Kara Ema:
El viernes una vez más me pasé la mayor parte de la jornada no en Copenhague sino de excursión en otra ciudad: Aarhus.
Aarhus es la segunda ciudad más grande de Dinamarca. Situada en el municipio homónimo del área metropolitana de Aarhus en la Jutlandia Central, en la bahía de Aarhus con vistas a la península de Mols en dirección este y las islas Samsø y Tunø en la distancia.
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Aarhus queda a 300 kilómetros de distancia de Copenhague. Podría haber ido en tren, pero elegí el autobús ya que era mucho más barato. El trayecto duró aproximadamente 4 horas y me costó ~20€. La vuelta también la hice en autobús y duró y costó lo mismo.
A las 7:45 salí del hotel y tuve que correr un poco para llegar a la terminal de autobuses a tiempo, dado que mi autobús salía a las 8:00.
Por primera vez desde que llegué a Dinamarca el día no estaba soleado sino nublado. Había mucha neblina, poca visibilidad e incluso algo de lluvia.
Cerca de las 10:00 el autobús hizo una parada de cinco minutos en Odense, donde había estado yo dos días atrás. Dos horas más tarde llegué finalmente a Aarhus.
El primer edificio que visité en esta ciudad fue una biblioteca pública llamada Dokk1.
Dokk1 o Dokken es un edificio gubernamental, biblioteca pública y centro cultural de Aarhus (Dinamarca). Está situado en Hack Kampmanns Plads, en el centro de la ciudad, junto al paseo marítimo y la Aduana. Dokk1 forma parte de un proyecto de desarrollo mucho mayor, Urban Mediaspace Aarhus, financiado conjuntamente por el Ayuntamiento de Aarhus y Realdania por un importe de 2.100 millones de coronas danesas.
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Me impresionó la cantidad de cosas para el entretenimiento de niños que había dentro de este centro cultural, y todo totalmente gratuito.



No saqué más fotos pero también había juegos afuera del edificio, todo alrededor de él. Mis respetos y reconocimiento a los diseñadores y constructores de este centro cultural.
A las 12:15 salí de Dokk1 y empecé a explorar la ciudad.

A las 12:30 pasé por un REMA 1000 y me compré un café helado, y cosas para hacerme sándwiches con los panes que aún me quedaban.


En la última entrada te conté que normalmente no pago 20-30€ para entrar a un museo europeo a no ser que realmente me interese. En Aarhus finalmente encontré uno que consideré que merecía la pena pagar las 135 coronas (18€) que costaba. Se trataba de Den Gamle By.
La vieja ciudad (Den Gamle By en danés) es un museo al aire libre en Aarhus, Dinamarca, que consiste en 75 edificios históricos provenientes de hasta 20 ciudades y pueblos de toda Dinamarca. El museo abrió sus puertas por primera vez en 1914 como el primer museo al aire libre de su clase y hasta el momento es uno de los pocos museos considerados como excelentes, fuera de Copenhague, recibiendo 3.5 millones de visitas cada año.
Los edificios del museo se organizan como en un pequeño pueblo de casas con estructuras de madera. Los edificios fueron originalmente construidos entre 1550 y 1800, y durante el principio del siglo XX se trasladaron a Aarhus. A lo largo del siguiente lustro se fueron añadiendo más edificios donados por diferentes pueblos y ciudades. Existen multitud de habitaciones, cocinas, tiendas, jardines históricos, una oficina de correos, una aduana, una escuela y un teatro.
El pueblo es en sí la gran atracción, ya que la mayoría de los edificios están abiertos al público; las habitaciones están decoradas; en su estado original o bien organizadas en grandes salas de exposición con temas varios. Dependiendo de la época del año hay más empleados del museo trabajando como actores representando la vida típica de un pueblo, en la herrería, el mercado, etc.
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Este es el tipo de museo que más me gusta: el que te permite viajar al pasado. Es realmente lo más cercano que se puede hacer a tener una máquina del tiempo y visitar culturas y pueblos antiguos. Bueno no, también hay otra forma aún mejor: visitar una tribu indígena o una comunidad étnica remota que ha conservado sus costumbres tradicionales debido a no estar conectada con el resto del mundo industrializado. Esto es algo que también he hecho un par de veces y me encantaría volver a hacer. Algunos de los libros más interesantes que he leído son de antropología: etnografías de sociedades tradicionales y preindustriales modernas. Me resulta fascinante aprender las diferencias en cómo cada sociedad hace las cosas, cómo piensan, lo que consideran apropiado e inapropiado, sus actitudes con respecto al sexo, la forma en que crían a los niños, la edad en que los consideran adultos, etc.
Entré a las 13:00 en punto, y sabía que el museo cerraría a las 16:00, con lo cual tenía exactamente tres horas para explorarlo. Por suerte me alcanzó para ver todo o casi todo, pero no sin algo de prisa. Tenía todo el tiempo presente en mi mente la hora que era, y el hecho de que si no me apuraba un poco no llegaría a ver todo, así que muchas partes las tuve que pasar más rápido de lo que me habría gustado.
La exhibición arrancaba con una calle de la época actual, bueno o en todo caso relativamente actual, dado que había un Blockbuster:

