Kara Ema:
El sábado 2 de marzo me junté con mi tía y mis primas a merendar.
Mi prima Jime me regaló un mate para llevar en mis viajes, el cual ella misma diseñó y pintó.
El domingo hice una caminata de siete kilómetros con un amigo. Estuvimos más o menos dos horas pero como nos la pasamos charlando se nos pasó rápido.
El martes fui a San Isidro a vacunarme contra la fiebre amarilla.
A la vuelta pasé por una golosinería en Martínez donde me compré unas chuches para llevar a Japón.
El miércoles me junté en el club de mis amigos a verme con ellos y a cenar. Jugamos al Ligretto, que yo hacía mucho no jugaba.
El jueves a la noche mi papá me llevó al aeropuerto. Mi avión salía casi a la medianoche.
Tras más de 15 horas de vuelo —sumadas a las seis de diferencia horaria entre origen y destino—, llegué al aeropuerto de Estambul cerca de las 22:00 del viernes.
Estambul es la ciudad que elegí como mi siguiente destino y donde me estaré quedando toda la siguiente semana.
Estambul (en turco: İstanbul), antiguamente conocida como Bizancio y Constantinopla, es la ciudad más poblada de Turquía y el centro histórico, cultural y económico del país. Es una ciudad transcontinental, ubicada en el estrecho del Bósforo, que separa Europa y Asia, entre el mar de Mármara y el mar Negro.2 Con más de 15 millones de habitantes, es una de las ciudades más pobladas del mundo y la más poblada de Europa. La mayor parte de la población es de religión musulmana, si bien existen minorías de cristianos (68 000) y judíos (22 000).
Wikipedia
A las 23:00 me tomé un taxi desde al aeropuerto hasta mi hotel en el centro de la ciudad.
Una hora más tarde llegué al hotel y me fui directo a la cama.
Ame,
Kato