Mi primera visita a París – Día 3

Kara Ema:

El programa de mi tercer día —viernes 20 de agosto— era simple: Disneyland Paris. Para visitarlo seguí las siguientes estrategias:

  • Como quería hacer los dos parques, lo mejor era quedarme dos días para hacerlos un día cada uno. Y como los parques quedaban a una hora de viaje desde el centro de París, lo mejor era quedarme a dormir en uno de los hoteles de Disney.
  • En vez de hacer las comidas habituales a las horas habituales (i.e. desayuno, almuerzo, merienda y cena), decidí simplemente parar en los puestos de comida para comprar tentempiés sencillos cada tres o cuatro horas cada vez que me agarrara hambre.
  • La mochila preferí dejarla en el hotel para no tener que estar cargando con ella todo el día y para poder entrar en las atracciones más fácilmente. En lugar de ella simplemente fui con una riñonera donde metí la tarjeta de entrada al parque y al hotel, la tarjeta de débito, mi móvil y una batería externa para cargarlo.
  • La idea era ir lo más temprano posible, hacer las atracciones primero para asegurarme de llegar a hacer todas las que quería, y luego si me sobraba tiempo antes del cierre recorrer las tiendas para ver si encontraba algo interesante para comprarme o para regalar.
  • Las atracciones las fui haciendo sin ningún orden en particular, a medida que me iba topando con ellas, y sin darle mucha importancia al tiempo de espera, que variaba entre los veinte y los cincuenta minutos.
  • Para orientarme bien y encontrar las cosas que quería hacer me serví del mapa virtual que estaba en la aplicación oficial del parque, donde también se podía ver cuáles eran las atracciones que estaban abiertas y cuánto tiempo de espera había para cada una.

Algunas cosas interesantes que noté que cambiaron a causa del coronavirus con respecto a como eran los parques en la prepandemia:

  • Las filas de single riders —personas que van solas a las atracciones; esta fila normalmente solía ir mucho más rápido que la común— no estaba habilitada en ninguna atracción, así que lamentablemente no pude sacarle ningún provecho y tuve que ponerme en la única fila que había.
  • A los single riders ahora los ponen solos sin ninguna persona sentada al lado en las atracciones. Mismo en las que son como salas de cines que antes decían «por favor desplazarse hasta el extremo de la fila y ocupar todos los asientos»; ahora siguen pasando la misma grabación de audio que dice eso pero en la práctica se dejan un montón de asientos libres entre familia y familia.
  • Todos los bebederos del parque estaban fuera de servicio.
  • En las filas de las atracciones pusieron en el piso un afiche cada metro que dice algo como «por favor no pararse aquí — respetar las distancias».
  • Para entrar al parque te hacen mostrar el pasaporte sanitario, certificando que estás vacunado con el esquema completo o bien que te hiciste una prueba PCR en los últimos dos días y te dio negativo.
  • Tuvieron que adaptar algunas atracciones para que la gente pudiera pararse tomando mayores distancias de los otros. Por ejemplo en esta foto de la sala de espera para entrar al ascensor, se puede apreciar en el piso unos indicadores de metal que era donde te hacían parar en la prepandemia (súper pegados unos del otro), y unos indicadores nuevos con cinta y papel que los pusieron mucho más espaciados y es donde te hacen parar ahora:

Otra cosa que noté es que el Fast Pass —que te permitía reservar un lugar en la fila para una atracción antes de llegar para esperar menos— no existe más; fue reemplazado por el Disney Premier Access, que es básicamente lo mismo que lo que era el Fast Pass solo que ahora es un servicio pago. 😒

El parque abría a las 9:30 y yo entré a las 9:50. De más está decir que ya estaba repleto de gente.

En la entrada del parque me encontré con los personajes principales de Disney bailando al ritmo de la canción Brand New Day. En mi opinión, una de las cosas que hacen que visitar un parque de Disney sea una experiencia mágica es la música, los bailes, los desfiles, los distintos personajes apareciendo de la nada por las calles y saludando a todo el mundo. Me hizo acordar al famoso desfile eléctrico que hacían antes, con la musiquita esa hiper pegadiza que me encanta.

La primera atracción a la que me subí fue Hyperspace Mountain, una montaña rusa interna ambientada en Star Wars. Por suerte no tuve que esperar mucho (veinte minutos), y encima me tocó ir en el primer asiento. Estuvo bastante bien; creo que es una de las atracciones más intensas de los dos parques.

De ahí me fui a Star Tours, un simulador de movimiento gigante con una pantalla donde pasaban una película de lo que la nave supuestamente estaba viendo y con quiénes estaba peleando, mientras el simulador se movía para todos lados en perfecta sincronía con la película, haciéndote creer que estabas realmente dentro de la nave presenciando la batalla galáctica.

Luego pasé por Mickey’s PhilharMagic, un espectáculo en 3D de distintos videos de los personajes de Disney cantando las clásicas canciones, a veces en francés y a veces en inglés. Al principio aparece Lumière cantando C’est la fête, luego Ariel con Part of Your World, Simba con I Just Cant Wait To Be King, y finalmente Aladdín y Jasmín interpretan Ce rêve bleu.

A todo esto ya era mediodía, pero todavía no tenía mucha hambre y aún había muchas atracciones por probar, así que decidí seguir un rato más antes de ir a por mi primer tentempié. Vi que había un laberinto ambientado en Alice au pays des merveilles, que me encanta, así que obviamente entré y me dejé perder en el laberinto (de verdad que hubo un momento en que no encontraba la salida, y fue genial). Después también entré a Peter Pan’s Flight, un paseo por el País de Nunca Jamás.

Luego me fui a la atracción de Pirates of the Caribbean, donde ibas en un barco atravesando distintas escenas con los Audio-Animatronics de los personajes de la saga.

De ahí me fui justo al lado, a Adventure Isle, un simpático paseo por una cueva, una selva, una cascada, una cabaña en un árbol, y un puente colgante.

A las 14:00 finalmente paré para comer algo. Me pedí unos bouchées de poulet (bocados de pollo) con unas papas Lay’s en el Café de la Brousse. A la media hora ya estaba recorriendo atracciones de vuelta, comenzando por Indiana Jones et le Temple du Péril y siguiendo por Big Thunder Mountain, ambas del estilo montaña rusa.

De ahí me fui para la mansión embrujada, Phantom Manor. Luego para Le Pays des Contes de Fées, un paseo en bote por diferentes maquetas miniatura de varios cuentos de hadas clásicos. Luego al Passage Enchanté d’Aladdin.

A las 17:30 hice mi segunda parada para comer. Me pedí un tostado de jamón y queso. Y un par de horas después, a las 19:30, en mi tercera parada gourmand me pedí un helado.

Entre las dos paradas para comer estuve viendo las boutiques. Me compré un par de camisetas para mí, y unos chocolates y unos anillos de fantasía para regalar a las niñas de Charlotte.

A las 20:30 me tomé la navette (autobús) para ir al hotel, a descansar al fin luego de una jornada súper entretenida mas extenuante. Tenía que recuperar fuerzas dado que al día siguiente me tocaba levantarme temprano de vuelta para visitar el otro parque.

Ame,
Kato