Al principio intenté ir en orden y siguiendo los lugares que visitaba con el mapa que había cogido en la entrada, pero muy rápidamente me di cuenta de que si quería llegar con el tiempo lo mejor era simplemente perderme en la aldea y entrar a todos los lugares en cualquier orden, a medida que me iba cruzando con ellos.
A pocos metros del Blockbuster había una puerta que daba acceso a un edificio de varias plantas. En la primera planta había un bar y en la segunda vivía una mujer soltera.

Por cierto: todos estos lugares no son inventados sino que están modelados en sitios que realmente existieron (o siguen existiendo) en alguna parte de Dinamarca en algún momento.




De la calle de 2014 me pasé a la de 1974, y entré a una tienda de libros que había en la esquina, justo enfrente de unos coches antiguos.




El siguiente edificio al que entré tenía una casa y un jardín de infancia.










Estaba yendo tan rápido hasta este momento que recién cuando pasaba por el jardín noté que había carteles explicativos. El del jardín ponía lo siguiente:
En 1974, la mayoría de los jardines eran privados o autónomos, y aproximadamente uno de cada tres niños de 3 a 6 años iba al jardín. Los jardines de infancia solían estar gestionados por organizaciones basadas en valores —como Save the Children, que dirigía éste— y los principios educativos variaban mucho. Los jardines solían funcionar en locales no construidos expresamente, por ejemplo, pisos o casas unifamiliares. Este jardín de infancia está equipado con mobiliario de 1954-74, recogido de distintos jardines de infancia.
Den Gamle By
El edificio contiguo era exclusivamente de apartamentos. El primero que visité fue el de una mujer soltera viviendo con su hijo.
Annalise Jensen, que es asistenta a domicilio, vive aquí con su hijo Per. En realidad, vivían en este piso desde 1974 y, por aquel entonces, la madre tenía 44 años y Per, 12. La madre y el padre de Per no son pareja. Annalise cree que es importante que Per tenga su propia habitación, así que duerme en el sofá-cama del salón. Per y su madre ven a menudo a los demás residentes: la puerta de la casa nunca está cerrada con llave. El piso se amuebló en estrecha colaboración con Per. El mobiliario de la familia ya no existe, por lo que la mayoría de los muebles y enseres proceden de donantes y son muy similares a los que poseía la familia en 1974.
Den Gamle By





En cierto sentido me hacía sentir que estaba en un videojuego, dado que en ciertos juegos (por ejemplo The Last of Us) hay mucho de esto de explorar casas de otras personas, tiendas abandonadas, ver fotografías, leer cartas, abrir neveras, y en general interactuar con todo tipo de objetos.
Este es el hogar de Ellen y Asger Jensen, que en 1974 eran pensionistas a la edad de 60 años. Vivían en Solbierg, al sur de Aarhus, y ambos no estaban cualificados, Asger trabajaba en granjas de la zona y Ellen trabajaba en Solbierg Kro y como limpiadora. No tenían teléfono ni televisión. Los muebles de teca se compraron antes de 1970. El sofá del mejor salón no es de su casa, pero se parece a su sofá. La casa fue amueblada en estrecha colaboración con su hija Esther. El panel verde pintado detrás de la puerta principal tiene la pintura original de finales del siglo XIX.
Den Gamle By


Aquí viven seis trabajadores inmigrantes turcos, todos hombres. Un padre y su hijo viven en una habitación. El padre tiene 38 años y su hijo 16. Los demás son veinteañeros. Trabajan en una fundición de hierro y viven frugalmente para poder enviar dinero a sus familias. Los muebles se compraron de segunda mano, mientras que las alfombras, las cortinas y el papel pintado los dejaron los inquilinos anteriores. El mobiliario se basa en descripciones de varios trabajadores emigrantes de la época.
Den Gamle By




