Excursión a Itálica

Kara Ema:

Hoy me fui en una segunda excursión, de media jornada, a la antigua ciudad romana de Itálica. Salimos con el bus a las diez de la mañana y regresamos a las dos de la tarde.

Itálica fue el primer asentamiento romano en España y la primera ciudad romana fuera de Italia. Fue fundada en el año 206 a.C. […] La cercana ciudad nativa y romana de Hispalis (Sevilla) era y seguiría siendo una ciudad más grande, pero la importancia de Itálica derivaba de su ilustre origen y del hecho de que estaba lo suficientemente cerca del Guadalquivir como para controlar la zona.

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Primero fuimos a ver el anfiteatro, que es donde los gladiadores luchaban contra fieras. La guía nos contó que estos generalmente no morían, sino que todo era parte de un espectáculo en el cual el público podía hacer apuestas. Los que sí muchas veces dejaban la vida en la arena eran los esclavos y los condenados a muerte. La diferencia entre estos era que a los últimos se los dejaba maniatados en la arena con la bestia salvaje, cosa de que sus chances de salir con vida de allí fueran nulas. Otra cosa que se solía hacer eran las naumaquias: inundaban el anfiteatro con agua y metían barcos para hacer batallas navales.

Con una capacidad de 25.000 espectadores, era uno de los mayores anfiteatros del imperio con tres niveles de graderío. Bajo el nivel del antiguo suelo de madera del anfiteatro hay un foso de servicio para los diferentes espectáculos de gladiadores y fieras.

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Una cosa interesante es que en este lugar se rodaron algunas escenas de la serie Game of Thrones.

La ciudad de Itálica, y, en especial, el anfiteatro romano, recrean las ruinas de Pozo Dragón (Dragonpit), un lugar situado en Desembarco del Rey (King’s Landing), en el que los Targaryen mantuvieron en cautividad a sus dragones, que fueron consumiéndose poco a poco a causa de este encierro hasta su desaparición.

Itálica Sevilla

Luego de haber visto el anfiteatro, que quedaba en las afueras de la ciudad, fuimos a visitar la ciudad propiamente dicha. Por cierto, nos contó la guía que hay mucho todavía de esta ciudad que queda por excavar y descubrir. De hecho, hay toda una parte de la antigua ciudad que está enterrada bajo un pueblo actual llamado Santiponce.

Como me pasó cuando visité los restos de la antigua ciudad de Pompeya, he quedado absolutamente fascinado con las cosas que ya tenían —y habían inventado— en aquella época, cosas que seguimos teniendo al día de hoy, y damos por sentado y suponemos que son facilidades modernas, pero en verdad son cosas que de alguna forma u otra vienen existiendo desde hace dos milenios. Cosas como:

• Sistema de calzadas y aceras, diferenciando el transito peatonal y equino
• Sistemas de alcantarillado, canalización, y tuberías
• Impuesto para el uso de las carreteras principales (equivalente al peaje moderno)
• Residencias privadas y edificios públicos
• Alquiler de alojamiento temporal (hoteles)
• Alquiler de carruajes con cobro por distancia recorrida
• Áreas termales de agua fría (frigidarium), tibia (tepidarium) y caliente (caldarium)
• Sistema de calefacción del suelo (hipocausto)
• Áreas de piletas y lavanderías
• Áreas de actividades deportivas y gimnásticas (palestras)
• Dormitorios individuales (cubicula) donde dormía por un lado el padre (pater familias), por otro la señora de la casa (domina) y por otro los niños
• Toda clase de negocios (tabernae) como panaderías, tiendas de aceite, etc.
• Jardines traseros en las casas, a veces con albercas (hortus)
• Altares en las casas para venerar a los dioses (lararium)
• Comedores o salas de banquetes (triclinium)
• Patios interiores, generalmente rodeados de columnas (peristilo)
• Aseos públicos (letrinas colectivas)

El mosaico [del Planetario] consta de un círculo dentro del cual se distribuyen siete medallones con bustos. Representan las divinidades planetarias que, en el calendario romano, dan nombre a cada uno de los días de la semana. En el centro está Venus (viernes), rodeada de la Luna (lunes), Marte (martes), Mercurio (miércoles), Júpiter (jueves), Saturno (sábado) y el Sol (domingo).

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Luego de recorrer toda Itálica nos fuimos con la misma guía a visitar el Monasterio de San Isidoro del Campo, en el municipio de Santiponce. O al menos la pequeña parte que está abierta al pública, dado que el resto del recinto se encuentra en proceso de restauración.

Perdón que no te explicaré nada sobre este monasterio y simplemente me limitaré a mostrarte algunas de las fotos más bonitas que saqué, pero es que si no esta entrada se va a hacer eterna.

La locución latina gutta cavat lapidem, literalmente «la gota perfora la piedra», sirve como exhortación pedagógica para recordar que con una voluntad de hierro se pueden alcanzar metas que de otro modo serían imposibles, pero también puede aludir al daño derivado de una acción trivial pero prolongada.

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Hasta aquí es todo lo que hice hasta las 14:00, durante la excursión que contraté. Luego me fui a caminar por el casco histórico de Sevilla, y pasé por un montón de sitios fantásticos. Pero vamos a hacer una cosa: de momento voy a dejar aquí porque esta entrada ya se ha hecho bastante extensa y además porque ya es medianoche y me quiero ir a dormir. Mañana te contaré el resto de mi jornada de hoy.

Ame,
Kato