Kara Ema:
Hoy me levanté a las siete de la mañana con la idea de ir a la playa desde temprano y disfrutar de un bello amanecer. Esa, al menos, era la expectativa. La realidad fue desgraciadamente distinta, culpa de los hostiles nubarrones.
¿Recuerdas que te había contado que hay dos ríos que atraviesan Málaga? Uno es el Guadalmedina, el cual cruzo todos los días para ir al centro. El otro es el Guadalhorce, que queda un poco más alejado, cerca del aeropuerto en dirección oeste. Esta mañana me fui caminando desde la Playa San Andrés hasta la Desembocadora del Guadalhorce, todo por la zona ribereña, pasando por Playa de la Misericordia y Playa de Sacaba. En total habrán sido unos seis o siete kilómetros.
La desembocadura del río Guadalhorce es un paraje natural protegido situado en el término municipal de Málaga, Andalucía (España), con una extensión de 67 ha.
Se trata de un pequeño paraje de antiguas marismas, hoy desaparecidas, al suroeste de la ciudad de Málaga, donde el río Guadalhorce se bifurca en dos brazos, formando un delta aluvial en el que se encuentran algunas pequeñas lagunas artificiales procedentes de la extracción de áridos. […]
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En el camino me topé con toda clase de personas: gente que había salido temprano para sacar a pasear a su mascota, gente probando su suerte con detectores de metales, gente andando en bicicleta, corriendo, y demás. También he notado sobre la arena algunas medusas, estrellas, erizos y conchas de mar. Bueno, de estas últimas no había algunas sino más bien cientas.
Mientras iba paseando por las playas y por la reserva natural de la desembocadora, iba leyendo un documento muy interesante sobre el desarrollo cognitivo en la niñez y la adolescencia. Es que mi hermana está haciendo un máster en profesorado y le he pedido que me pasara algo del material que fuera viendo dado que a mí también me interesaba.
Para cuando había terminado de leer el documento y de dar la vuelta completa a las lagunas de la desembocadura, ya se había hecho mediodía y se me estaba abriendo el apetito, así que decidí regresar al hotel a almorzar ahí. La vuelta la hice también por la playa, aunque con una diferencia: esta vez me saqué el calzado y fui marchando por la orilla para sentir la frescura de las olas acariciando mis pies.
Tras almorzar y ver un capítulo de la serie Versailles, a las 15:00 volví a salir, esta vez hacia el centro, a visitar varios de esos museos que te había contado que normalmente son pagos, a excepción de los domingos por la tarde. Claramente, no he sido el único que ha tenido la brillante idea de visitar estos museos hoy para ahorrarse unos euros, dado que habían largas colas en los accesos a cada uno. Pero por suerte avanzaban rápido y no tuve que esperar demasiado.
El primer museo que visité fue el Museo Picasso Málaga, una de los dos pinacotecas dedicada a este artista; la otra queda en Barcelona y la he visitado también cuando estuve ahí unas semanas atrás.
De ahí me fui al Centre Pompidou Málaga, una sede del célebre e importante Centre Pompidou de Francia (el cual me quedó pendiente visitar cuando estuve en París).
Mi siguiente parada fue el Museo Casa Natal de Picasso, que como su nombre lo señala, es un museo ubicado en lo que solía ser la casa de este pintor, en donde nació y fue criado.
Luego, cuando estaba yendo para el cuarto y último museo que visitaría por hoy, me topé con la iglesia donde bautizaron a Picasso, la Iglesia de Santiago Apóstol, así que decidí entrar a echar un vistazo.
Finalmente pasé por el Museo Carmen Thyssen, que con sus tres plantas es una de las más grandes e importantes pinacotecas malagueñas.
A las 19:00 me volví para el hotel.
Ame,
Kato
Que jornada larga! La otra vez no te lo comente, pero ya que lo dijiste de nuevo, que nombre más largo el de Picasso! Mamma mía!