Este es el hogar de Bodil Jensen y Benny Andersen y su hija de seis meses. Bodil tiene 25 años, se formó como camarera de bocadillos y trabaja en un bar asador. Benny tiene 24 y es estibador no cualificado. Ambos coinciden en dejar una impresión personal en el mobiliario del piso. Lo hacen en gran medida a través del diseño de muebles «hágalo usted mismo» y de obras de arte colocadas directamente en las paredes. El piso ha sido amueblado en estrecha colaboración con Benny, y muestra el piso de la pareja en Trojborg, en Aarhus, en 1974.
Den Gamle By



Al lado de este edificio había un supermercado antiguo (o un «almacén de provisiones» quizás sería un nombre más adecuado). Intenté entrar pero la puerta parecía estar cerrada con llave, así que solo pude tomar una foto a través de la ventana.



Esta es la casa de Bodil Sneum (1908-2004). En 1974 era directora de la escuela Lollandsvejens de Frederiksberg, cerca de Copenhague. La Srta. Sneum nunca se casó. Todo el mobiliario de este piso procedía de su casa de Klampenborg. Había heredado la mayoría de los muebles de la casa de sus padres en Aarhus. El estudio con el escritorio pertenecía a su padre, Axel Sneum. Fue diputado del Folketing entre 1924 y 1949, y representaba a una circunscripción socialdemócrata de Aarhus.
Den Gamle By



Se ve que ganan bien los directores de escuela en Europa, dado que la casa de esta mujer era bastante grande, sobre todo considerando que vivía sola.
Al lado de la directora vivía una ginecóloga.


En el piso de arriba había dos apartamentos más: uno de cuatro estudiantes y otro de una familia con dos hijos.







En la otra esquina de esta calle había una panadería. Cuando pasé por el escaparate lo primero que pensé fue que se trataba de una panadería de época y que todos los productos en exposición eran falsos. Estaba en lo cierto con que la panadería era antigua, pero los panes eran todos horneados en el día y los podías comprar (a precios de hoy, claro, no precios de 1970).


Continué mi caminata por la aldea. En este punto eran las 14:00, con lo cual me quedaban dos horas. Todavía me faltaba por recorrer la gran mayoría de las calles, pero solo las dos primeras calles (las que ya había terminado) tenían varios pisos donde podías visitar un montón de apartamentos y tiendas, con lo cual a partir de ahora debería de ir más rápido.



Me di cuenta de que me había salteado una casa en la sección de 2014:
Lena y Anne-Mette Isager viven aquí con sus tres hijos. Asta, de 17 años, y los gemelos Holger y Johan, de 16 años. Asta cursa segundo de bachillerato y Holger y Johan van a la efterskole (escuela de continuación). Lena es psicóloga autónoma. Anne-Mette trabaja en desarrollo de calidad. Tiene un contrato flexible.
Den Gamle By




De hecho no solo me había salteado una casa sino que me había salteado toda una calle entera:





A partir de aquí todo lo que queda es de los siglos XIX y anteriores. No te sé decir exacto qué imágenes corresponden a qué siglo dado que como iba con el apuro y el miedo a no saber si llegaba a ver todo, no presté mucha atención a eso.












No vi ningún cartel explicativo acerca de esta niña, pero si te fijas en una de sus manos tiene fósforos, con lo cual probablemente fuese una niña de los fósforos, es decir una niña pobre que trabajaba en la producción y venta de fósforos.

Esto era lo que estaba buscando y que más me interesaba ver: la escuela antigua. Aunque fue medio decepcionante dado que en su interior solo tenía dos lugares visitables:

Los niños se enseñaban mutuamente en grupos pequeños, una especie de enseñanza recíproca. Los alumnos más jóvenes aprendían a formar letras con un palo en la mesa de arena. Cuando crecían, escribían con un lápiz de pizarra en la pizarra, y los alumnos mayores escribían con pluma y tinta en papel. Los niños usaban los rifles de madera en las clases de gimnasia para imitar los ejercicios de rifle. La Ley de Educación de 1814 hizo que la educación fuera obligatoria para todos los niños, y desde mediados del siglo XIX eran los maestros, educados en una escuela de formación docente, quienes enseñaban en las escuelas provinciales.
Den Gamle By

El maestro vivía, como muchos otros, adyacente a su lugar de trabajo. El hogar es modesto: un viejo sofá de abeto, una mesa sencilla, algunos muebles de madera pintados y varios libros. En la cocina de la parte trasera hay una chimenea abierta y un suelo de ladrillo. Los utensilios de cocina estaban por ahí. El agua tenía que ser recogida de la bomba del pueblo.
Den Gamle By

En este punto eran las 15:00—me quedaba una hora. Igual ya estaba más tranquilo porque había llegado a ver la escuela. Además ya había recorrido prácticamente toda la aldea, así que lo único que me quedaba era dar otra recorrida más para ver los sitios que me había salteado o perdido durante la primera pasada.




