Kara Ema:
El miércoles me levanté a las 6:30 y desayuné con mis amigos bajao, Aziz y Darya.

Después de desayunar fui con Aziz a hacer una caminata matutina por el parque de conservación de manglares.




Cerca de las 8:00 volvimos a la aldea.

Mientras pasaba por al lado de la gente, les sonreía y les decía ahap subu («buenos días» en bajao). Es que mis amigos me habían estado enseñando su idioma la noche anterior. Estas son algunas de las palabras y frases que me enseñaron:
Bajao (Sinama) | Castellano |
---|---|
onde | niño, bebé |
subul | hombre |
bujan | mujer |
renda | niña |
lella | niño varón |
ahaplela | apuesto (literalmente, «buen corazón») |
ahapdenda | guapo/a (literalmente, «cara bonita») |
luma | casa |
kanakan | comida |
atuli | dormir |
ahap subu | buenos días |
ahap luntad | buenas tardes |
ahap sangop | buenas noches |
kapi | café |
kusing | gato |
kalasahan ta kaw | te amo |
day na kam ala an | vamos / vámonos |
bohe | agua |
sin | dinero |
amandi | bañarse |
bangka | bote |
aho | sí |
mmbal | no |
magsukul | gracias |
kamayaka | cuídate |
pahalika | descansar |
Casi todas las casas tenían un tablón de madera en la parte de abajo, el cual usaban para diferentes cosas como lavar la ropa, dejar que los niños jueguen, juntarse con amigos a tomar alcohol o a hacer stand-by.



Esta era la casa de una chica de 19 años que se había casado cuando tenía 13 con un chico de 15. Actualmente estaban separados, con lo cual la chica estaba criando a sus dos hijas (de 6 y 2 años) con la ayuda de sus padres.
Cada tanto nos cruzábamos con un tío o un primo de Aziz. Como todas las familias tenían un montón de hijos, eso significaba que todos los habitantes de la aldea tendrían también muchísimos primos y tíos.
En este punto le dije a Aziz que iría a hacer una recorrida por la comunidad yo solo y luego volvería a juntarme con él. En el paseo me encontré con:













A las 10:30 me junté con Aziz y fuimos a ver a Darya, que había ido a visitar a su abuela a Wawa, otro poblado bajao contiguo a la comunidad de Malitam.

Darya había nacido en Wawa y Aziz en Malitam. Se conocieron por internet (Facebook) y quedaron en juntarse. El resto es historia.










A las 12:00 me bañé en el cuarto de retrete de Aziz. Como no tenía otra ropa para cambiarme, Aziz me prestó ropa suya y luego su mujer me lavó la mía a mano. También me prestaron jabón y shampoo.
A las 12:30 salimos con Aziz, Darya y su hijo en su triciclo. Íbamos a hacer una salida a SM Mall, y yo les había dicho que les invitaría el almuerzo allí, a modo de devolverles un poco todo lo que me habían dado con su hospitalidad.
Antes de salir de Malitam pasamos por la escuela primaria y la escuela secundaria de Malitam.


Ambas eran escuelas públicas y aquí es donde venían a estudiar los niños de la comunidad bajao.
Mientras Aziz limpiaba su triciclo yo aproveché para entrar unos minutos al colegio secundario. Estaban haciendo la Brigada Eskwela, es decir, todos los preparativos antes de comenzar la nueva jornada escolar. Había varios profesores y un par de estudiantes. Hablé con una de las alumnas por un rato.

A las 13:15 llegamos al centro comercial.


Les pregunté a mis amigos donde querían comer y me dijeron Jollibee, así que fuimos allí y pedí tres menús Chickenjoy (₱456; ~7€).

En el mall había una zona de juegos para niños. Le ofrecí a Darya invitarla a ella y a su hijo a jugar media hora (₱220; ~3€). Darya gritaba cada vez que se deslizaba por el tobogán; parecía estar divirtiéndose más que su hijo.

También les invité un helado. Al principio íbamos a ir a un Dairy Queen, pero cuando mis amigos vieron los precios (80-100 pesos cada helado) me dijeron que querían ir a otro sitio, a pesar de que el que pagaría sería yo. Pronto nos topamos con otra heladería más barata (40 pesos cada helado), así que aquí sí me dejaron comprarles.

