Día 5 en Barcelona: Sant Pau, Sagrada Família y segunda tanda de museos

Kara Ema:

Viernes: mi quinto día en la capital catalana. El plan de este día era hacer una segunda tanda de museos y visitar el recinto modernista de Sant Pau y el interior de la imponente basílica de la Sagrada Familia, la obra maestra de Gaudí.

Comencé a las 10:00 por el Recinte Modernista de Sant Pau. Este lugar solía ser un hospital inmenso con una arquitectura espectacular y un montón de pabellones interconectados por túneles subterráneos. Ha sido completamente remodelado y hoy en día funciona como un museo y un centro cultural.

A las 13:00 entré en el primer museo del día: la Fundació Joan Miró, que como su nombre lo delata, exhibe las obras del artista catalán Mirò.

Joan Miró i Ferrà (Barcelona, 20 de abril de 1893-Palma de Mallorca, 25 de diciembre de 1983) fue un pintor, escultor, grabador y ceramista español. En sus obras reflejó su interés en el subconsciente, en lo «infantil» y en la cultura y tradiciones de Cataluña. Aunque se le asocia al arte abstracto por su estilo maduro de formas estilizadas e imaginarias, en su juventud se inició en la figuración, con fuertes influencias fauvistas, cubistas y expresionistas, pasando a una pintura plana con cierto aire naïf. […]

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En otras palabras: el tipo básicamente se ganó fama y fortuna haciendo pinturas abstractas que poco se diferencian de los dibujos toscos e imprecisos de los niños. Una mente maestra.

A las 14:00 ya estaba entrando en el siguiente museo, probablemente el más grande y más importante de Barcelona: el Museu Nacional d’Art de Catalunya. Cuando estaba yendo para este museo pasé por el Estadi Olímpic Lluís Companys, el cual estaba abierto y se podía pasar a ver el estadio por dentro.

Me gustó mucho esta pieza y todo el análisis que está escrito sobre ella en Wikipedia. Transcribo algunas partes aquí:

Los primeros fríos (Els primers freds en catalán) es una escultura monocromática de Miguel Blay Fábregas, de la que hay varias versiones, al menos una tallada en mármol blanco y otra de bronce, que fue expuesta por primera vez en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, en 1892. Con esta obra Blay rompió el lenguaje tradicional realista que se había mantenido en toda la escultura del siglo XIX. La versión de mármol se encuentra en el MNAC de Barcelona mientras que la escultura de bronce está en el Museo Regional de la Garrocha, en Olot.

Descripción

La escultura muestra dos personas, un hombre mayor y una niña, seguramente abuelo y nieta, sentados en un banco de piedra. La niña parece buscar la protección del hombre. En la versión de mármol los personajes aparecen desnudos, hecho que dramatiza más la escena, y contrastan aún más la dureza del cuerpo del hombre con las líneas más suaves de la niña. En cambio, en la versión de bronce, las figuras están vestidas y transmiten más sensación de orgullo y el contraste es más claro en los dos rostros, exageradamente detallado el del anciano y dulcemente difuminado el de la niña.

El hombre tiene barba y mirada de resignación. La espalda curvada, las rodillas juntas y las manos unidas transmiten el frío del tiempo. El gesto de la niña es tierno y lleno de amor, mirando el hombre. Él, en cambio mira el infinito, dónde se encuentra el espectador. Un detalle que muestra lo indefensa que se encuentra la niña y contribuye a expresar ternura el hecho de que los pies no le lleguen al suelo. Las piernas también están muy juntas para protegerse mejor del frío, pero además están en dirección al hombre, como si buscaran su calor.

Simbolismo

El «frío» no es únicamente una baja temperatura en esta escultura, sino que también puede representar los malos tiempos que se avecinan, política y socialmente, y se puede referir al paso del tiempo, a los fríos de la muerte del hombre mayor, respecto a la juventud de la niña. La edad del hombre, la juventud y la vejez, son temas presentes en forma de las dos figuras. El estado de indefensión que muestran puede hacer referencia a un contenido social, de reivindicación de las clases populares, […].

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A las 17:00 me fui para la Sagrada Familia, solo que a diferencia de la vez anterior, esta vez entré a verla por dentro.

A las 18:30 me fui para el último museo de la jornada: el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona.

Ame,
Kato