Entre los edificios que me había salteado había casa de 1768 de una familia de clase media alta.












A las 15:40 decidí que había visto suficiente (si no todo) y me fui hacia la salida. Me terminaron sobrando veinte minutos.
Ahora solo me quedaba explorar los puntos que había marcado para ver en el centro de la ciudad. Mi nuevo límite de tiempo eran las 19:30, horario en que tendría que tomarme el autobús para volver a Copenhague. Tenía tres horas y media.


Además de la niña el mural mostraba un pájaro transportando una llave y una cerradura que parecía contener el universo en el pecho de la loli. Le pedí a ChatGPT que analizara el simbolismo:
Este mural de Jade Rivera (2024) combina realismo y surrealismo para transmitir un mensaje sobre la imaginación, la identidad y el autoconocimiento.
Símbolos y Significado
- La niña: Su expresión sugiere introspección o sueños. Sus brazos cruzados pueden simbolizar protección o resistencia.
- El ojo de la cerradura en su camisa: Representa el misterio y el universo interior, una invitación a descubrirse a sí mismo.
- La llave flotante: Sugiere el acceso al conocimiento o la transformación personal, pero aún fuera de su alcance.
- El pájaro y el hilo: La golondrina simboliza libertad y viajes. Su conexión con la llave podría significar que solo liberando la mente podemos descubrir nuestro verdadero potencial.
El mural podría ser un homenaje a la infancia y su capacidad de soñar sin límites, resaltando la creatividad infinita y el asombro propio de la juventud.
ChatGPT





Toda esta parte de la ciudad —llamada Aarhus Ø— es nueva, y cuenta con numerosos complejos de apartamentos con una arquitectura marcadamente singular y moderna.
Aarhus Docklands (en danés: Aarhus Ø) es un barrio remodelado de Aarhus, Dinamarca.
La construcción de Aarhus Docklands comenzó en 2008 y la mayor parte de los edificios y obras se terminaron en 2018. El proyecto convirtió el antiguo puerto de contenedores, Nordhavn, en el puerto de Aarhus, en una nueva zona residencial, educativa, comercial y recreativa, formada por edificios de gran altura de modernos diseños arquitectónicos, paseos marítimos y una red de canales.
Completamente desarrollado, el barrio de Docklands tiene previsto albergar entre 10.000 y 12.000 residentes y 10.000 puestos de trabajo en un área equivalente al tamaño de Trøjborg, un barrio adyacente. Aarhus Docklands ofrece vistas a la bahía de Aarhus y está situado a poca distancia de Midt Byen.
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A las 17:00 volví a Dokk1 y me quedé allí un rato para descansar un poco de la caminata, cargar mi teléfono, ir al baño, comer, tomar agua y escribirte.
A las 18:20 reemprendí la marcha por Midtbyen, el centro de Aarhus. Solo me quedaban dos puntos en el mapa: un centro comercial con terraza (Salling Rooftop) y una calle peatonal (Søndergade). Ambos estaban ubicados prácticamente en el mismo sitio.


Parece que estoy volando en esta última foto, ¿no? Es porque la saqué desde esta estructura en Salling Rooftop:

No te voy a negar que me dio un poco de vértigo estar parado ahí mientras intentaba tomar la foto.
Cuando salí del centro comercial caminé un rato por Søndergade. Me fui primero hacia el norte, hasta el río Aarhus. Luego, en la otra dirección llegué hasta la estación central.



A las 19:30 me tomé el autobús y a las 23:30 llegué a mi hotel en Copenhague.
Durante el viaje me vi una película completa llamada Le hérisson (2009). Su argumento es el siguiente:
Cuenta la historia de Paloma Josse (Garance Le Guillermic), una niña muy inteligente de once años que, desencantada por lo que cree que le depara el futuro, decide suicidarse el día de su duodécimo cumpleaños. Paloma comienza a documentar su entorno con una vieja filmadora que le da su padre, explicando de ese modo el motivo de su decisión. A través de la lente de su cámara empieza a conocer a la portera del edificio en el que vive, Renée Michel (Josiane Balasko), a quien la niña describe como un erizo, y a Kakuro Ozu (Togo Igawa), el nuevo propietario de un apartamento, con los que entabla amistad.
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Ame,
Kato
Muy bueno el museo!! Y la foto voladora! Jajaja