Originalmente el plan iba a ser ir al centro comercial con ellos y luego a la estación de autobuses para ya volver a Manila, pero mis amigos me dijeron que querían que me quedase un día más, así que acepté.
A las 15:00 emprendimos el regreso a la aldea. Les pedí que si la escuela primaria aún seguía abierta, quería parar allí unos minutos para hablar con los profes.
Me mostraron un aula y me contaron algunas cosas de cómo funcionaba todo.


A las 15:45 llegamos a casa. Pronto salí de vuelta con Aziz a caminar por el pueblo.




Me encanta ver a las niñas sin nada arriba, al igual que los varones. Siempre me pareció muy bizarro las culturas que hacen vestir a las niñas con tops o camisetas para cubrirles las tetillas, a una edad en que todavía son completamente planas. Si lucen exactamente igual que los varones, ¿por qué los varones pueden andar con el pecho descubierto y las niñas no? ¿A dónde está la lógica?
Imagínate el siguiente experimento social. Dos hermanas mellizas de ocho años van a una piscina pública. Una tiene el pelo corto (Ana) y la otra largo (Bea). Ana entra al área de la piscina sin llevar nada en la parte superior. Diez minutos más tarde entra Bea, también con el pecho descubierto. Apuesto diez mil pesos filipinos a que en muchos países le llamarían la atención a Bea pero no a Ana.
Le pedí a ChatGPT que me generara una lista de los países donde Bea casi seguro recibiría una sanción o reproche, y los países donde no habría problema:
- Posible sanción: Estados Unidos, México, Filipinas, Francia, España, Vietnam, Tailandia, India.
- Aceptación social: Suecia, Alemania, Islandia, Finlandia, Países Bajos, Suiza, Estonia, Noruega.
También me dijo que en entornos más urbanos la reprobación es más probable que en entornos rurales, lo cual concuerda con lo que he observado en mis viajes.





A las 17:30 salimos Aziz y yo en su triciclo hacia el centro de la ciudad.

Le invité un té de tapioca en Mixue (₱150; ~2€), el cual fuimos a tomarlo a la Plaza Mabini.

En el mercado finalmente conseguí unas nuevas Crocs (o Clocs, dado que eran una imitación china barata) por ₱250 (~4€). Desde que en Nepal se me habían roto mis anteriores chinelas —como las llaman los filipinos— que estaba usando nada más que mis zapatillas. Cuando vio que las quería de color blanco, Aziz me miró en plan «¿Estás seguro de que las vas a llevar de ese color?». Era evidente que él consideraba que el blanco era un color de niña, con lo que yo estaba en pleno desacuerdo.
Lo último que hicimos antes de volver al pueblo fue comprar la cena: medio pollo en Andok’s (₱200; ~3€). Francamente pensé que lo iba a pagar él dado que yo ya le había estado invitando bastantes cosas a lo largo de la jornada, pero me pidió que lo pagase yo. Aun así no me molestó después de todo lo que él estaba haciendo por mí al dejarme quedarme en su aldea gratis por dos noches (anteriormente he llegado a pagar como 300 dólares para visitar una tribu indígena en otros países y quedarme a dormir una sola noche).
A las 19:30 llegamos a casa y salimos al gimnasio de Wawa, donde aquella noche se celebraría un partido de baloncesto entre el equipo de los bajao y un equipo de tagalo.



Terminó yendo a prórroga dado que el último cuarto acabaron los dos equipos empatados. Mismo durante el tiempo suplementario no paraban de empatarse, hasta que al final los tagalo tomaron ventaja y ganaron por dos puntos. Aun así pienso que ambos equipos se desempeñaron loablemente; tanto es así que sentía que estaba presenciando un partido de nivel profesional.
A las 21:30 nos volvimos a la aldea todos juntos.

A las 22:00 cenamos el pollo que compré yo más un arroz que cocinó Darya.

Dado que era mi última noche en la comunidad, después de comer le dije a Aziz que quería salir a dar una vuelta yo solo. Fui hasta el malecón, observé unos minutos las casas desde allí, escuché el sonido del silencio y la tranquilidad, y finalmente me volví para la casa.


Pasadas las 23:00 me dormí.
Ame,
Kato
Jajajja como festejaban los chicos entrando a la cancha y al toque se volvian corriendo atras de la linea