Visita al pueblo de Wawa y juego con los niños bajao

Kara Ema:

El jueves me desperté a las 7:00 pasadas y me encontré con que Darya y Aziz ya se habían levantado.

Solo quedaba el bb

Me levanté y me encontré con Darya en el comedor/terraza. Le dije que era ahapdenda (guapa) y le tomé una foto.

Darya en el comedor de su casa

Aziz había ido a comprar unas cosas para desayunar. Cuando volvió desayunamos café con donas y galletas.

La noche anterior cuando fuimos al gimnasio de Wawa tardamos como 10-15 minutos a pie desde Malitam, pasando por un montón de pasadizos en plan laberinto. Ahí fue cuando me di cuenta de que había toda una parte que yo aún no conocía bien, así que le dije a Aziz que quería volver aquí al día siguiente para recorrer cuando fuese de día.

A las 8:00 salimos con Aziz para dar un paseo matutino por Wawa.

Yendo a Wawa
Iglesia en Wawa
Es muy fuerte para mí que miércoles se diga miyerkules y jueves sea huwebes

Había un lugar en particular que quería visitar en Wawa: la escuela primaria.

Escuela primaria de Wawa
Valores de la escuela: Maka-Diyos (centrado en Dios), Maka-Tao (centrado en las personas), Makakalikasan (consciente del medio ambiente), Makabansa (nacionalista).

Lo del humanitarianismo y el ecologismo te lo compro, pero lo de la religión y el patriotismo no, dado que son las dos principales razones por las que existen guerras.

Aquí también estaban haciendo la Brigada Eskwela, es decir que había maestros preparando las aulas y padres viniendo a inscribir a sus hijos.

Uno de los cuatro edificios que conformaban la escuela
Escenario y patio
Aula de jardín
Aulas de primaria
Afiche de Brigada Eskwela 2025 (año escolar 2025-2026)

A las 8:30 salimos a dar una vuelta.

Botes
Pasadizos angostos entre casas
Pasarela de cemento junto al río
Casa construida sobre el río
Niños en una estructura de madera para hacer stand-by sobre el río
Tres lolis jugando en el porche de su casa

Cuando estábamos caminando por la pasarela ribereña, tres niños nos empezaron a seguir. Nos siguieron siguiendo hasta que llegamos a la escuela de vuelta.

En el colegio conocí a una maestra bajao que enseñaba primer grado. Resulta que desde jardín hasta tercer grado los bajao aprenden en clases separadas de los tagalo, mientras que a partir de cuarto grado están todos juntos en la misma clase.

Material que emplean para enseñar a los niños tanto tagalo como bajao (gallang y duyung es idioma bajao, mientras que pulseras y sirena, si bien parece castellano, es tagalo).
Lista de palabras los tres idiomas usados en esta escuela: tagalo, sinama (bajao) e inglés.

Me acabo de dar cuenta de algo: si te fijas abajo y en la columna del medio de esa lista de palabras, verás que una pone «milikan». Esta es la palabra que los niños bajao de Dávao estaban gritando cuando me vieron. Pensaba que significaba americano pero al parecer significa «extranjero». De todas formas apostaría a que etimológicamente viene de americano, dado que suena muy similar.

Comida, danza, casa, boda y vestimenta tradicionales de los bajao.
Esto me pareció curioso: al parecer clasifican a los niños y las niñas según cuán bien pueden leer y cuánto están comiendo, y luego hacen estadísticas.
Esquina IPED (Indigenous People EDucation; Educación de personas indígenas).
Esta niña tenía el pelo y los ojos marrones, lo cual me llamó la atención dado que en Asia casi todos tienen el pelo y ojos negros. Ahapdenda.

A las 10:00 pasé al despacho de la directora del colegio, quien me invitó a sentarme en su sofá y me ofreció un café mientras charlábamos. Me contó que hay alrededor de 200 estudiantes bajao en su escuela, y que si bien en general no hay inconvenientes con ellos ni con los padres, los problemas que surgen ocasionalmente tienen que ver con el abandono escolar y el matrimonio precoz («early marriage»).

Me pareció un poco etnocentrista de su parte llamarlo matrimonio precoz, considerando que los bajao —al igual que los gitanos en Europa y muchas otras comunidades indígenas— vienen casándose a los 12-14 años desde hace siglos; mucho antes de que el Occidente inventara el concepto de adolescencia.

