Kara Ema:
El miércoles volví a Fukuoka, después de tres meses de haberme ido tras haber estado viviendo allí por seis meses.
La razón por la que viajé a Fukuoka fue porque me enteré de que en un teatro de esta ciudad están presentando una adaptación musical de mi animé favorito del momento, Spy × Family. Así que tan pronto como supe de esto decidí que no me lo podía perder y compré los pasajes tanto para el concierto como para el avión y el hotel.
A las 9:00 salí de casa y a las 11:00 llegué al Aeropuerto Internacional de Narita.
Los aeropuertos japoneses son realmente increíbles. Tienen decenas de tiendas y restoranes con un montón de cosas ricas, y lo mejor de todo es que, a diferencia de muchos aeropuertos de otros países donde te cobran todo más caro, aquí los precios de las cosas son básicamente los mismos que si las compraras en cualquier otro sitio. Por ejemplo, me acuerdo el año pasado cuando pasé por el aeropuerto de Lima, Perú, que una botella de agua me salió como cinco dólares, mientras que en el aeropuerto de Narita está a un dólar como en todos lados.
Antes de entrar al avión me compré un par de cosas para comer y una bolsa kawaii con varios personajes de Sanrio.
A las 12:00 embarqué, a las 12:15 despegó el avión, a las 14:20 aterrizó, y a las 14:30 ya estaba en la calle.
Desde el Aeropuerto de Fukuoka me fui caminando hasta Hakata. Me podría haber tomado el metro pero preferí caminar, aprovechando que el día estaba soleado y que el aeropuerto solo estaba a media hora a pie de Hakata.
En la estación de Hakata hay un restorán de tsukemen llamado 麺や兼虎 (Men’yakanetora) que siempre está lleno de gente. Recuerdo que una vez había querido ir pero había tanta fila afuera que preferí buscar otro sitio. Esta vez, como era día de semana y ya eran las tres de la tarde, pude entrar sin tener que esperar, aunque igual también había bastante gente.
Debo decir que ahora entiendo por qué este lugar es tan popular—fue uno de los platos de ramen más exquisitos que he probado hasta ahora.
En la plaza frente a la estación de Hakata del lado oeste habían instalado un mercado.
Si bien todavía faltaba más de una hora para que arrancara la función, después de almorzar decidí ir directo al teatro, dado que quería ir con tiempo para ver los productos que seguramente estarían vendiendo en el lobby.
La actriz que hizo de Anya en la función que fui a ver fue 井澤美遥 (Miharu Izawa). Su perfil es el siguiente:
井澤美遥 (いざわ みはる; Miharu Izawa)
Nacida el 17 de diciembre de 2016 en Tokio
Edad: 6 años
Estatura: 100 cm
Aficiones y habilidades: tocar el piano/ver musicales«Me encantan los musicales, así que quiero que todos los que vengan a ver el espectáculo sientan la emoción de un musical y sonrían. ¡Haré todo lo posible por ser una Anya tierna y divertida que permanezca en vuestros corazones!»
Toho Stage / Fujikawa Entertainment
Me pareció impresionante la cantidad de tiendas que había en el lobby del teatro. Había cafés, restoranes, panaderías, pastelerías, tiendas de dulces, regalos y demás. Menos mal que fui con tiempo para poder verlo todo.
La función arrancó a las 17:00 y duró hasta las 20:05, con un intervalo de media hora a las 18:20.
Me pareció excelente el musical. Mereció la pena haber pagado un pasaje de avión para ir a verlo.
Miharu-chan, con tan solo seis años y habiendo empezado su carrera de actuación a los dos, desempeñó su rol perfecta y adorablemente. De hecho lo hizo tan bien que durante la primera mitad de la obra me hizo creer que estaba haciendo fonomímica, es decir, fingiendo que hablaba o contaba mientras su voz pregrabada salía por un parlante.
La razón por la que pensé esto fue porque veía que todos llevaban un micrófono en la oreja menos ella, y sus líneas me parecían demasiado perfectas, como si estuviesen grabadas. Pero en un momento —gracias a los binoculares de teatro que me prestó Akane— pude ver que Anya también llevaba un micrófono al igual que los demás. Era difícil de ver dado que estaba escondido detrás del flequillo.
A las 20:30 salí del teatro y me fui caminando hasta Tenjin.
En la plaza frente al ayuntamiento de la ciudad estaba teniendo lugar un festival de vinos de Bordeaux.
A las 21:15 entré a un Joyfull para cenar. Me pedí un ベーコン&ペンネグラタン (Bacon & Penne Gratin).
A las 23:30 llegué al hotel The Millennials, en Nakasu. Si bien era un hotel tipo cápsula, la habitación era bastante espaciosa y tenía una cama que se hacía sillón. Incluso podía configurarla para que me despertara encendiendo las luces y haciéndose sillón a una determinada hora.
El jueves hice el check-out del hotel a las 9:30 y me fui al centro comercial Parco en Tenjin, a comprar omiyage (regalos) para llevar a mi familia de acogida.
En el piso 6 de Parco vi que había un Sweets Paradise, que es una tienda que tenía ganas de probar dado que es un tabehōdai (tenedor libre) de postres y cosas dulces. Así que decidí ir a comer ahí.
A las 11:30 salí del restorán y me fui directo al baño, donde pasé los siguientes cuarenta minutos.
Seguí subiendo las escaleras mecánicas del centro comercial hasta que llegué al piso 8, donde había una tienda de Animate y una de Kiddyland, la cual a su vez estaba dividida en tiendas de Rilakkuma, Chiikawa, Snoopy y Miffy.
En la tienda de Snoopy pasé como media hora intentando decidir qué le compraba a Akane, dado que sé que le encanta este personaje.
A las 13:30 me fui a pasear por el Tenjin Chikagai, la calle comercial subterránea.
Es increíble cómo si bien solo pasaron tres meses desde que estuve viviendo en Fukuoka, volví por dos días nada más y ya me crucé con un montón de tiendas nuevas que antes no estaban. Apuesto a que si hoy volviera a Buenos Aires tras un año de haberla abandonado, no habría casi nada distinto (excepto los precios de los productos).
En este momento tomé la decisión de ir al aeropuerto, a pesar de que todavía faltaban unas cuantas horas para que saliera mi vuelo, dado que afuera estaba lloviendo, no tenía paraguas, ya conocía toda la ciudad, ya había comprado los omiyage y no había nada más que quisiera ver o hacer ese día.
A las 14:20 llegué al Aeropuerto de Fukuoka. Mi vuelo estaba programado para las 19:30, así que tenía cinco horas para explorar relajadamente todos los pisos del aeropuerto.
Pasé por varias tiendas donde compré varios suvenires más—especialidades locales: Hakata Torimon y Menbei. Luego subí a la plataforma de observación al aire libre.
Finalmente, tras recorrerlo todo a las 15:30 me senté.
A las 18:30, a una hora de mi vuelo, pasé por un local de Ichiran que estaba a pocos metros de mi puerta de embarque y me pedí un bol de ramen. Un minuto tardaron desde que hice mi pedido hasta que me trayeron el ramen.
A las 21:30 llegué a Tokio de vuelta, al Aeropuerto de Narita.
A las 23:30 llegué a casa.
Ame,
Kato
Muy bueno!! No me esperaba el comentario del baño jajajaja
Che no es el día nacional de Goku hoy en Japón?