Kara Ema:
Recientemente he estado parando en un hotel de Cariló, donde pasé una cálida y placentera semana de vacaciones junto a mi familia.
El Parque Cariló es una localidad argentina del Partido de Pinamar, Provincia de Buenos Aires. Está emplazado al sur del mismo, lindando con Villa Gesell. Constituye una reserva natural de bosque, dunas y playa con una extensión de 3 km de frente marítimo y, en promedio, 2,5 km desde el mar Argentino a la Ruta 11, que la separa del partido de General Madariaga. Se encuentra a 360 km de Buenos Aires.
Cariló es una voz mapuche la cual significa «Médano Verde»; cari (verde), ló (médano).
Wikipedia
Cariló es un sitio muy agradable y pintoresco, que incluye atractivos tales como amplias zonas de playas, bosques y médanos, un característico estilo rústico con calles de arena y casas de madera, y un animado centro comercial, donde te puedes topar con todo tipo de tiendas, como pizzerías, heladerías, chocolaterías, churrerías, jugueterías, y demás.
Como era de esperarse —dado que estamos en plena temporada alta—, las playas por las tardes estaban colmadas de gente, y el centro también, aunque más cerca de la noche y la hora de cenar. Otra cosa que no me gustó mucho era el hecho de que las calles no tuvieran aceras para los peatones, sobre todo porque solía haber una gran circulación de coches, especialmente por las calles más próximas al centro.
He podido hacer un montón de actividades divertidas durante la semana que estuve ahí, tales como:
- Caminar por la orilla de la playa tocando el agua con los pies descalzos
- Hacer senderismo por zonas de playa, dunas y bosque
- Levantarme a las 5:30 para ver el sol asomarse por el horizonte desde la playa
- Ir a la playa en noche de luna llena para maravillarme con la luna y las estrellas
- Relajarme en las piscinas del hotel (tenía dos: una cubierta y otra descubierta)
- Perderme en los numerosos recovecos y pasadizos del centro comercial
- Degustar los exquisitos churros, chocolates y helados que vendían en el centro
- Sentarme en la playa o en algún otro sitio plácido a leer un rato
Búsqueda del tesoro
Por suerte en general nos tocó buen tiempo toda la semana, salvo el último par de días, en los cuales estuvo algo lluvioso y considerablemente ventoso. Como no se podía salir mucho por el mal tiempo, se me ocurrió preparar una actividad lúdica para jugar con los niños de la familia durante la velada de la víspera de la partida: una búsqueda del tesoro dentro de nuestra habitación.
La búsqueda consistía en seis desafíos diferentes, cada uno de los cuales consistía en un problema que había que resolver para poder descubrir dónde estaba el siguiente desafío. Así siguiendo hasta llegar al último, cuya solución era la clave para poder abrir la caja fuerte donde estaba oculto el tesoro.
Habré estado unas cuatro horas para prepararlo todo, mientras que los chicos demoraron apenas unos cuarenta minutos en resolver todos los desafíos y hacerse con su merecido premio: un delicioso botín, conformado por bombones de chocolate rellenos con dulce de leche. Sus caras de satisfacción al ver que habían llegado finalmente al tesoro prácticamente sin intervención mía—únicamente valiéndose de su ingenio y capacidad de trabajar en equipo; su regocijo fue el mío e hizo que mereciera la pena haberme pasado la tarde preparando el juego y yendo al centro a comprar los chocolates.
La aventura arrancaba con la historia de una chica llamada Alicia que venía de un país maravilloso —sí, no pude evitar ambientarlo en Alicia en el País de las Maravillas— y que había sido hospedada en esa misma habitación de hotel donde nos encontrábamos. Resulta que mientras estuvo ahí, se dejó olvidado en la habitación algo muy importante para ella, un tesoro muy valioso que le había sido obsequiado por un curioso conejo blanco. Alicia se había puesto en contacto conmigo para encargarme la importante misión de recuperar este tesoro. Me dijo que sus descubridores podrían quedarse con el botín; ella solo necesitaba verlo para corroborar que sus aventuras en el país maravilloso habían sido reales, y no simplemente un sueño.
Luego de narrarles esa historia a los chicos, les delegué la misión de hallar el tesoro que me había sido encomendada y les otorgué —de parte de Alicia— el primer desafío en mano, para que pudieran leerlo entre todos y comenzar oficialmente la búsqueda.
Los desafíos
Número | Nombre | Problema | Solución |
---|---|---|---|
1 | Adivinanza | Soy bonito por delante, algo feo por detrás, me transformo a cada instante, ya que imito a los demás. | Espejo |
2 | Sopa de letras | (Palabras: Alicia, reloj, reina, conejo, blanco, gato, ratón, país, oruga, rey) | Almohada |
3 | Código secreto | Balcón | |
4 | Rompecabezas | (Ver imagen más abajo) | Último cajón (Escrito al dorso) |
5 | Crucigrama | Nevera | |
6 | Cuadrado mágico | (Todas las filas y columnas debían sumar 15) | 1732 |
Sí que lo pasamos lindo.
Ame,
Kato
Esa! Buenas fotelis! Había mucha gente viendo el amanecer 5:30? Y excelente la búsqueda del tesoro! Muy divertido! A ver cuando armas una para nosotros!