Niños ayudando a limpiar la escuela
Más niños

A las 10:30 nos volvimos hacia Malitam.

Niña en su casa ayudando con la ropa

Cuando llegamos a la casa Aziz me dio de comer unos fideos que había comprado en una tienda cerca de la escuela.

Almuerzo de fideos en lo de Aziz

Dado que era mi último día con los bajao, no había tiempo que perder: tan pronto como terminé de comer le dije a mis amigos que saldría yo solo a dar una vuelta por el pueblo y a jugar con los niños.

Un hombre tomando vodka (al parecer es la bebida alcohólica de preferencia de los bajao).
Jugando con los niños

Como no me podía comunicar con los niños bajao dado que no hablaban bien inglés, mi interacción con ellos consistía casi siempre en que yo los tenía que perseguir y ellos escaparse. Funcionaba bastante bien puesto que muchos eran tímidos y se alejaban de mí naturalmente, pero también se reían cuando yo salía corriendo tras ellos; me seguían el juego corriendo también y escondiéndose detrás de las casas. Se notaba que les gustaba y lo estaban pasando igual de bien que yo.

Muchos niños
Una niña pequeña que tenía un párpado hinchado y lastimado. La levanté en mis brazos por un rato.
Niños trepando la pared de piedra del malecón
Niños yendo a los botes

Decenas de niños haciendo lo que querían y ni un adulto supervisándolos… No lo podía creer. Me encantaba estar allí y poder jugar con ellos.

Niños bañándose en el agua del río
Se trepaban a las ramas del árbol y se lanzaban al río desde allí
Adoro cuando me hacen caras como estas cuando les apunto la cámara hacia ellos
Niños jugando a «la china» (the Chinese) con la soga.
Niña jugando a arrastrar un carrito de juguete

A las 13:00 Aziz me ofreció una sopa de algas.

Sopa de algas

Luego me llevó con su triciclo hasta la terminal de autobuses.

Aziz y Darya en el triciclo

A las 14:00 pasadas llegamos a la terminal y los despedí con un abrazo a cada uno. Mi estadía en esta comunidad bajao fue brillantemente memorable más que nada gracias a la gentileza de ellos dos. Algún día sé que Aziz se convertirá en un excelente líder de la tribu.

Montaje del último día con los bajao

A las 16:00 ya estaba de vuelta en Manila.

Iba caminando hacia mi hotel por la Avenida Arellano cuando me crucé con un grupo de niños jugando al vóley y tocando el tambor en la calle.

Niños jugando al vóley en el medio de la avenida (Filipinas nunca cambies ♥)
Niños tocando el tambor en el medio de la calle
Niños posando

Después de charlar un rato con ellos y jugar un poco al vóley, me intenté despedir para ir a mi hotel pero una quincena de niños me empezó a seguir. Algunos de ellos eran buenos y me intentaban proteger, diciéndome cosas como «ponte la mochila adelante», «ten cuidado con tu teléfono» y «no vayas hasta tu casa porque te van a seguir hasta ahí». Otros eran un poco efusivos, abrazándome y saltándome encima.

El grupo de niños buenos me sugirieron ir a la policía para hacer que los otros me dejasen de seguir, pero la comisaría estaba cerrada, así que en su lugar fuimos al barangay hall (algo así como el ayuntamiento). Yo entré y cerré la puerta; los niños se quedaron afuera pero yo los podía seguir viendo desde la cámara que tenían en el hall.

Los quince niños que me siguieron hasta el barangay hall

El jefe del barangay salió a decirles que se fueran a lavar la ropa (literalmente eso dijo). Al cabo de un par de minutos, los niños efusivos se fueron y solo quedaron los buenos.

Una mujer del barangay hall me preguntó si necesitaba que alguien me acompañara hasta mi casa. Le respondí que gracias pero que no hacía falta, dado que los niños que quedaban eran solo los buenos.

Salí del edificio gubernamental y los niños buenos me preguntaron si estaba bien. Me pidieron disculpas por sus amigos desaforados y se ofrecieron acompañarme hasta mi Airbnb. Cuando llegamos a la puerta nos despedimos.

Los niños buenos acompañándome por las calles del barrio San Andrés

A las 17:30 llegué a casa.

Ame,
Kato