Kara Ema:
El lunes fue mi segundo y último día en Lyon.
A las 8:15 bajé a desayunar. Una hora más tarde dejé el hotel.
Rápidamente y sin detenerme demasiado en ningún sitio, atravesé la estación ferroviaria y un centro comercial (al cual me prometí regresar más tarde para verlo si me sobraba algo de tiempo), y fui directo al centro de la ciudad, la denominada Presqu’île («casi isla»).
[La Presqu’île] se extiende desde el pie de la colina Croix Rousse hasta la confluencia de los ríos Ródano y Saona. En él predominan cafeterías, restaurantes, tiendas de lujo, grandes almacenes, bancos, edificios gubernamentales e instituciones culturales. Aquí se sitúan los arrondissements 1 y 2, junto con el Hôtel de Ville (ayuntamiento). […]
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Esta plaza (Bellecour) era la primera cosa en mi lista, pero no había mucho para ver en ella más que un gran monumento el cual estaban renovando (lo puedes ver en la foto detrás de la valla blanca a la derecha).
La siguiente plaza ya fue un poco más interesante—la Place des Jacobins, que contaba con una gran fuente en el medio llamada la Fontaine des Jacobins.
La plaza de los Jacobinos es una plaza situada en el distrito 2 de Lyon. Fue creada en 1556 y en 1856 se le añadió una fuente. La plaza pertenece a la zona clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Según Jean Pelletier, esta plaza es una de las más famosas de Lyon, debido a su ubicación en el centro del distrito 2 y a su intenso tráfico, ya que 12 calles desembocan en ella. La plaza, en particular su arquitectura y sus características, ha cambiado de aspecto muchas veces a lo largo de los años.
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Eso fue todo lo que hice en la Presqu’île: pasar por esas tres plazas. Quizás debería haberla recorrido un poco más, pero tenía varias cosas para ver fuera de ella así que no me dio el tiempo.
De ahí tomé la Passerelle du Palais-de-Justice, un puente que pasaba por el río Saona y me dejó en el Vieux Lyon (el viejo Lyon), frente al Palais de Justice (Palacio de Justicia).
Crucé el puente y me dirigí hacia mi siguiente parada: la Cathédrale Saint-Jean-Baptiste (Catedral de San Juan Bautista de Lyon).
En este punto fue cuando empecé a encontrarme con grupos de escolares. Durante toda la jornada, en prácticamente todos los sitios turísticos donde me detuve había grupos de niños que venían con su colegio a hacer una visita guiada.
Frente a la catedral había una plaza con una fuente, donde había otro grupo de niños distinto.
De ahí me fui a subir las escaleras de la Montée des Chazeaux.
Este camino eventualmente me terminó llevando hasta la Basilique Notre-Dame de Fourvière (Basílica Notre-Dame de Fourvière), en lo alto de una colina.
Luego me fui a ver el Théâtre antique de Lyon (Antiguo Teatro de Lyon).
El antiguo teatro de Lugdunum es uno de los principales monumentos romanos que se pueden ver en Lyon. Fue construido contra la colina de Fourvière, bajo su cima, lo que lo situaba cerca del centro de la colonia romana. Construido a principios del Imperio, quizás bajo Augusto, fue ampliado a finales del siglo I o principios del siglo I, y podía acoger hasta 10.000 espectadores.
Abandonado al final del Imperio Romano, fue convertido en cantera y gravemente dañado antes de quedar completamente enterrado en la Edad Media, cayendo en el olvido. Fue descubierto por casualidad a finales del siglo XIX, y desde 1933 está totalmente excavado y restaurado. Junto con sus vecinos, el antiguo Odeón, el pseudosantuario de Cibeles y el museo galo-romano, forma un notable yacimiento arqueológico, emblemático de la antigua Lyon.
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Lo interesante de este anfiteatro es que han dejado las gradas de piedra tal como se usaban en la Antigua Roma, y en el centro de ellas han colocado un escenario moderno, con instalación eléctrica, iluminación, parlantes y demás.
A las 12:30 volví a bajar al viejo Lyon para recorrer sus calles pintorescas.
La vie est imprévisible. Mangez le dessert en premier.
[La vida es impredecible. Coma primero el postre.]
Cartel proprepostre
Mientras atravesaba el viejo Lyon avanzaba hacia el norte, en dirección de mi siguiente parada. Para llegar a ella tuve que cruzar el río Saona; para ello usé la Passerelle de l’Homme de la Roche.
Cerca de la boca norte de este puente estaba el Jardin des Chartreux. El jardín en sí no era muy interesante, pero sí las vistas de la ciudad que podían apreciarse desde él.
¿Recuerdas el muro pintado que había visto el día anterior? El lunes me encontré con otro más, llamado Fresque des Lyonnais.
Parece que hay mucho talento artístico en esta ciudad.
Continué mi camino hasta el siguiente punto: Place des Terreaux, frente al Hôtel de Ville de Lyon.
A las 13:30 paré para almorzar en una tienda cerca de esta plaza, llamada Pacha Kebab. Allí me compré un menú que incluía un sándwich de carne, unas patatas fritas y una canette (lata) de cualquier bebida que quisieras. Nada mal por nueve euros.
A las 15:00 reanudé mi recorrido.
¿Recuerdas la otra vez que una niña me hizo el día al elogiar mi camiseta? Esta vuelta me pasó algo parecido pero con un hombre. El hombre no fue tan directo como la niña, pero estaba claro que le gustaba mi camiseta de Matilda porque me preguntó dónde la había comprado y si podía hacerle una foto. Cuando le dije que la había comprado en Japón se decepcionó y me respondió con: «Uh, creo que me saldría un poco caro ir y volver para allá solo para comprármela…».
En Francia, una traboule es un pasaje que atraviesa los patios interiores de uno o de varios edificios, permitiendo así pasar de una calle a otra cruzando el interior de la manzana. Están presentes en Lyon, así como en Villefranche-sur-Saône, Mâcon, Chambéry, Saint-Étienne, y también en Louhans. Algunos de esos pasajes tienen hermosos balcones o ventanas, que los distinguen. Otros incluyen escaleras ya que unen calles a desnivel, y otros reúnen varias de estas características.
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¿Recuerdas el centro comercial por el que pasé rápido al principio del día? A las 16:15 volví a pasar por él. Igual también tenía que hacer rápido porque en una hora salía mi tren, pero esta vez al menos lo recorrí un poco.
Se llamaba Westfield La Part-Dieu y quedaba enfrente de la estación Lyon Part Dieu.
Me decepcionó descubrir que los aseos de este centro comercial eran pagos, dado que eso significa que Francia también hace esta clase de cosas. Igual sigue siendo mucho más fácil hallar aseos gratuitos en Francia que en cualquier otro país de Europa.
A las 17:20 me tomé el tren hacia la región PACA.
Ame,
Kato
Muy buenos los murales! Ahí vi el agregado del post jajaja