales. Escribí diez animales de un lado del pizarrón (tiger, lion, monkey, bird, elephant, etc.), y diez calificativos del otro lado (big, small, dangerous, stripes, spots, etc.). Luego les pedí a los alumnos que fueran pasando al frente para unir con flechas los calificativos que aplicaban para cada animal.
La segunda mitad de la clase jugamos al ahorcado.
Tan pronto como se hicieron las 17:30, apareció Sophie en mi clase reclamándome que terminara de darla para ir a jugar con ella a la mancha. Le dije que esperara un minuto dado que todavía había una chica pasando al frente y haciendo su palabra en el ahorcado. Cuando terminó, dejé libres a los niños y me fui a perseguir a Sophie.
A las 18:00 tuve la clase de adultos. Esta vez me tocó una nueva que no había tenido nunca, así que lo primero que hice fue presentarme. Lo que me pidió Steven que hiciera fue un repaso de los readings (lecturas) de anteriores clases, y un nuevo reading de la clase actual incluyendo los ejercicios.
Cuando terminó la clase fui a ver cómo estaba Lorenzo. Parecía estar un poco mejor, al menos lo suficiente como para levantarse a cenar.
Después de cenar nos fuimos a la cama.
Ame,
Kato